Capítulo 15
La oscuridad y las ganas de estar al lado de Kakashi, ambas estaban tomadas de la mano.
¿Qué debía hacer ahora? Su plan debía seguir en pie, pero no podía dejar a Kakashi como si nada. En estos momentos ambos se encontraban acostados en el suelo de la dimensión kamui. No hicieron o hacían nada, todo estaba en completo silencio. Luego de que Obito se le hubiera declarado a Kakashi, este no podía creerlo, y luego de analizarlo, se tapó la cara con algo de vergüenza.
Obito también se avergonzó mucho, y hundió su cara en el cuello de Kakashi. Vaya que por el calor del momento, no había medido sus palabras y ni sabía que había dicho. Le contó que le gustaba desde pequeño, ¿Algo más vergonzoso que eso? Bueno, hay muchas cosas que son peor, pero para Obito Uchiha, eso es lo peor del mundo.
Ambos estaban tomados de las manos, disfrutando el momento. Los dos sabían que tenían que hacer. Obito no podía dejar el plan al igual que Akatsuki, y Kakashi no podía dejar Konoha por nada. Ambos tenían cosas muy contrarias y no podían estar juntos.
—Kakashi... sabes muy bien que no podemos...
—Si... ya lo sé.
El peliplata soltó un largo suspiro lleno de cansancio. Sí, aunque los dos quisieran, no pueden estar juntos.
—Bueno, supongo que yo tengo que volver a Konoha, deje a mi equipo muy preocupado y posiblemente con una Tsunade a punto de matarlos.—Dijo Kakashi mientras se sentaba en el suelo.— Pero primero, ¿Me puedes traer algo de ropa?
—¿Por qué? Así te ves bien.— Mencionó de forma picara el Uchiha.
—No digas esas cosas, idiota. Por lo menos sácame de aquí. A pesar de que tu versión estúpida dijo que no podía, yo se que puedes sacarme de aquí.
—¡Hey!
—¿Qué? Es la mera verdad. Tu personaje de Tobi es un imbécil de primera.
—Gracias por las palabras motivacionales, Kakashi.— Dijo con sarcasmo el de cicatriz prolongada.
—De nada.— Le siguió el juego con una pequeña sonrisa.
Vaya, ¿Hace cuanto no tenía una conversación así? No lo recuerda, ¿Tal vez desde que se sacrifico por Kakashi en aquel derrumbe? Si, él cree que si, porque Madara no es un muy buen conversador que se diga. Al final, Obito terminó yendo por ropa para Kakashi, solamente se teletransporto a su cuarto y volvió.
—Ok, ¿Así que puedes ir y salir de mi cuarto sin ser detectado?
—Si.
—... Bien, muchas gracias por, ahora en adelante, darme noches en vela, Obito.— Dijo con sarcasmo el peliplata.
—Cuando quieres, Bakakashi.— Le siguió la corriente el azabache con una sonrisa diabólica. O si, ese era el karma.
Los dos solo se sonrieron mutuamente, y luego, Obito se dedico a sacar a los dos de la dimensión Kamui. No le tomó mucho el sacar a los dos de esa desértica dimensión, y ambos aparecieron en el bosque.
—¿Y por qué estamos en el bosque, si bien pudiste haber ido a dejar a mi casa?
—Porque... ¿No puedo ir al mismo lugar dos veces?— Se excusó Obito con una gota en la cien.
Kakashi solo lo miró con una gota de sudor en su frente.
—¿Es en serio?
—Sí...
—Agh, bien, no haré más preguntas al respecto. Siento que me dirás una estupidez.
—¡Hey! Escúchame genio, es obvio que me puedo teletransportar gracias a mi kamui, el cual claramente tie-...
Obito se quedó callado al ver el ojo de Kakashi con la cicatriz.
—No... está...— Murmuró con mucha sorpresa.
Kakashi lo miró extrañado, ¿el que no estaba?
—¿De que hablas? ¿El que no está, Obito?
—Tú sharingan...
—¿Mi... sharingan?
—¡¡La mierda!!— Exclamó Obito comenzando a correr hacía el rio más cercano, y Kakashi lo siguio. Se observó a si mismo y seguía igual.— ¿Qué mierda le pasó a tu ojo? Yo sigo estando tuerto.
Kakashi se acercó al rio y se vio a si mismo. Era cierto, sus dos ojos eran negros. Incluso su cicatriz se había ido. ¿Qué había pasado? ¿Tal vez un efecto secundario?
—Tal vez es un efecto secundario... Es probable que aparezca en un rato. Así que deberíamos dejarlo pasar por el momento.— La forma en la que Kakashi le había restado tanta importancia descolocó a Obito.— ¿Qué?— Preguntó al ver la cara de Obito.
—¿Por qué te importan tan poco?
—Ah, eso. Bueno, me era muy útil pero... supongo que puedo sobrevivir sin él. O por lo menos, tengo que aprender algún día. Ya sé mil jutsus así que no necesito copiar nada más.
Obito solo lo observó fijamente y luego soltó un suspiro. Miro el agua de nuevo, y notó que la luna se estaba asomando. Miró hacía arriba para comprobar y en efecto, el sol ya se había ido y la luna tomaba el trono.
—Deberíamos encontrar un lugar para dormir, se está haciendo de noche.
—Ah, tienes razón. Bueno, entonces vámonos.— Kakashi comenzó a caminar y fue seguido de inmediato por Obito.
Ambos caminaban con tranquilidad. Estaban en un ambiente sereno, un ambiente que no podía ser destruido por nada en el mundo.
—Gruñido...
Ambos pararon en seco ante esa voz, la cual sonó muy clara. No sentían ningún chakra peligroso, ni que fueran más de uno. Aunque aun así estaban alerta. Se pusieron espalda contra espalda y buscaron por todos lados. A los pocos segundos, unos ruidos en los arbustos llamaron su atención. Miraron fijamente ese lugar, del cual no salía nada a pesar del constante movimiento del arbusto.
—Gruñido...
—¿Por qué diablos está diciendo gruñido?—Susurró Obito.
—No tengo la menor idea.
Ambos chicos, luego de dos minutos, se cansaron de esperar, así que Obito lanzó un kunai al arbusto. El arbusto dejó de moverse y ambos se quedaron inmóviles. Lo miraron al rededor de 5 minutos, pero no salía nada. Decidieron dar todo por una perdida del tiempo.
—¿Habrá sido nuestra imaginación? Porque no es un genjutsu, ya lo comprobé.— Dijo Kakashi.
—Es probable. Mejor sigamos.— Obito se cruzó de brazos y comenzó a caminar.
—Sí, tienes ra- ¡¡AAAH!!
Kakashi no pudo terminar de hablar debido a que algo se había lanzado a atacarlo. Había sido tan rápido que no le había dado tiempo de reaccionar. Aquella cosa se había lanzado a la cara de Kakashi; mordiéndole la cara y rasguñando su blanca piel. Obito fue en su ayuda e intentó quitar al animal de encima, pero no pudo.
—¡¡Maldita sea quítamelo!!
—¡¡Eso intento!!
—¡¡Eres un manco!!
—¡¡Estoy tuerto, no manco idiota!!
—¡¡NO ME REFERÍA A ESO!! ¡¡A MIERDA ME ESTÁ JALANDO EL PARPADO!!
Obito, desesperado por los gritos de dolor de Kakashi, decidió darle una patada impregnada de chakra. El animal se movió un poco, pero no del todo. Obito frunció su ceño y se enojó al ver como ese animal rasgaba de forma violenta un ojo de Kakashi. El azabache reunió más chakra en su pierna, y entonces le dio otra patada. Esta vez, el animal salió volando por lo menos 50 metros.
—¿¡Estas bien, Kakashi!?
—Sí... Solo perdí mi ojos izquierdo por segunda vez.— Oh sí, su sarcasmo era único.
—Hice todo lo que pude, ¿ok?
—Ajá...
—¡No me vengas con ese "ajá"!
—Ajá...
El Uchiha decidió tranquilizarse, y respirar hondo. Amaba a Kakashi, pero a veces era tan estresante. Mientras, Kakashi disfrutaba internamente el ver a Obito enojado. Era una satisfacción indescriptible ya que, sin duda, molestarlo siempre había sido su pasatiempo favorito. Desde niños lo molestaba por cualquier tipo de cosas. Su dolor ni siquiera lo sentía.
Obito se tranquilizó y se dedicó a curar al peliplata. En su dimensión poseía múltiples cosas que le eran de mucha ayuda en las misiones, entre ellas estaba un botiquín de primeros auxilios. Mientras curaba al Hatake, Obito decidió sacarle platica.
—Oye, sé que es un muy mal momento pero... ¿se puede saber por qué mandas todo tipo de cosas a la dimensión del kamui?
—Ah... ¿Te han causado problemas?
—¿Qué si me han causado problemas? Kakashi... me has mandado extremidades de personas que no conozco, bombas, escombros, ¡¡no me sorprendería si me mandaras un maldito misil!! ¿No tienes alguna otra idea, que no sea utilizar el kamui?
—Pues la verdad, en esos momentos creo que no.— Cerró su único ojo con felicidad.
—No te estás tomando esta conversación enserio, ¿verdad?
—¿Tu te la estás tomando en serio?— Preguntó "sorprendido".
—Eres un...
—¿Encanto? Ya lo sé.— Le sonrió levemente.
Obito solo suspiró con resignación. Terminó de curar el ojo de Kakashi y luego observó el cielo. No sabía cuanto tiempo había pasado, pero ya estaba oscureciendo. El Uchiha activó su kamui y se fue sin previo aviso. Kakashi quedó sentado y esperando para ver que era lo siguiente que pasaba. Luego de unos minutos, Obito volvió con una tienda de acampar.
—¿Por qué tienes una tienda de acampar en el kamui?
—Tengo muchas estupideces ahí. El kamui es muy útil para guardar todo tipo de cosas, ¿sabes? Guardo incluso ropa.
—¿Y por qué no me diste ropa cuando te la pedí?
—Asuntos confidenciales.
—Y... ¿Por qué me llevaste a la dimensión del kamui?
—Iré por madera para hacer una fogata.
—Oye respóndeme...— Pero Obito ya se había ido.— Pero que tal esta perra...— Murmuró con algo de enojo y su ojo entrecerrado.
El Hatake se levantó y decidió armar la tienda de acampar que el azabache trajo con anterioridad. No tardó más de cinco minutos en armarla. Colocó sus manos en sus caderas mientras miraba la tienda de acampar fijamente, la había armado en tiempo récord.
Kakashi se sentó en el suelo y esperó con paciencia. Pasaron al rededor de 10 minutos, y Obito no volvía, fue hasta luego de cinco minutos más. Sintió como Obito volvía con demasiada madera en sus brazos. Escuchó el ruidoso sonido de la madera golpear contra el suelo, y volteó a ver a Obito.
—Te tardaste mucho. Te has vuelto más lento con el tiempo, Bobito. ¿O es tu maña de llegar tarde?
—Hmp, no eres nadie para decir que tengo maña de llegar tarde, Bakakashi.— Lo señaló con su dedo y frunció su ceño.
—¿Cómo sabes que llego tarde a los lugares?
—¿Bromeas? Creo que en todos los lugares te conocen más por "Kakashi el del sendero" que "Kakashi el ninja que copia". ¿Qué es eso de perderse en el sendero de la vida?
—Repito, ¿Cómo sabes mi frase?
—¿No quieres dormir ya?
—¿¡Me acosas!?
—¡Sí! Digo, ¡no! ¿¡Por qué debería acosarte!? ¡Eso es extremo!
—Pero sabes donde vivo, que digo, que hago y claro, sabes como entrar a mi casa sin activar mis trampas. ¿Qué se supone que es eso?
—... Alguien con capacidades de alto rango en espionaje.— Se cruzó de brazos y desvió su mirada.
—Eso es acoso...
—¡¡Solo durmamos!!
—¿No vamos a comer?
—Ah... ¿tienes hambre?
—Pues no.
—Pues entonces no vamos a comer.
—¿Y tu no tienes hambre?
—Por algo estoy diciendo que no, ¿no?
—¿No estás diciendo no?
—¡No! Si estoy diciendo no, ¿o no?— El azabache se quedó pensativo por unos momentos.
—Estás diciendo sí y no en la misma oración, decídete si dices si o no.
—¡No estoy diciendo no! Solo digo que no es no, ¿Por qué no debería de estar diciendo no? Yo estoy diciendo que no y no es no, y... ¡¡Mierda!!
Kakashi soltó una ligera carcajada al ver a Obito calentarse la cabeza de tal manera. Le gustaba jugar con él de esa manera.
—Ya, ya, si te entendí. Vamos a dormir.
Obito soltó un suspiro y se adentró a la tienda de acampar. Kakashi lo siguió y ambos se acostaron juntos sobre una colchoneta que Obito, junto con la tienda, había traido. Kakashi se recostó sobre el duro y cálido pecho de Obito, y este lo tomó por la cintura. Ambos cerraron los ojos; dispuestos a dormir con tranquilidad y comodidad debido a la cercanía del otro. Fue hasta pasados unos 10 minutos que Kakashi dijo algo.
—¿Por qué trajiste la madera si ni la ocupamos?
—... Mierda de nuevo.— Kakashi reprimió una carcajada.— Ya deja de calentarme la cabeza y duerme.— Obito lo abrazó por completo y lo apegó a su cuerpo. Kakashi se sonrojó levemente, pero ocultó su cara en el pecho de Obito. Su mascara había sido removida cuando Obito lo estaba curando del ataque de aquel animal.
Ambos se durmieron y tuvieron una noche muy pacifica. Lastimosamente, eso no duró mucho.
Eran las 3 de la mañana, cuando Obito sintió algo recorrer parte de su espalda. Abrió sus ojos con lentitud, y lo primero que vio fueron unos ojos escarlatas. Parpadeó un par de veces, y enfocó bien.
Era ese maldito animal.
El Uchiha ni siquiera pudo reaccionar cuando ya se había lanzado a atacar su cara. Kakashi se despertó inevitablemente ante el grito y el movimiento brusco de Obito. El azabache se levantó de la colchoneta con rapidez y salió de la tienda. Kakashi salió y lo observó fijamente.
—¡¡MALDITO ANIMAL DE MIERDA, AHORA SI TE VOY A MATAR!!
Obito intentaba a través de todos los medios existentes quitarse al animal. Jalarlo, golpearlo, estrellarse contra la pared, golpearlo con un palo, etc. Pero ese maldito animal estaba pegado a su cara como una garrapata. Kakashi miraba divertido toda la escena.
Sí, ese idiota que tenía pegado un animal a su cara, era el amor de su vida.
Al final, el animal se despegó luego de unos 5 minutos. Era una especie de animal peludo de color blanco y ojos rojos. Tenía dientes afilados, por lo que los mostró junto con un gruñido, en clara forma de amenaza.
—¿¡Qué!? ¿¡Crees que te tengo puto miedo, animal de mierda!? ¡¡Te voy a hacer un maldito asado en estos instantes!!
—¿Eh? ¡Espera Obito, estamos rodeados de-... !
Pero era muy tarde. Obito había hecho una gran bola de fuego y quemó todo el lugar. La madera que trajo comenzó a quemarse, y el fuego se extendió hasta tocar la tienda de acampar. Todo estaba prendido en llamas, inclusive el animal, el cual salió corriendo con llamas rodeándolo. Claro que no se fue con las manos vacías, se llevó un trozo de tela de la capa de Obito.
—¡¡Pero mira lo que hiciste, Obito!!
—Estoy bien, gracias Kakashi.— Dijo con sarcasmo mientras se tocaba los rasguños sangrantes de su cara.
El peliplata soltó una carcajada y se le acercó. El ceño de Obito estaba muy fruncido, demostrando su claro enojo ante la situación. Para calmarlo no se le ocurrió nada mejor que darle un profundo beso en sus labios.
Oh, funcionó muy bien.
—Tranquilo, mejor vámonos. Nos tardaremos un poco en llegar a Konoha. Por alguna razón, nos hiciste aparecer muy lejos.— Le sonrió dulcemente.
—Bien...
Obito no quería avanzar, pues sabía que no volvería a ver a Kakashi de nuevo, a menos que sea en la futura guerra que planea crear. Por eso habían aparecido muy lejos de Konoha y no en la casa del Hatake, queria tenerlo cerca un poco más. Estaba a tan solo unos días de no volver a tenerlo para él, nunca más.
Continuará...
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