P O E M A
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Luz magnífica
dichosa de iluminarte,
de verte y amarte,
a pesar de que sólo creces para mí.

  Tus pétalos suaves
de grata belleza, acarician,
arropan mis miedos
con calmantes mortales.

   Dime, mi retoño,
   ¿Qué te has hecho en tus pétalos?
   Siento frío y temor
mientras te lastimas y te olvidas que dependo de ti.

   Carcome y estremece la insólita idea
de que te marchites..., de qué te retuerzas
y me dejes sin tu manto de calma,
sin la belleza de tu ser.

   Mi retoño, mi flor,
quédate conmigo,
llora a mares que está bien,
yo te acaricio, te cuido.

   Mi flor, mi ser eterno,
   ¡Perdura! Amanece a mi lado,
mi existencia te necesita,
la luz te aclama.

   Te amo mi retoño,
crece bien alto,
yo tengo fé en tu belleza.
   Tengo esperanzas en tus pétalos de luz cegadora.