VI. ¿Qué está pasando?
"Elen..."
"Elen, tengo hamble"
"Elen, duerme conmigo, por favol"
"Elen, hice este dibujo para ti."
"Elen, tengo miedo"
"Elen, te quiero mucho"
"Elen..."
Mi mente se llenaba de oraciones, peticiones y llamados que hacía la suave voz de mi pequeño niño.
"Elen..."
"Elen"
"¡Elen!"
一 ¡EREN HIJO DE PUTA! - Gritó un chico rubio que tenía frente de mi con una espada en mano.
一 ¿Ah? ¿qué? ¿qué pasa? - pregunté un poco asustado por la fuerte voz de Jean al gritarme.
一 Maldito suicida... Llevó diez minutos hablando como idiota, y tu ni en cuenta. -se justificó.
一 Ah, lo siento Jean...
一 ¡Bueno como sea! -cambió el ambiente y de eso él volvió a hablar 一 Vamos, vamos. ¡A entrenar!
Diciendo eso el chico acomodó su espada apuntándola frente a mi, pintándose en el rostro una sonrisa burlona.
一 Ah... Jean. La verdad no tengo ganas de entrenar... -confesé sin ánimos mientras me rascaba de la nuca.
一 ¿Qué?
一 Qué no tengo ganas de entrenar.
一 ¿Qué? ¿qué?
一 QUÉ... NO... TENGO... GANAS... DE... ENTRENAR...
一 Imbécil ¡no hables así, que no soy un idiota como tú! ¡Ya te entendí! - dijo el chico de cabello rubio pálido.
一 Ah... - solté un suspiro.
La verdad no tenia ganas de nada, ni para estar peleando con Jean. Cosa que era muy común de nosotros dos... Solo....quieria ir con Heichou y abrazarlo.
一 ¿Y a ti qué te pasa? - la voz de Jean interrumpió mis pensamientos.
一 ¿A mi?
一 ¿Acaso hay otro tonto con cara de tarado por aquí? Porque yo solamente te veo a ti.
一 Idiota tú... -dije reprimiéndo las ganas de lanzarme encima de él y golpearlo.
一 ¿Y entonces?... -volvió a preguntar.
一 No pasa nada... Sólo que... -Sonreí un poco de manera cansada mientras miraba del suelo.
一 Solo que... ¿qué?
"Solo que... Poco a poco me enamoro mas de él, con esa personalidad dulce y frágil que muy en el fondo oculta el capitán"...
El sonido de las voces de los demás, en el campo de entrenamiento al unirse, juro que se podría escuchar la una sola voz gritando:
¡Fuerza soldados!
一 Solo que...
一 ¡Hey! ¡Eren! - un pelinegro, interrumpió mi momento de hablar. Al principio no pude reconocerlo, hasta que se aproximo más a mi y a Jean.
Esas pecas en el rostro.
一 ¿Ah? ¿Marco, qué pasa? -pregunté cuando el chico estaba cerca.
一 Al fin te encuentro... ¡Ah! Hanji me pidió que te dijera que la vayas a ver en su "laboratorio" - contestó el chico un poco cansado, para después sonreír con calidez.
¿Para qué sera?
一 Ya veo... Entonces es mejor que vaya de una vez - conteste rascándome la nuca.
一 Creo que sí - volvió a hablar Marco, riendo un poco.
Sonreí un poco antes de tomar mis cosas, como lo que es mi espada y mi equipamiento de armamento de vuelo.
一 ¡H-hey! Eren no me terminaste de decir - la voz de Jean sonaba con un toque de preocupación y curiosidad.
一 Es verdad... - reí un poco para luego comenzar a caminar y alejarme de ellos. 一 ¡Lo siento, en otra oportunidad te diré! Ah... ¡Y gracias Marco, por avisarme!
Apresure mi paso, corriendo por el campo, alejándome completamente de las dos personas con las que estaba.
¡Tengo que darme prisa!
一 Ahg... Ese Eren es una persona complicada... - dijo Jean mirando desde lo lejos como Eren corría con rapidez.
Marco solamente soltó una pequeña risa, para luego mirar a Jean con cariño .
一 Solo es demasiado joven. Pero eso es parte de la vida. ¿No crees?
一 Bueno... sí... ¡En fin! ¿Quieres entrenar, Marco?
一 Claro que sí - con una dulce sonrisa dibujada en el rostro, sacó su espada que tenía guardaba en su protector.
El chico de pecas se divertía demasiado estando con él rubio, y esta vez no seria la excepción.
[...]
一 ¡Eren, qué bueno que llegas!
Contesto Hanji al momento en que el joven castaño entraba a la habitación.
一 Ah... Buen día teniente.
一 Oh, pensé que vendría contigo Rivaille. - dijo la mujer mientras acomodaba unos papeles de su amplio escritorio.
一 Bueno... Eso... - traté de explicar.
一 Recuerda que te dije que tengas cuidado con él -dijo la chica de lentes, mientras revisaba unos líquidos que estaban en la otra parte de la habitación.
Mierda qué le diré... ¿mentir? ¡No! Tengo que ser sincero.
一 Bueno... Es que accidentalmente el pequeño se me escapó el primer día que usted me lo dejó a cargo, y mis compañeros lo vieron a la hora de desayunar.
Con un poco de vergüenza hablé, rascando mi mejilla y soltando unas pequeñas risas.
一 ¿¡Qué!?... Diablos. Ya no hay remedio... -dijo Hanji llevando su vista hacia a mi. - ¿Y cómo reaccionaron ellos?
一 Se podría decir que bastante bien, un poco sorprendidos obviamente. Pero le tomaron cariño rápido - dije mordiendo mi labio, al recordar como ese día tuve que encerrarme en una habitación con el niño.
Una sonora risa se escucho en la habitación proveniendo de la teniente.
一 Vaya.... Así que Rivaille niño está conquistando a todos. - dijo la mujer tratando de tranquilizar sus risas. 一 En fin. Te hablé para decirte que he estado trabajando en un antídoto para regresar a la normalidad al Rivaille. Aún así no es 100% seguro, por eso te pido que me des más tiempo. - volvió hablar Hanji.
一 ¿Antidoto? Ahh... Claro, no se preocupe por eso. -dije mirando a la teniente con una leve sonrisa.
¿Regresar a la normalidad a mi Heichou? ¿Es lo que quiero?...
一 Sé que estás ocupado, por eso te lo pido, como un favor. Es que igual estas semanas he estado ocupada... Mas porque tengo que hacer igual el trabajo de Rivaille...
La mujer se acerco a mi, con un frasco en sus manos, de un tono azulado.
一 Usted no se preocupe por eso, a mi realmente me encanta cuidar del capitán. - confesé sincero sonriendo esta vez con ánimos.
一 Vale, vale - soltó una pequeña risa. 一 Por cierto ¿Dónde está él? - preguntó Hanji, cambiando el tema.
Ahí está... Lo que me tenía deprimido todo el jodido día.
¿Dónde estará mi capitán? ¿Qué estará haciendo ahora? ¿Estará bien?
Solo sé, que esta con él.
一 Bueno, hace poco el comandante Erwin se enteró de lo que había pasado... Y... Me dijo que él cuidaría del capitán. - contesté, mientras llevaba mi visita hacia un lado de la habitación.
一 Oh genial... ¡Espera! ¿Qué?
Pude sentir la mirada confundida de Hanji sobre mí.
一 Eren, yo dejé a Rivaille bajo tu cargo. - dijo la mujer cambiando su tono de voz, a una de preocupación y angustia.
一 Lo sé... Pero ¡Yo no quería dárselo! - me defendí.
Era la completa verdad. Yo no quería.
一 Eren... Necesito que tu seas el único que cuide de él. Quiero decir... Erwin es algo complicado con Rivaille.
一 Si sé algo así... -contesté un poco desanimado.
一 Recuerda que él ahora es un niño, su mente es inocente. No me gustaría que Erwin intente hacer algo con él, aprovechando su estado.
Si algo así pasará. Estaría dispuesto a golpear a ese maldito.
Solamente en ponerme a pensar algo así, sentía mi cuerpo estar hirviendo de rabia.
一 Tengo que irme. -contesté a secas, empezando a salir de la habitación y cerrar de esta de un portazo luego de escuchar un "¿Eren, a dónde vas?" de la teniente.
Caminaba con alma que me comía el mismo diablo.
Vi a los lejos, a Petra, quien acomodaba unas cosas del pasillo. Sin perder mas tiempo me encaminé hacia ella.
一 Oh, buenas noches Eren. -Saludó la castaña con una sonrisa amable.
¿Qué mierda? ¿Noches?
Voltee mi rostro a mirar una de las ventanas del castillo.
¡Joder! Ya era noche.
Regresé mi vista hacia la chica, quien me miraba tanto confundida.
一 Oye... Petra. ¿No has visto al comandante Erwin por aquí? -pregunté tratando de no ser grosero.
Su mirada confusa, cambió a una alegre.
一 Ah, sí claro. Pero ya tiene un rato que está en su habitación. Ni ha salido de ella. Incluso me pidió el favor de que le hornera galletas -dijo la mas baja.
¿Galletas? Esta seduciendo a mi capitán con galletas. Maldito cejon.
一 Ya veo... Gracias, Petra.
Diciendo eso último, me alejé de la chica para ir hacia la habitación del comandante la cual no quedaba tan lejos.
Es raro está situación del comandante. Que este aquí. Quiero decir, el normalmente no está en el castillo, siendo comandante. Está demasiado ocupado, haciendo viajes de aquí por allá.
Se nota que se ha tomado el tiempo libre para estar con Rivaille Heichou.
Sin darme cuenta ya había llegado a la habitación, la puerta estaba completamente cerrada.
一 "Vamos Eren, no estés nervioso. Solo iras a buscar lo que es tuyo" - me dije para mi mismo. Para luego empezar a tocar la puerta, esperando la respuesta de esta al abrirse.
No había respuesta.
一 ¡Hey! Comandante, se que está ahí adentro, ¡abra la puerta! -dije casi gritando, empezando a desesperarme, dando varios golpes a la puerta. 一 ¡Abra de una buena vez! - sin cesar mis golpes a la puerta y continuar gritando.
El pasillo de esta habitación estaba completamente vacío.
Pude escuchar como la cerradura de esta se abrió, dejándome a la vista al hombre rubio.
一 Eren. No hagas tanto escandalo. -dijo mirándome con el ceño fruncido.
No me importaba que tan superior era, no me importaba si era mi mismo superior.
Entré a la habitación con toda autoridad y decisión. En la cama de este pude observar a un pequeño durmiendo en ella, abrazando una almohada.
一 Deja que duerma -dijo el rubio recostado contra la pered cerca de la puerta.
一 No. No lo dejaré otra noche con usted. -contesté con enojo sin voltear a ver al hombre.
Solamente me acerqué a la cama para mover el pequeño cuerpo del capitán para despertarlo.
一 ¿Elen?... -la suave voz del niño se hizo presente cuando éste abrió los ojos, un poco adormilado.
一 Sí - Sonreí con ternura acariciando la mejilla del niño 一 Ya es hora de irnos, heichou...
Mi voz se escuchaba suave, causando que el infante dirija su mirada a mis labios, observe el rotro angelical del pequeño un sonrojo se escapo por sus mejillas.
一 Vamos, pequeña paloma. Dile a Eren, lo que me habías dicho en la tarde. - la voz de Erwin interrumpiendo el momento, me hizo sentir ganas de martarlo.
一 ¿Decirme? - pregunté al niño.
一 ...Elen, quiero quedarme a dormir aqui. -Dijo el pequeño, guardando su rostro en la almohada.
¿Qué?
一 Ya has oído Eren. Ya es demasiado tarde. Y la pequeña paloma necesita dormir. - dijo el hombre de la puerta, acercándose a la cama, para sentarse a un lado de ésta.
一 No me iré. -dije decidido, manteniéndome firme. 一 No me iré sin el Capit...
一 ¡Andate Elen. Yo me quedare aquí con Elwin! - la voz dulce del pequeño, ahora se había vuelto intensa.
¿Qué es esto?...
一 Lo has vuelto escuchar. - dijo nuevamente Erwin acariciando del cabello negro del niño.
一 Quiero que te vayas, Elen.
No... No puedo...
No sé que sucedió en ese momento. Pero yo. Solamente asentí con la cabeza, para luego girar mis talones, y caminar hacia la puerta.
¿Qué estoy haciendo?
一 Oh... Cuando salgas. Por favor cierra la puerta. - el tono de voz del comandante, es escuchaba con leve burla.
No dije nada. Solo hice lo que pidió. Cerré la puerta, ya estando fuera de la habitación. Con mis pasos cansados comencé a alejarme de la habitación. La voz de mi capitán en ese momento, quedo grabada en mi mente.
"Elen, quiero quedarme a dormir aqui"
"¡Andate Elen. Yo me quedare aquí con Elwin!"
" Quiero que te vayas, Elen."
一 ... El pasillo de esta habitación esta completamente vacío.
Susurré estando solo en el pasillo.
Sin darme cuenta pequeñas gotas de agua, resbalan por mis mejillas
¿Acaso un niño había destrozado mis sentimientos, de esa manera tan inocente?
¿He perdido contra el comndante Erwin?
一 Creo que sí... -me contesté con una débil sonrisa que era opacada por mis lágrimas.
Sí... Creo que sí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro