Única parte
Lo sé, pequeño Raven, sé que me odias por lo que hice.
Pero créeme que yo me odiaría aún más si no lo hubiera hecho.
Lo sé, pequeño Raven, sé que no mereces nada de esto.
Pero yo no merecía seguir vivo pudiendo evitar tu tragedia.
Lo sé, pequeño Raven, sé que te sientes inútilmente culpable. Sé que te aborreces ahora. Sé que te has alejado de todos. No sales de tu casa. Vives encerrado en tu habitación mirando a la nada, simplemente esperando que el día termine de una maldita vez.
Pequeño Raven, sé que bajaste de peso, sé que apenas comes una pequeña porción al día, y si comes de más, vas al inodoro a vomitar.
Lo sé, pequeño Raven, que en nuestra última discusión tú me tenías preparada una sorpresa, y lo siento por arruinarla. Lo siento por arruinarte.
Lo sé, pequeño Raven, sé que arruiné tu vida cuando te empujé a la vereda para que tu cuerpo no colapsara con el camión inminente que se te acercaba. Sé que arruiné tu vida.
No te creía, cuando me decías que sin mí no tendrías razones para vivir. No creía en esas palabras.
Lo sé, pequeño Raven, sé que intentabas arreglar esa irritante inseguridad mía, que no me dejaba creerte. Cada vez que me decías lo hermoso que era, me decías que me rodeaba una belleza infinita, que te ponía los pelos de punta, yo evitaba tus halagos por temor a que todo fueran simples palabras rotas y falsas. El ver tu rostro serio, y tus palabras contrarias, me causaban desconfianza.
Lo siento, pequeño Raven, lo siento por lo problemático que fui. Lo siento por evitarte por los nervios que siempre me consumían cuando te ponías a ligar conmigo.
Lo sé, pequeño Raven, lo supe cuando caí a la carretera y fuiste a ver mi cuerpo, que tu regalo sorpresa era un radiante anillo de diamantes, ya que se te resbaló del bolsillo. La cajita azul impactó el suelo con tanta fuerza que se abrió y dejó ver su interior. Vi esa figura circular, mientras la sangre cubría todo al rededor.
Lo sé, pequeño Raven, sé que era un radiante anillo, cuya belleza no tenía comparación. Sé que esa discusión fue por un enojo estúpido.
Sí, pequeño Raven, me enojé porque me invadía la inseguridad cuando noté a todos a mi al rededor formando un ambiente romántico entre nosotros, me enojé, te cuestioné sus acciones, buscando la mentira en toda esa belleza creada. Aunque no hubiera ninguna falsedad, buscaba, en cada rincón, porque tenía miedo.
Lo sé, pequeño Raven, que mi enojo desató una tristeza y un rechazo en ti. Sé, que nunca te enojaste, eres bueno actuando tu furia, una ira creada para huir y que no noten tu debilidad.
Lo sé, pequeño Raven, sé que cruzaste la calle con los ojos nublados por las lagrimillas que se te escapaban. Sé que no viste el gran camión que se te avecinaba.
Lo siento, pequeño Raven, lo siento por sacar a la luz tus lagrimas y debilidad en frente de nuestros amigos, tu rostro lo vi cuando mi rostro se estampó al suelo. Desesperación, frustración... culpabilidad.
Lo sé, pequeño Raven, sé que esa culpa te consumió. Sé que revisabas mis fotos en tu celular a cada momento. Tu pantalla se llenaba de saladas lágrimas.
No querías que te vieran así, no querías ver a nadie que no fuera yo en fotos. Te llamaban por celular, llamaban a tu puerta, llamaban por la ventana, nada funcionaba.
Lo sé, pequeño Raven, que intentaste terminar con tu sufrimiento, con una pistola en tu cabeza. Arma que terminó en el suelo, contigo gritando de tu cobardía al no apretar el gatillo.
No comes, lo evitas, dices que no lo mereces. Pero tu instinto de supervivencia te obliga a consumir lo más mínimo.
Lo sé, pequeño Raven, sé que estás deprimido, sé que tus palabras de que si yo no estuviera tu vida no tendría sentido, eran verdaderas.
Lo sé, pequeño Raven, que te odias, te das asco. No puedes vivir, después de mi acción. Desaté la ruina en ti.
Te cerré varias puertas que mantenías abiertas, tus planes conmigo, una vida entera juntos. Arruiné tu estabilidad, arruiné tus amistades. Arruiné todo.
Lo sé, pequeño Raven, sé que ahora has roto los cuadros en tu casa en donde mi presencia se hallaba presente. Los has quemado. Me odias.
Lo siento, pequeño Raven, yo tampoco quise esto. Vi tu cuerpo, frágil comparado ante el gran camión. Sé que no podría vivir viéndote estallar en sangre ante el impacto, no, no lo resistiría.
Tú siempre fuiste el fuerte, has recibido varias puñaladas de la vida que te han hecho fuerte. Pensé, que tus latidos no se debían acabar tan pronto después de las duras guerras que has ganado.
Lo siento, pequeño Raven, no pude prever que bajo tu armadura de sobreviviente se hallaba un corazón que no resistiría bien otro estallido.
Pequeño Raven, me duele escucharte decir que fui egoísta, cuando continúas viendo mis fotos en tu celular, que no me preocupé por cómo te sentirías tú. Me duele porque es verdad, sólo te intercambié mi vida porque yo no podría vivir en el caso contrario. Me duele. Más el verte llorar abrazando tu celular, pidiendo disculpas desesperadas ante mi imagen, culpandote, odiandote, diciendo que eres un bueno para nada, diciendo que tú me mataste. Deseando tu muerte.
¡No es verdad! Nada es tu culpa. Lo hice por mí, porque te amo, y me hace feliz que tú sigas vivo. No te culpes, no te autolesiones por mí. No pierdas la vida por mí. No sé cómo decírtelo. ¿Cómo me comunico contigo? Puedes salir adelante.
Ya sé, pequeño Raven, mientras abrazo tu cuerpo, mientras tú sientes un escalofrío en tu nuca que te deja sin aliento, te prometo que siempre estaré contigo. Sólo, continúa, y vive, que nada me haría más feliz.
Lo sé, pequeño Raven, que después de un doloroso año, decidiste abrir la puerta, te recibió Brite, que al ver que de verdad apareciste, no pudo hacer otra cosa más que abrazarte.
Sé, pequeño Raven, que no correspondiste aquel abrazo. Te arrepentiste inmediatamente de esa sensación de seguir viviendo que yo te transmití.
Oh, pequeño Raven, ya no sé qué más hacer, no quiero verte perder tu batalla.
Lo sé, pequeño Raven, sé que te estás enterrando. Otro intento más de acabar con tu sufrimiento no funcionó por una soga barata que terminó partiéndose.
Ya no sabes qué hacer, ¿por qué nada funciona?
Sólo quieres desaparecer.
Aparecí en unos de tus sueños. Me presenté, desnudo en alma y cuerpo ante ti. No tenía otro método. Nada tiene sentido sin mí, dices. Quieres volver a verme, quieres volver a disfrutar los momentos conmigo, nuestros toques, orgasmos, sonrisas, tristezas. Quieres que yo esté con vida... aunque tú ya no lo estés... Dices, que fui un estúpido al darte mi vida. Te enojas, preguntando por qué lo hice.
¿No lo entiendes, pequeño Raven? Porque te amo. Me ganaron mis sentimientos, en el momento en que tu cuerpo y el del camión se hallaban en cámara lenta, el mundo se detuvo. A la mierda mi vida, quería que tú vivieras.
Porque te amo. Fuiste besado en sueño. Lloras, estás llorando muy fuerte al despertar.
Otro estúpido año, viéndote en la oscuridad de tu depresión. Ya no sé cómo darte ganas de vivir. Esperaré, y como lo prometí, estaré contigo.
Oh, pequeño Raven, ¿qué significa esto? Meses pasaron, otro año, pediste una pizza. Tu voz salió horrible, por los años sin hablar que estuviste.
Estoy feliz, pequeño Raven, comenzaste a volver a relacionarte con Brite. Aunque sé, que cada vez que la ves, te acuerdas automáticamente de mí.
Decaíste, ves mi rostro afuera. No lo soportas. Otro intento de acabar con tu sufrimiento, arruinado al darte cuenta por la humedad que te acorraló, que al final del barranco se hallaban litros de agua que antes no se encontraban.
Pesadillas veo en ti. No lo soportas.
Lo sé, pequeño Raven, sé que me extrañas, lo gritas, ya no me culpas, ya no me odias, pues, todos esos sentimientos los centraste en ti.
Detente, por favor, odio que te autolesiones, odio que no aprecies tu vida. Yo la amo mucho, por favor no la pierdas.
Otro sueño, yo presente. Mátame, me dices. Si antes ya habías tocado fondo, ¿dónde te encuentras ahora? Acudí a ti.
Pequeño Raven, te amo, te repito. Te amo, quiero que vivas. Tú no lo entiendes.
Intercambié mi vida contigo, y la desperdicias de esa manera... ¿Sabes cómo me siento con eso?
Quedaste inmóvil, recreaste el accidente en tu cabeza. Cuando me sostuviste en brazos, no importandote esas manchas de sangre, te lo dije, te amo. Fue el te amo más sincero que pudiste escuchar de mí en vida.
Oh, pequeño Raven, ¿ya encontraste una razón para vivir?
Otro año, lo sé, pequeño Raven, y me hace feliz, tienes más hambre. Siempre has jugado con tu comida, y escribes mi nombre con una sonrisa melancólica.
Oh, pequeño Raven, ¿ejercicio de nuevo? Tus músculos siempre me han encantado. Gracias por seguir fortaleciendolos. Me da gracia, cada vez que beso tu nuca, sientes los escalofríos, pero, sonríes.
Lo sé, pequeño Raven, sé que te esfuerzas mucho, sé que te está costando marcar en tu celular tal número. Pero como prometí, siempre estaré contigo.
Lo sé, pequeño Raven, siempre lo supe, eres fuerte, otro año ha pasado, y nada me hace más feliz que verte lanzar tu primera sonrisa con nuestros amigos cercanos. Ellos sonríen, te ven bien.
Lloras, es aceptable. Necesitas llorar aún. Me alegra, que después veas mis fotos en tu celular, y que en vez de derrumbarte más, sonrías, recordándome.
Me alegra, pequeño Raven, que lo hayas entendido... Quiero que vivas. Brite te acompañó a petición tuya a salir a recrear un marco con una foto mía, y más marcos con fotos mías, contigo, con nuestros amigos. Varias fotos que habías roto anteriormente.
Oh, pequeño Raven, me alegra seguir siendo tu razón de vivir. Ves mis fotos colgadas, sonríes, me lanzas un beso y sales con nuestros amigos. Ríes, tu risa sigue siendo hipnótica, después de cinco años que no la escucho.
Lo sé, pequeño Raven, sé que costó, sé que tuvieron que pasar más de cinco años... Para que admires una de mis fotos colgadas, y me digas que me amas, agradeciéndome.
Me alegra, porque al fin sé, pequeño Raven, que ya no te culpas. Lo has superado, ríes, convives. Has ganado otra dura batalla.
Yo nunca hubiera podido, por eso te admiro. Por eso... me enamoré de ti.
Te amo, pequeño Raven, y eso es lo que siempre debes saber...
No lo dudes, siempre estaré contigo, dándote abrazos, besitos, y dándote esos escalofríos. Hasta que nos reencontremos... ¿dónde? No lo sé, pero sin duda nos veremos cara a cara de nuevo. Esperaré, y no te abandonaré.
Te admiro, eres fuerte, grande, musculoso, por tal razón siempre te molestaba que te dijera de esa manera, si hasta me doblabas en tamaño. Yo era una pluma al lado tuyo. Pero aún así, permíteme decírtelo...
Te amo, pequeño Raven.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro