¡Para los que lo pudieron y lo querían, aquí esta!

Esto será como el otro libro, actualizaré en cuanto tenga ideas, además de que intentaré cumplir cualquier idea que tengan para esto, así que no duden en dejar lo que quieran en los comentarios

Espero que les guste~

Nota: Muchos hablaron de cazadores de sirenas, así que se me ocurrió que podía usarlo e hice esto como una especie de epílogo

Nota-2: ¿Algún encuentro en específico entre MK y Monkie King que quieran?

Nota-3: Tengo muchas historias en emisión pero por alguna razón, me da algo como algún especie de incentivo por alguna razón xD

Nota-4: Cualquier cosa relacionada a los tritones será inventado sobre la marcha ^_^

Nado lo más rápido posible, moviendo una de sus manos en un intento de obtener velocidad, dejando la otra en la gran herida en su costado. Lo están siguiendo, puede escucharlo y sabe que no se rendirán porque no es la primera vez que lo persiguen pero si es la primera vez que logran hacerle daño. Su sangre deja un rastro en su camino, que con suerte desvanece gracias al agua.

-No quiero...no quiero...- esta molesto, enojado, pero por sobre todo esta asustado, así que quizás eso es lo que lo impulsa a darse la vuelta y sacar la cabeza del agua, dejando escapar el grito mar potente y fuerte que puede en esos momentos, uno del tipo desesperado y sin control que destroza tímpanos. Se desgarra la garganta, puede sentir el dolor, pero eso no lo detiene, ni siquiera presta atención a los gritos de aquellos malos seres que no lo dejaban en paz. Cazadores, había escuchado que los llamaban, pero su especie los llamaba asesinos.

Hace una mueca, su grito muriendo con un quejido, pudiendo saborear la sangre y sabe que se lastimó mucho más de lo esperado la garganta. Vuelve a hundirse y sin mirar atrás, vuelva a nada, logrando encontrar una corriente que lo ayuda a ir más rápido y más lejos, sin importarle a donde está yendo, solo queriendo encontrar un lugar seguro para recuperarse y esconderse. Su visión se torna borrosa y le resulta difícil mantener la consciencia, la pérdida de sangre ya pasándole factura y aunque no quiere, sus ojos se cierran y su cuerpo se relaja, dejándose llevar por la fuerte corriente, demasiado hundido en la oscuridad y la inconciencia como para poder sentir algo más que cansancio.