Espero que les guste~

Nota: Por votación popular, aquí están xD

Nota-2: ¿Quién sigue? ^_^

-¿Eh?- MK no podía apartar la mirada del pequeño ser de cuatro patas y cola larga que había encontrado en su visita a la ciudad. Su pelaje azulado bien peinado y llamativo, con ese extraño peinado de color naranja brillante. Parpadeo lentamente, sonriendo ligeramente cuando el animal lo imitó. -¿Es un gato?- preguntó, sin apartar la vista del animal, notando con curiosidad como su larga cola se movía lentamente de un lado al otro le recordaba a como los monos la movían cuando estaban distraídos.

-Muy bien chico, adivinaste esta vez- Wukong sonrió ligeramente. El pequeño tritón siempre tenía problemas para adivinar los animales, principalmente los confundía, pero lo había logrado esta vez.

-Si extiendes la mano y lo dejas olerte, quizás puedas acariciarlo- comentó Macaque con una ligera sonrisa, divertido ante la curiosidad genuina que brillaba en el rostro del menor.

-Oh...- tarareo, dudando solo unos segundos antes de extender su mano, tenso mientras veía como el pequeño olía tentativamente sus dedos temblorosos. Su nariz fría tocó su piel, sus largos bigotes haciéndole cosillas. Su deleite solo aumentó cuando el felino se apoyo en su mano, frotándose de manera insistente, maullando y sonando como un reclamo. -Gatito~- cumplió y lo acarició tentativamente, un poco más confiado al sentir apoyarse pesadamente. -Esta vibrando...- murmuró, asombrado, pudiendo sentirlo contra su mano y pudiendo escuchar el suave sonido que el animal hacía.

-Esta ronroneando, pequeño amigo- se sobresalto ante la voz, notando apenas la sombra que lo cubría, alzando la vista tan rápido que estaba seguro que su cuello había hecho un sonido por el brusco movimiento. Un ser musculoso y de piel azulada estaba parado allí, su gran altura alzándose por encima suyo y de sus cuidadores, su peinado con ese tono naranja haciendo que fuera llamativo pero a pesar de su intimidante altura e imagen, tenía una sonrisa amable.

-L-Lo siento- MK retrocedió, intimidado, rápido en levantarse y correr tras Monkey King, quien no pudo evitar sonreír ante la apariencia familiar.

-¡Hey, grandote!- apoyo su mano en la cabeza del niño, sintiéndolo acurrucarse contras su pierna.

-Es tu gato, supongo- Macaque señaló, notando como el de piel azul se inclino para dejar que el felino se subiera a sus manos y se sentará allí, luciendo contento y orgulloso.

-Me llamó Sandy...- sonrió, sorprendentemente amable y dulce para su gran contextura. -...y este pequeño aquí es Mo- el gato maulló, ruidoso, su cola moviéndose con gusto y tranquilidad. -Le gustan mucho las caricias- miro de reojo al niño.

-¿En serio?- MK se asomo un poco, curioso por el comentario.

-Las ama- aseguró, agachándose y haciendo un gesto hacia el felino, quien parecía simplemente estar esperando pacientemente. -Puedes acariciarlo-

-¿Puedo?- el niño miró a Wukong, quien le sonrió con cariño y le dio un ligero empujón, sus pasos lentos mientras se acercaba. -Hola Mo- le mostró una pequeña sonrisa al felino, soltando un grito ahogado cuando este se lanzó sobre él, dudando un poco antes se sujetarlo lentamente. Su emoción ya era obvia cuando pudo acariciarlo pero ahora que lo tenía entre sus brazos, esa emoción se podía sentir emanando de cada poro de su cuerpo. -¡Monkey King!- toda su atención estaba en el felino que vibraba contra él, así que se olvidó de la regla de no utilizar el título en público. -¡Mira, mira, mira, mira!- dio pequeños saltos, restregando su mejilla contra la cabeza del pequeño.

-Lo estoy viendo, Kid- el dios bufo, divertido. -¿Esta vibrando?- podía escucharlo pero adoraba ver como la sonrisa ajena sólo se agrandaba.

-¡Mucho!- rio alegremente, enterrando suavemente sus dedos entre el pelaje azulado.

-Esta emocionado- comentó Macaque, Wukong demasiado ocupado en arrullar ante el dulce niño con el gato en sus brazos. -Es la primera vez que puede tocar un gato- ya podía imaginar como el pequeño podía llegar a reaccionar si lo llevan al zoológico.

-Oh, eso es entendible- sonrió, enderezándose con mucho cuidado, sin querer golpearse con nada. Su altura podía ser un problema a veces. -Tengo muchos más-

-¿Tienes más gatitos?- MK pregunto con ojos brillantes, asombrado y emocionado al mismo tiempo.

-Muchísimos- sacó su billetera de su bolsillo, tomando un extremo y dejando caer la larga hilera de fotos que tenía, solo haciendo que los ojos del menor brillaran un poco más.

-¡Monkey King, Macaque!- chillo. -¡Tiene más, tiene muchos más!- estaba fascinado ante las fotos, todos los gatos diferentes entre sí. -¿Cómo se llaman?- y con esa pregunta, los demonios disfrazados supieron que estaban condenados.

-Este es Ken, lo encontré masticando la cabeza de un muñeco...- empezó a contar, señalando cada foto correspondiente y caminando para entrar en la tienda que servía té más cercana, el niño siguiéndolo sin pensar. Era mejor sentarse porque tenía mucho que contar.

-Estaremos aquí un rato- los monos suspiraron pero ninguno podía estar particularmente molesto, siguiendo al par para sentarse y tomar algo, más entretenidos en la expresión del niño llena de felicidad.