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Perlas

Espero que les guste~

Nota: Tenía inspiración hoy xD

MK soltó un feliz chillido, dando vueltas en el estanque que había en la montaña, esto le daba mucha más libertad que la bañera y aunque le gustaba estar allí con todos sus juguetes, y para poder sentir la lluvia de la ducha, poder nadar libremente era una agradable sensación.

-Hey Kid...- llamó Wukong, el niño deteniéndose para poder apoyarse en el borde y mirarlo con curiosidad, atento. -...¿Puedo hacerte una pregunta?- continuo luego de que Macaque lo golpeara en la espalda, mirandolo de reojo con el ceño fruncido.

-Ya la hiciste- rio a carcajadas ante eso, era algo que sus padres siempre le decían cuando hacía esa pregunta.

-Gracioso~- sonrió, divertido, acercándose para sentarse en el borde de piernas cruzadas. -Entonces, tenemos curiosidad...- obligó con su cola a su contraparte a sentarse también, ignorando su mala mirada, y dejando al menor en medio de ambos. -...sobre la pequeña cosa que tienes ahi- señaló a la pulsera con la perla, la cual de alguna manera el niño había logrado atar a su pequeña muñeca.

-Oh...- MK parpadeo lentamente, acariciando la perla casi con aire ausente. -...mamá y papá dicen que se supone que no debemos decir nada...- hizo una mueca, luciendo repentinamente nervioso. -...aunque...tampoco debían verme...y no debi haberme quedado tanto tiempo...- había roto unas cuantas reglas ahora que se daba cuenta.

-Hey, tranquilo- el manipulador de sombras coloco su mano sobre la ajena, dándole un suave apretón y mostrando una pequeña sonrisa cuando los ojos oscuros se encontraron con los suyos.

-Solo es curiosidad, no hay obligación en contestar- el dios se apresuró a asegurar. -Sé que tú especie es cuidadosa y no quiere decir nada, en especial después de todo lo que les sucedió...- acarició la cabeza ajena, enredando sus dedos entre el cabello castaño oscuro y logrando que el niño sonriera. -...pero si alguna vez quieres hablar de cualquier cosa, puedes hacerlo. No voy a decir nada de lo que compartas conmigo a menos que me lo pidas, lo juro-

-Yo tampoco- negó Macaque por si las dudas. MK se quedó pensativo, mirándolos casi como si los estuviera analizando y algo en sus rostros pareció darle la respuesta que quería porque su pequeño cuerpo se relajo un poco en su lugar, tocando la perla como un gesto nervioso que habían visto mucho últimamente.

-Yo...no me sé la historia completa- bajo la cabeza, algo avergonzado. Había escuchado la historia muchas veces pero algunos detalles se le olvidaban.

-Lo que sea que puedas y quieras decirnos, está bien- sonrió Wukong, luciendo tranquilo por fuera pero por dentro estaba algo impaciente, su curiosidad en lo más alto de todo.

-Es...- se mordió el labio inferior, aunque sus ojos brillaron con decisión. Ya sabía que iba a hacer. -Coleccionamos perlas, son hermosas y las usamos para lo que necesitamos pero la historia dice que nuestros antepasados encontraron algo especial, unas perlas diferentes y llamativas entre todas las demás. Se dice que brillaban y emanaba poder poder se ellas- se cruzó de brazos sobre el borde y apoyo allí su mejilla, el recuerdo de su mamá contándole la historia viniendo a su mente y haciéndolo sonreír, la extrañaba mucho. -En un principio, habían decidido dejarlas en paz y lejos de todos los demás pero un monstruo, uno de lo más profundo del agua y con mucha hambre, llegó a ellos. Así que decidieron usarlas para mantener a todos protegidos, su poder ahuyentando al monstruo y cualquier otro depredador que estuviera cerca- tarareo. -Las perlas se usaron a partir de ahí para protección- se enderezó para levantar su mano, la que tenía la pulsera atada en su muñeca.

-¿Perlas con poder?- el manipulador de sombras murmuró, pensativo, sin poder recordar algo así apareciendo en algún libro.

-Mi mamá tenía una de ella y mi abuelo también- infló el pecho con orgullo.

-Supongo que son heredadas, ¿no?- preguntó el dios con curiosidad.

-Mi mamá dijo que ha estado en su familia desde el principio- asintió MK, retrocediendo un poco para dar una rápida vuelta. El par de monos se miraron entre sí, eso respondía algunas preguntas pero creaba otras, aunque tenían la sensación de que el niño no podría responder.

-Y tu...¿Puedes usar su poder?- preguntó el de pelaje oscuro.

-Nop- negó, hundiéndose por unos segundo. -Mamá dijo que necesitaba entrenar pero...- hizo un puchero, sin querer continuar. El par hizo una mueca, sintiendo que algo malo había pasado.

Decidieron no preguntar nada más por el momento, dejando que el tritón disfrutará de su libertad antes de tener que volver adentro

-Oye, Monkey King...- llamó, siendo dejado suavemente en la bañera, el agua un poco más cálida pero solo haciéndolo sentir más adormilado.

-¿Si, Kid?- Wukong le dio la espalda para buscar al pequeño pato color naranja, encontrandolo rápidamente y ya volviendo con el niño.

-¿Crees...que mis padres estén bien?- preguntó después de unos segundos de duda, esperanzado. Los quería volver a ver, deseaba volver a verlos.

-Yo...- el dios se congeló ante esa pregunta, usando todo su autocontrol para no mostrar la sorpresa y la duda en su rostro, manteniéndose externamente tranquilo pero recordando la conversación que había tenía con su contraparte hace poco.

-¿Dónde encontraste esa perla?- preguntó Wukong con seriedad, manteniéndose lejos del baño para no ser escuchados.

-En la ciudad- respondió Macaque sin dudar ni un poco, serio. -Un sujeto la estaba vendiendo en su tienda y cuando le pregunté, dijo que un pescado se la había dejado hace no mucho tiempo- ambos hicieron una mueca, sorprendentemente sincronizados.

-¿Tu crees que eso significa...?- hizo un gesto, sin querer terminar la pregunta, algo temeroso.

-Espero que no- fue todo lo que pudo decir, incómodo. Ninguno quería decir lo que tenía en mente, ninguno quería que la primera idea que se les vino a la mente fuera real, así que por el momento decidieron no decir nada y esperar lo mejor.

-Yo...- trago en seca, ignorando el nudo que se estaba formando en su garganta y sin querer ser brutalmente sincero, no hacía un niño inocente que sufrió por culpa del egoísmo de algunos humano y que tenía la esperanza de ver a su familia otra vez. -No lo sé, MK...- se inclino, acariciando suavemente la cabeza del niño y moviendo su mano para apoyarla en su nunca, acercandolo un poco para apoyar su frente contra la ajena. -...pero esperemos que si- MK cerró los ojos, apoyándose en el toque, confortado e ignorando lo mejor posible la pequeña burbuja de duda y miedo en su interior. Pensar en positivo era mejor, su papá siempre se lo decía.

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