Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Comida

Espero que les guste~

El niño comía tres peces por día, cuatro si tenía mucha hambre, y aunque a Wukong no le molestaba pescarlos para alimentarlo pero la idea de tener que volver a limpiar la sangre de la bañera y de la piel ajena no era algo que realmente llamara su atención. Así que se desidio por buscarle algún tipo de bocadillo que calmara su hambre durante el día y no le cayera mal al mismo tiempo, algo menos...sangriento.

Y empezó con frutas.

Lo primero que le ofreció fue una banana y el tritón se le quedó mirando con confusión, ladeando la cabeza un par de veces antes de sujetarse del borde de la bañera para poder inclinarse un poco y olfatear lo ofrecido.

-Es comida- aclaró, llevando un trozo de la fruta a su boca y masticando con una sonrisa, solo logrando que el menor parpadeara. De seguro estaba confundido porque aquella cosa no se retorcía como los peces. Al final, el niño se ánimo a darle un mordisco, masticando con expresión pensativa, las aletas a cada lado de su cabeza agitándose ligeramente ante el sabor y la extraña textura que se estaba formando en su boca. Trago y para alivio del dios, le dio a la banana otro mordisco, logrando incluso tomarla entre sus manos para seguir comiendo, sonriendo.

Le gustaba el sabor y lo bueno es que no le caía mal, así que eso era un buen punto.

La siguiente fruta con la que intentó fue la manzana. Esta vez el niño no tardó tanto, llevando la rodaja de manzana a la boca y masticando, aunque hizo un mueca al poco tiempo y sacó la lengua, mostrando un trozo de cáscara, la cual dejó caer al piso ante la mirada atónita del mayor.

-Te comes el pecado vivo, con todo y escamas...pero...- lo miro, sin saber que expresión hacer. -...¿No te gusta la cascara de la manzana?- enarco una cena y para colmo, el menor tenía la osadía de mirarlo fijamente, casi como si dijera "¿Y eso qué?". -Bien, como quieras- no le quedo otra mas que pelar la manzana y darle otra rodaja, a lo que el niño aceptó y comió felizmente.

Parecía gustarle el sonido que hacía con cada mordida y tampoco le hacía mal, otro buen punto.

El siguiente fue su favorito, el durazno, uno común por supuesto, se había asegurado de que fuera común unas cuantas veces antes de ofrecerlo. El tritón parecía algo cautivado por su forma y color pero eso no evitó que se inclinaría y le diera una gran mordida, parte del jugo escurriendo por su barbilla.

-¿Te gusta?- cómo respuesta, le arrebato el durazno de las manos, acomodándose dentro de la bañera para seguir comiendo, el mono haciendo una ligera mueca ante el jugo que ahora caía al agua.

Le gustaba y aunque no le hacía mal, hacía mucho desastre pero era mejor que la sangre, así que no le importaba.

Por alguna razón, decidió probar con la naranja, ofreciéndole una. El menor la tomó entre sus manos, confundido, para después clavar los colmillos, sus ojos abriéndose con sorpresa antes de empezar a hacer un sonido de succión para sacarle todo el juego que podía, haciendo un puchero cuando ya no pudo sacarle nada. Extendió las manos, devolviéndole al dios una naranja aplastada y con pequeños agujero. Él no pudo evitar enarcar una ceja, aunque no dijo nada esta vez.

No le gustaba la naranja en sí pero adoraba el jugo, eso era mejor que nada.

La uva fue algo de último momento y pura curiosidad, sólo queriendo ver que reacción tenía el pequeño ser, quien se llevó una de las uvas a la boca e hizo una mueca pero antes de que el dios pudiera retroceder para guardarlas, se las arrebato de las manos y las aplastó, el agua tiñéndose de violeta rápidamente. El mono chillo, haciendo una mueca ante el desastre, ya se estaba arrepintiendo.

Le gustaba el color pero no el sabor, aunque parecía muy contento ante la textura que obtenía al aplastarlas. Fue un desastre, uno que tuvo que limpiar.

Intentó con galletas, las saladas, y aunque no eran sus favoritas, le gustaba comerlas de vez en cuando, rompiéndolas en pedacitos antes de llevarlas a su boca.

Algas hechas para el sushi, las miro fijamente por unos segundos antes de arrugar la nariz, al parecer luciendo demasiado diferentes a lo que estaba acostumbrado y sin gustarle, ni siquiera para probar.

Luego estaba el tema del té, uno especial y suave que le ayudaría con el daño en su garganta. La primera vez que lo olio, le dio la oportunidad de darle un sorbo pero terminó por arrugar la nariz y volver a meterse al agua, negándose a salir. Y aunque el dios no estaba del todo seguro, le agrego azúcar, y se lo volvió a ofrecer. El niño le dio un sorbo nuevamente, las aletas a cada lado moviéndose ante el dulce sabor, y ahí fue cuando tomó la taza entre sus pequeñas manos, tomando el té con un suave tarareo, a gusto.

El juego de naranja sin pulpa, porque cuando le dio el de pulpa el niño hizo una ligera mueca cuando está quedo en el fondo del basó, fue tan bien recibido como había esperado. El tritón lo adoraba, tomando de a pequeños sorbos para que el contenido de su vaso durará todo lo posible y mirándolo de manera suplicante si quería más.

Su cocina nunca estuvo tan llena de fruta y jugo antes pero valía la orla por ver al pequeño tan feliz. Además, todo eso era mejor que limpiar la sangre de la bañera.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro