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Nezha #2

Espero que les guste~

Nota: ¿Qué sigue? 🤔

-Un tritón...- jadeo Nezha, rompiendo el repentino silencio en la habitación y es entonces cuando sucedió. La expresión de MK se transformó hasta mostrar una mueca de espanto, las lágrimas brillantes siendo lo primero en suceder, saliendo de sus ojos y corriendo por sus mejillas, sus labios temblando, su boca abriéndose lentamente. Los ojos de Macaque se abrieron con alarma, sacando sus fieles orejeras de cancelación de ruido para ponérselo y apenas la acolchada superficie de los cascos tapó sus orejas, el grito resonó, potente y destructor, el espejo del baño quebrandose ante el volumen. MK estaba angustiado y asustado, solo haciendo que su grito fuera más potente.

Wukong gruñó, tapándose los oídos con una mueca y retorciendose de dolor, sintiendo casi como si sus tímpanos estuvieran a punto de reventar. Nezha retrocedió, tapándose los oídos de igual manera, confundido ante el repentino sonido y adolorido al mismo tiempo.

Macaque hizo una mueca, incluso con los auriculares podía escucharlo, amortiguado y algo lejano, no podía imaginar cómo era para los otros dos pero centro su atención en el menor, tapando suavemente la boca ajena y cortando de repente el grito.

-Hey...- mostró una suave y amable sonrisa cuando los ojos empañados por lágrimas se fijaron en él, sintiendo la ligera vibración de la boca ajena contra la palma de su mano. Uso su cola para sacarse los auriculares, pudiendo escuchar entonces los sonidos angustiados que estaba haciendo el menor, intentando comunicarse a pesar de su miedo. -...lo sé, lo sé. Estas asustado pero no hay necesidad de gritar, tranquilo- murmuró, las pequeñas manos aferrándose a su muñeca. -Sacare mi mano pero sin gritos ahora, ¿si?- no espero una respuesta, sacando su mano lentamente y liberando al niño, quien aun lloraba suavemente.

-Él...él...- señaló hacia el príncipe, sus llanto haciendo que fuera difícil de entender.

-El no es un humano, solo se parece a uno- supuso que con lo poco que sabía del chico, ese era el principal problema. Fue atacado y perseguido por humanos, le temía por todo lo que le habían hecho a él y a su gente, así que ver a alguien que a simple vista se veía como el ser de sus pesadillas no debía ser nada bueno.

-Ma-Macaque...- sollozo, triste y asustado, estirando sus manos en un claro gesto de querer abrazos, removiéndose con impaciencia en su lugar. Quería consuelo, necesitaba consuelo.

-Awwww, Kid...- dejó sus auriculares en la superficie más cercana, inclinándose para enganchar sus manos bajo los brazos del menor, alzandolo e ignorando por completo lo mojado que el niño estaba mientras lo acercaba a su pecho, abranzandolo, sintiendo sus pequeñas manos aferrarse a su ropa y como sollozaba contra su hombro. Lo acomodo lo mejor posible, dándole torpes palmadas en la espalda, no era muy bueno en la zona del consuelo pero iba a intentarlo por el momento.

-Oh...- Nezha hizo una mueca ante la escena y el llanto, retrocediendo un paso, solo para que firme agarre en su brazo lo arrastrara por la casa, siendo empujado bruscamente hacia afuera. No se quejo, no después de ver la expresión del dios. Sabía que había hecho algo mal, incluso si no había sido su verdadera intención.

-Te dije que no entraras- gruñó Wukong, furioso, con la punta de su pelaje erizado y los ojos brillando, su cola moviéndose bruscamente mientras apretaba los puños. Usualmente, Nezha no le prestaría mucha atención pero está vez, se quedó quieto en donde estaba, porque había algo brillando en los ojos dorados que gritaban que habría serias consecuencias si volvía a intentar algo como antes.

-Yo...pensé que escondias algo peligroso...- era un justificación, una con la que ya no estaba tan convencido mientras recordaba la expresión de horror en el rostro del niño y por ser la razón de su llanto. No tenía ni idea de qué había hecho para molestarlo pero lo había hecho llorar y gritar, eso debía signicar algo.

-Bueno, felicidades, hiciste llorar a un niño- bufo, cruzandose brazos, su enojo solo en crecimiento al escuchar los sollozos ajenos. Le recordaba mucho a las noches de pesadillas, duros y tristes, el llanto del niño siendo difícil de calmar, así que le deseaba algo de suerte a su contraparte.

-Yo...me disculpo...- se sentía avergonzado por su actitud pero al mismo tiempo, se sentía humillado por tener que decirle esas palabras a Wukong. -¿Hay...algo que pueda hacer...?- se sentía estúpido al preguntar pero quería ayudar aunque sea un poco.

-Primero: no decirle a nadie. Desconfío de los celestiales- porque creía firmemente que eran seres despreciables y les iba a arrancar las extremidades si llegaban a intentar acercarse porque estaba seguro de que incluso ellos serían atraídos por la morbosa curiosidad. Nezha pareció entender porque asintió sin dudar, firme y tenso. -Y en segundo: irte por el momento- incluso con todo el esfuerzo posible, la expresión del príncipe decayó ligeramente y eso hizo que la ira del dios se aplacara un poco. El príncipe se sentía culpable por lo que había sucedido. -No te lo tomes a mal pero...MK le teme a los humanos...- fue una simple idea al principio pero ahora, era algo que podía confirmar. -...y tu te ves exacmente como uno para él...- hizo un gesto hacia su rostro. Era en gran parte un mono, su rostro estaba bastante alejado al de los humanos pero Nezha era todo lo contrario, luciendo en su mayor parte como ellos.

-Entiendo- no le gusta a pero lo entendía.

-...pero puedes volver- eso llamo la atención ajena. -No te puedo asegurar que MK no te tema todavía pero estoy seguro que podemos trabajar en algo para que eso se solucione- no tenía ni idea de cómo pero algo se le iba a ocurrir...o eso esperaba. -Estoy seguro que si vuelves con pescado fresco, de esos que aun se retuercen, ustedes dos se llevarán muy bien- comentó con tono divertido, aunque lo decía en serio.

-¿Pescado?- frunció ligeramente el ceño, confundido.

-Es lo que come- sonrió. -Ya sabes lo que dicen: "se puede conquistar a cualquiera con la receta correcta"-

-Así no dice el dicho- se cruzó de brazos, aunque ahora se veía un poco menos culpable y relajado, eso era lo que el dios quería.

-Es lo mismo- rodo los ojos.

-Lo que tú digas- el príncipe bufo pero asintió apenas, entendiendo un poco el punto de lo que él otro decía. -Espero que él esté bien- comentó con alto de culpa antes de darle la espalda al mayor y alejarse con ayuda de sus anillos mágicos.

-Yo también lo espero- suspiro Wukong mientras lo veía alejarse, saliendo para poder revisar rápidamente a sus pequeños monos, asegurándose de avisarles que el intruso se había ido y de que todos estuvieran bien antes de decidir volver a entrar a su casa, aliviado al no escuchar más sollozos. -¿Cómo vas?- se asomo por la puerta, sin siquiera hacer amague de burlarse al ver a su contraparte dentro de la bañera, luciendo algo incómodo por el agua fría pero sosteniendo al menor contra su pecho, remojandolo ligeramente.

-Ya no llora- suspiro. -Supongo que hechaste al príncipe- el dios asintió, acercándose un poco más para inclinarse y ver la cara del niño, quien estaba apoyado pesadamente en el hombro del mayor.

-¿Cómo te sientes, Kid?- le mostró una suave y pequeña sonrisa, algo enternecido por el pequeño puchero que MK le mostró.

-Mejor...- murmuró, desvío la vista, algo avergonzado de repente. -...lo siento, Monkey King- se había asustado y había gritado sin pensar, solo queriendo que el humano se fuera pero por lo que entendió, el desconocido no era humano, así que se había asustado sin razón y con eso, casi los había lastimado.

-Nha, no es tu culpa- extendió su mano, dándole una suave caricia a la cabeza ajena, contento de sentirlo apoyarse en el toque. -El miedo no suele tener sentido y Nezha no debió entrar de esa manera...- se quedó pensativo por unos segundos. -...aunque me olvide de que venía-

-Esta bien- MK tarareo, restregando su mejilla contra el hombro de quien lo sostenía, sintiéndose algo cansado luego del llanto. -¿Puedo tener a mi patito, por favor?-

-¿El naranja?- Wukong ya se estaba moviendo para agarrar el pequeño juguete, sabiendo que ese era el favorito de todos. -Aquí tienes~- se lo extendió.

-Gracias- el tritón lo agarro, sonriendo con cariño hacia el pequeño patito naranja, acomodándose para abrazarlo contra su pecho y acurrucadose entre los brazos ajenos, bostezando ampliamente.

-Oh, si. Seré tu colchón, no hay ningún problema- murmuró Macaque al notar que el menor se estaba durmiendo. -Bueno, supongo que me quedaré aquí un rato- la punta de su cola, la cual colgaba flogamente por el borde de la bañera, se movió suavemente. -...el agua está fría...-

-Si- asintió el dios. -Además, te vas a levantar con dolor de espalda- comentó, recordando lo adolorido que había estado cuando durmió en la bañera. -¿Quieres ver una película?- estaba dispuesto a aguantar la presencia ajena, sólo porque a MK parecía gustarle. Además, lo había consolado, así por el momento no iba a hecharlo a patadas.

-No tengo a dónde ir- sonrió con diversión, acomodándose lo mejor posible mientras el dios se movía para buscar su computadora. Al menos, no se estaban arrancando los ojos entre ellos, eso era un avance.

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