"Capítulo narrado por Hinata"

Desperté un poco desconcertado, parpadee un par de veces para poder enfocar mi mirada y note que no estaba en mi habitación. Recordé que el día anterior estuve en casa de Kageyama...
Trate de levantarme pero un dolor punzante en mi cadera hizo que soltara un quejido y tocar automáticamente mi espalda baja, note que no traía ropa a lo que me sorprendió, sentí que algo se movía detrás mío y solo vi... Vi al Alfa menos agradable a mi lado.

Traía una camisa que claramente no era mía ya que me quedaba algo grande, supuse que era de el.
Cómo pude me levanté de la cama para ir al baño y darme una buena ducha.

Me acerque al espejo y cuando me vi no dude en maldecir lo más alto que pude haciendo que Kageyama se despertara y se fuera corriendo hacia el baño abriendo de golpe.

Lo vi parado ahí en el marco de la puerta completamente desnudo a lo que por lógica baje mi mirada y sentí caliente mi cara.
Preocupado me preguntó.

-Escuche un ruido, ¿que pasó? ¿Estás bien? - lo dijo mientras se acercaba a mi caminando lento yo solo me hice hacia atrás, no quería ni verlo a la cara... Poco a poco fui recordando lo que sucedió en la cama la noche anterior, no podrá sentirme más que avergonzado, puso su mano en mi mejilla haciendo que lo mirara, nos vimos directamente a los ojos, el sonrió... Pero no era una sonrisa normal, era un tanto diferente, sus ojos estaban calmados y suspiro al verme sonrojado.

Con cuidado puse mi mano sobre la suya y apreté un poco mi mejilla para después separarla de mi y sonreí de lado. Nos quedamos viendo a los ojos durante unos segundos hasta que reaccione, aclare mi garganta y le dije que por favor saliera del baño ya que quería darme una ducha. El asintió y me dio un dulce beso sobre mis labios.

Nos miramos unos segundos hasta que el salió del baño.
Mi corazón latió con rapidez y con mucha fuerza, sabía de qué se trataba... No quería, no quería volver a sentir aquel sentimiento que destrozó mi vida por 4 meses, soy algo joven pero fue lo peor que me pudo haber pasado en ese entonces.

Cerré mis ojos al sentir el agua cayendo sobre mi rostro y fugazmente recordé su rostro, el rostro del hombre al que ame... el hombre por el que podría dar todo de mí. Sin darme cuenta mis lágrimas empezaron a salir y deje que con el agua se fueran... Tocaron la puerta del baño y sobresalte un poco.

- Llevas tiempo ahí, ¿Estás bien?
-Si no te preocupes saldré en un momento. - dije aclarando mi voz un poco, termine de ducharme envolví la parte baja de mi cuerpo en una toalla ya que no había metido la ropa al baño.

Vi al chico sentado en la orilla de la cama con su celular en mano así que no quiso interrumpir y tome mi ropa y la cartera donde por suerte traía maquillaje, ya que no era muy seguro de mi cuerpo y mi rostro.
El maquillaje cubría perfectamente así que lo puse sobre mi cuello para cubrir las marcas que me había dejado Kageyama.

No estaba muy seguro de lo que estaba por decirle pero creo que podría ser lo mejor... Para los dos... No quería llegar a lastimarlo. Amor, era lo que empecé a sentir por el.

Salí de baño para sentarme a su lado, estuve a punto de hablar cuando el me interrumpió.

-Sera mejor que no hablemos a nadie sobre lo que pasó, podría perjudicarnos a nosotros... Mantendremos distancia en la escuela y te llamaré como todos y conocen, no te preocupes sobre eso. -pauso unos segundos y siguió hablando- Me la pasé bien anoche, gracias... Espero que no sea la última vez. -dijo dedicándome una sonrisa tierna y sincera haciendo que me sonrojara un poco, salió de la puerta dejándome completamente solo en aquella habitación.

Una pequeña sonrisa salió de mi cara, arregle mi rostro un poco y mi cabello peinandolo como era debido, saque un largo suspiro y salí de la habitación.

Encontrándome con el guardia de la estadía donde estaba... Pensé que haría alguna mueca de desaprobación pero no, sonrió y me dio los buenos días esperando que haya descansado bien.

Quería reír a tal comentario por qué sabía que el señor de está casa había dormido conmigo así que lo dijo de manera sarcástica.

Le dedique una sonrisa haciendo una reverencia saliendo del lugar, definitivamente había escuchado todo, no pude a tal vergüenza, tape mi rostro con mis manos tomando aire al está frente a la puerta de la sala donde se encontraban las mismas personas de ayer.

Estiré mi mano para abrir la puerta pero está se abrió ante mis ojos y vi al chico por el cual mi corazón empezaba a sentir Amor. Los dos nos vimos y el fue el primero en reaccionar y me dijo

-Buenos días Hinata, estaba por ir a despertarte - el estaba de espaldas a nuestros padres así que guiñó su ojo y me sonrió. Mi rostro se puso de un color rosado y solo asentí con la cabeza correspondiendo su saludo y entre a la sala donde estaban nuestros padres y el señor Ukai, el volteo a verme y noto algo raro en mi caminar, frunció un poco el ceño y me dijo solo moviendo su boca "Me tienes que contar" asentí con la cabeza sonriendo ampliamente, realmente la pasé bien con Kageyama, podría ser un amargado pero en el fondo era como un cachorrito buscando que le acariciaran su pancita.

El desayuno termino y los tres agradecimos a los dueños del lugar, junto con sus trabajadores y nos despedimos estrechando nuestras manos ya que habíamos quedado en asociarnos en algunos aspectos de la empresa.

Tocó estrechar la mano con Kageyama y cuando trate de soltar su mano me apretó por última vez y deslizó suavemente sus dedos sobre mi mano. Fue un gesto suave y afectuoso pero lleno de sentimiento.

Y así empezó nuestra vida sin hablarnos a menos que fuera en el club y no hablábamos solos, siempre acompañados ya que no queríamos llegar a sospechas de algo, sonó algo tonto pero era cierto en nuestros cerebros del tamaño de una nuez pensábamos que con solo mirarnos podrían saber lo que hicimos esa noche.

Cómo estábamos en diferentes salones no nos veíamos solo en el club así que ni tiempo de tan siquiera darnos un beso fugaz podíamos darnos.

Mi vida iba tomando color poco a poco de nuevo gracias al Idiota que empezaba a querer... No podía decir amar ya que era muy pronto y no están seguro de tener algo más con el...

Paso exactamente una hora después de haber salido de la escuela cuando llega a mi teléfono un mensaje de Kenma, no dude en abrirlo y leer lo que estaba escrito.

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🐈KENMA🐈
_

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Que paso en la noche en
casa de Tobio...
No es normal que no me
mandes mensaje en dos días.

15:02

Ay KENMA, que no hicimos,
siento que mi trasero va a
explotar):

15:02

Contestaste muy rápido.
No contestes así, me dan
escalofríos.

15:07

Bueno, lo siento gatito.
Pero regresando al tema
solo fue una noche de diversión.
Creo
Te contaré después por llamada.

No! Mejor ven a mí casa,
tengamos una pijama como
cuando éramos niños.

15:10

De acuerdo, nos vemos en
unas horas Shoyou.

15:15

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Kenma llegó a mi casa a las 6:30 de la tarde, lo estaba esperando para tomar lechita mientras le contaba.
Llegó con una mochila en el coche de Kuroo, el volteo a verme y me saludo con su mano a lo que yo hice lo mismo.

Kenma se despidio de Kuroo dándole un beso rápido en los labios pero para el alfa no fue suficiente así que lo tomo de la cintura acercándolo para besarlo un poco más y algo profundo que alcance a ver qué Kuroo bajo su mano hasta el trasero de Kenma haciendo que esté se separara rápido y bajando a mirada para que no se viera su sonrojo. Era muy tierno verlos juntos, se supone que Kenma vivía solo así que no había que pedir permiso de parte de el.

Kenma entro a mi casa y le dije -Tienes que contarme que está pasando entre ustedes - así es como viejas chismosas de mercado Kenma y yo nos contamos todo, algunas veces con lujo de detalle pero sin llegar a comprometer a las otras personas.

Acompañe a Kenma a la habitacion donde dormiríamos o sea mi recámara, Llegamos a esta y Kenma se sorprendió, un poco, al ver cómo había posters de Voleibol y uno en especial le llamo la atención, vio al "Pequeño Gigante del Karasuno". Recientemente he estado viendo muchos videos de este, tratando de entender aún más del Voleibol y con ayuda de Ukai-san puedo practicar ya que su abuelo entrenaba equipos de voleibol y más que nada al Karasuno.
Platicamos un momento mientras jugábamos videojuegos, hasta que sonó mi teléfono, sin despegar mi mirada del juego conteste sin ver el nombre:

-¿Hola?
-Hola idiota
-oh Kageyama, ¿que pasa? - en ese momento Kenma me dijo que lo pusiera en alta voz y que fingiera que no estaba el ahí, ya que nos teniamos mucha confianza no dude en hacerlo.
-Estoy fuera de tu casa, puedes salir por favor, hace mucho frío.
-*demonios Kageyama* Este sí, salgo en un momento, me voy terminando de bañar.

Colgué el teléfono y Kenma volteo a verme y sonrió, cosa que nunca hace y me saco un poco de onda, perdí obviamente ante Kenma y fui rápido al baño para mojar un poco mi cabello, le pedí que se quedara en mi habitación ya que no tardaria mucho, pensaba en invitarlo a pasar e invitarle un té o algo de su agrado mientras le preguntaba que hacía aquí.

Antes de salir de mi habitación, Kenma me detuvo y me entrego un condón, a lo que lo vi y se lo lance en la cara mientras el se quedaba riendo.

Fui a la puerta principal y ahí estaba el, recargado de su auto rojo, el iba vestido con un suéter azul y una camisa blanca, supe que traía camisa ya que el cuello sobresalia del suéter.

Cómo no me veia por que estaba entretenido en su celular asi que me acerque a el, Kageyama al notar mi preciencia dejo su celular y me jalo de la cintura para besarme, extrañaba besarlo, extrañaba sentir como mi corazon latia de una manera que había olvidado. No me percate que Kenma me siguió, hasta que escuche el click de una foto.
Los dos volteamos a ver quién habia sido y alcance a ver a Kenma ocultandose atrás de la puerta, Kageyama quería matarlo pero le dije que era mi amigo y no era de la escuela a lo que el asintió.

Entramos a mi casa y lo invite a tomar algo, no queria sonar infantil al decirle que si queria leche así que le dije que si quería un café o un té. Su respuesta me sorprendió y queria reír pero me aguante.

-Si tienes leche, mejor - terminó de decir eso y me quedé parado frente a el, estaba muy sorprendido ya que pensé que a un hombre como el no le gustaría la leche, asentí y llame a la chica que me ayuda con el aseo de mi recámara, una chica chaparrita y muy tierna, me atreveria a decir que si me gustarán las mujeres ella sería mi pareja sin pensarlo.

-Yachi, podrías traernos un poco de leche... Ah y dile a Kenma que salga de su escondite y que venga aquí.

-Hinata, Kenma ya esta aquí. - escuché un "tch" de atras del sillón donde estaba sentado Kageyama y salio Kenma viendo a Yachi con odio por que reveló su escondite. Se veia que la quería matar con la mirada.
Yachi le saco la lengua a Kenma y salio de la habitación. La reunión, si le podía decir así, concluyó bien y normal, dieron las 12:00 y Tobio se despidió de los otros dos y yo camine a su lado para salir a despedirlo.
Llegamos a su auto.

-Gracias por recibirme, fue un honor pasar tiempo con ustedes.
-El gusto es nuestro - los dos reímos por que nos hablamos como se hablan nuestros padres.
Kageyama volvió a besarme fue un beso profundo pero sin llegar a lo desesperado, duramos así unos segundos hasta que se despidió de mí. Me dio un beso en la nariz haciendo que me sonrojara y entro a su auto.

Se podria decir que nos gustabamos pero ninguno se atrevía a decirlo, solo llevábamos 2 semanas de conocernos.

Todo era normal... Pasaron unas semanas hasta que...

Escuche aquel llamado que hizo que me estremeciera y quedara totalmente paralizado.

-Cuanto tiempo...

*Amigoooos en el siguiente capítulo se revelará quién es el que lastimó a mi solecito/mandarina*
¿Que tal les va pareciendo la historia?