🔸 Capitulo 20🔸
[Hinata]
Mi felicidad no dejaba de ser notoria aunque ya han pasado dos semana desde que me dio el anillo, todos los días al despertar miro mi dedo y sonrió como vil niño que abre sus regalos de navidad.
Cada vez regresaba a mi mente sus palabras y sentir su mano al ponerme el anillo, era lo mejor que podía sentir en este vida.
Cómo cada mañana iba en camino a la escuela con Ukai-san contándole lo emocionado que estaba de ver a Kageyama.
Pero el día de hoy sería diferente... Ya que hoy Ukai-san estaría en la práctica para apoyarnos un poco con el club, en el asiento del copiloto traía su maleta con su Pans azul y unos tenis.
El traía una bandita en la cabeza que hacía que su cabello teñido se fuera para atrás, se veía muy apuesto.
Íbamos riendo como todos los días, hablando de cualquier cosa y de todos los que pasaban por nuestra mente.
Unos minutos después llegamos a la escuela y baje apresurado para llegar al salón de Kageyama a verlo.
Me paró frente a la puerta y lo veo dormido en su pupitre recostando su cabeza en sus brazos, desde que le enseñe el anime no ha dejado de verlo, ya hasta me da miedo, ha visto hasta más que yo. Esa es la razón por la cual se queda dormido hasta tarde y llega a la escuela a dormir.
Camino lentamente para que no note mi presencia pero fue totalmente inútil ya que en cuanto sintió que estaba cerca levanto la mirada un poco y rodeo mi cintura con sus manos aún sentado en su silla.
-¿Por qué eres tan lindo, mi amor? - pregunté acariciándolo un poco
El ante mi pregunta se sonrojo... ¿COMO PUEDE SER TAN PERFECTO?
Tocaron la campana para indicar el inicio de clases y me aventure en ir a mi salón, cuando iba corriendo por el pasillo sin darme cuenta choque con un profesor a lo que yo me disculpé.
-Lo siento..., oh, ¿Lo conozco? -
Su rostro se me hacía tan familiar... ¿De dónde lo he visto?
-Sí, bueno soy Takeda-sensei, el profesor que está a cargo del equipo de Voleibol, tu eres... Hiroshi ¿No es así?
-Ah si, lo recuerdo... Bueno con permiso, debo ir a clase- digo en un tono de fastidio y rodando mis ojos.
A lo que el sonríe y saca una pequeña risa, lo miro y devuelvo el gesto, hice una reverencia para salir corriendo a mi salón.
[Narradora]
En la escuela era un día normal para los profesores y alumnos de la escuela... Menos para Takeda, sabía que iría alguien a entrenar a los chicos del club pero nunca se imagino quien podría ser.
Terminaron las clases y los chicos pertenecientes a los clubes se salían corriendo para llegar a su aula del club, y para los chicos de Voleibol no era la excepción.
Todos se aventuraban en llegar al club y se encontraban con uno que otro chico más de ahí mismo.
Takeda iba caminando por el pasillo para llegar al gimnasio... Y escucho dentro de esté.
-...Seré su nuevo entrenador por unos días, un gusto en conocerlos-
Su corazón se detuvo un momento... "¿Sí era el?" , Se cruzó esa pregunta por su mente, negó con la cabeza sacando de sus pensamientos a esa persona, cuando Takeda se decidió en entrar al gimnasio, Tropezó...
-Muchas gracias jeje, no mire por dónde...- volteo a ver hacia la persona que lo salvo de haber caído y se quedó sin habla.
Aclaro su garganta y levantadose rápido.
-Gracias... Ukai...- dijo el profesor levantando los balones que traía en sus manos antes de tropezar, bajo su cabeza y se fue corriendo al almacén...
Su corazón latía tan rápido y tan fuerte que sentía que se podría salir de su pecho... Verlo ahí, después de tantos años. Sintió ¿Felicidad? ¿Tristeza?, Solo tocaba su pecho y apretaba con fuerza su chaqueta.
Un nudo en la garganta lo atacaba y un dolor en el estómago se empezaba hacerse presente.
-sei... Sensei... ¡Takeda-sensei! - dijo el pequeño pelinaranja en la puerta del almacén viéndolo con cara de preocupación. Al llamado de su alumno, Takeda sobresalto y puso su atención en el pequeño.
-... ¿Está bien?
-S-sí, estoy bien, solo un pequeño dolor en mi estómago - dijo el profesor forzando una sonrisa.
El pequeño no convencido asintió con la cabeza.
-Iniciaremos el entrenamiento... Ah y la persona que lo atrapó cuando se iba a caer es mi chófer personal, su nombre es...- el profesor interrumpió
-Ukai... Lo conozco de hace unos años, en un momento voy, solo necesito que mi dolor baje un poco, ahorita salgo ¿Si? - el pequeño sonrió y salio del lugar para ir a entrenar.
"¿Cuál habrá sido la reacción de Ukai al verme? ¿Estará feliz?" Esas preguntas, entre otras rondaban la cabeza del profesor, tras unos minutos encerrado en el almacén, respiro hondo y salio de este lugar para encontrar al chico que ama ayudando a sus alumnos, un sonrojo inundó su rostro y camino hacia el banquillo donde se encontraba Kiyoko y Ukai, se sentó del lado derecho... Justo al lado de Ukai.
El peliteñido sintió su presencia a su lado y volteo a verlo, Takeda lo estaba viendo detenidamente... El profesor tras ver qué Ukai volteo, el rápidamente miro hacía otro lado.
-¡CUIDADO! - se escuchó desde la cancha, ambos voltearon a ver y un balón iba directamente al rostro de Takeda, el cubrió con sus manos su rostro para que no golpeara en su cara, pero antes de que llegara el balón a el, se escuchó el golpe frente a sus ojos.
Destapó su rostro y vio la mano de Ukai frente a el, definitivamente el detuvo el golpe, Takeda giro su cabeza hacia donde estaba el peliteñido.
-¿E-esta bien Sensei?- pregunto Ukai un tanto nervioso ya que ahora estaba bastante cerca de el.
-S-sí, gracias... Salvandome de nuevo- ambos sonrieron tiernamente y un sonrojo se dejó ver en sus rostros
El pequeño pelinaranja y Noya, notaron la reacción de ambos y se voltearon a ver extrañados por la reacción de los dos.
Shoyou se acercó a su primo de baja altura y le susurró al oído.
-Se conocen... Me dijo Takeda-sensei-
-Ohhh... - una "O"se formó en los labios del otro chico.
El entrenamiento termino y Ukai fue a cambiarse de ropa para llevar a Hinata a su casa.
[Hinata]
Cuando el entrenamiento termino recordé la foto que había visto en el celular de Ukai-san...
¿ERA EL?
¿TAKEDA-SENSEI?
OH POR DIOS, no lo podía creer.
Cuando íbamos camino a casa, por el espejo vi una sonrisa por parte de Ukai-san... ¿Se enojara si le pregunto?
- Amm... Ukai-san... ¿Puedo hacerle una pregunta?
- Si pequeño, dime... - dijo sin dejar de sonreír
-¿Usted conoce a Takeda-sensei?
Cuando formule esa pregunta, la sonrisa de Ukai-san fue desapareciendo poco a poco...
-Ah, yo... lo siento... no debí preguntar... es su vida, olvide lo que dije por favor.
-Eh, no... esta bien, supongo que puedo decirte quien es...
Estaciono el auto en una calle y se recargo sobre su asiento.
- E-el es ... yo lo... ARG... ES MI EX PAREJA...
Quede en shock tras haberlo escuchado... ¿Realmente escuche bien?¿Dijo ex pareja?¿Al señor Ukai le gustan los chicos?
Dios, siempre llevaba mujeres a su pequeña casa que tiene dentro de la mía desde que lo conocí... hasta tuvo problemas con mi padre por eso, así que tenia unos años sin salir con ninguna mujer.
-Oh... ya veo... podría preguntar... el ¿Como se conocieron? y ¿Como terminaron?
El señor Ukai respiro hondo, le marco a mi padre para decirle que pasaríamos por un helado e iríamos al parque... y así fue, fuimos por el helado y nos sentamos en una banca de ahí del parque donde siempre me llevaba Ukai-san, junto con Yachi y Kenma.
Se quedo viendo un poco su helado y se enderezo para comenzar a hablar.
- Te contare que sucedió entre nosotros...
Conozco a Takeda desde la preparatoria, estudiamos en el Karasuno, cuando yo iba entrando... el estaba en su ultimo año.
El, aunque no lo parezca era el típico chico que molestaba a los de primer ingreso... era obligado por sus "amigos", ya que si no lo hacia lo molestarían a el.
Yo era aquel chico que se quedaba dormido en clases... que siempre iniciaba una pelea y le pagaba a los profesores para que me pasaran, Nunca fui bueno estudiando.
Para no hacerte el cuento largo, dos semanas antes de la graduación de Takeda trato de molestarme, pero pues yo no me deje obviamente... lo golpee en la cara y cayo al suelo, pensé que lo había matado ya que no respondía... lo lleve de emergencia a la enfermería y ahí me quede con el hasta que reaccionara... pasaron las horas y este no despertaba, ya era hora de que me fuera a casa y cuando sonó el timbre, como si fuera un despertador, el despertó, se levanto sobando su cabeza y volteo a verme, se sorprendió verme ahí, mientras yo le agradecía al de arriba que estuviera vivo, el me pregunto "¿Que me paso" y yo le respondí con toda la sinceridad del mundo "Te golpee y caíste al suelo", el se empezó a poner rojo por las mejillas a lo que yo me acerque a ver que pasaba, pensé que podría tener fiebre por el golpe.
Me acerque a el poniendo mi mano en su frente y la otra en la mía para comparar las temperaturas, después al quedar tan cerca de el, me tomo de la cabeza y me dio un beso... obviamente me sonroje, se separo de mi aun mas sonrojado diciendo y tartamudeando... "A-ah, e-estoy bien" se levanto de volada y tomo sus cosas para irse.
Trate de detenerlo pero era inútil, corría demasiado rápido.
Me rendí y me fui a casa... caminaba mientras recordaba la sensación de haber besado a un chico... y así fue... durante esos días nos hicimos amigos, aunque eramos mas que eso... cuando nadie veía nos íbamos a un lugar apartado para ahí volver a tocar nuestros labios, era lindo...
Llego la graduación y decidí confesar mis sentimientos... lo jale detrás de la escuela y ahí fue que nos hicimos pareja.
Todo era lindo, mis padres sabían y su mamá de el también, tenia miedo de que su padre no lo aceptara tal y como es... así que lo oculto.
Un día... haaa... en su casa, estábamos decididos a llegar mas allá de un beso, lo que no tuvimos en cuenta era la hora... por la pasión del momento no escuchamos que abrieron la puerta... hasta que un grito hizo que los dos brincáramos del susto.
Me levante y su padre me corrió obviamente y se quedo gritándole a su hijo, al día siguiente Takeda y yo quedamos en vernos en este mismo parque y en esta banca para hablar lo que había sucedido y lo que iba a pasar con nosotros... obviamente terminamos ese día, su papa de Takeda lo obligo a irse de japón para que no nos viéramos... nos separamos y empece a trabajar con ustedes, para olvidarle metía mujeres a la casa y pues el resto ya lo sabes...
Ukai san termino de contarme y se soltó a llorar, yo me lance a abrazarlo y el no dudo en responder mi abrazo...
¿Como después de años puede doler tanto?¿Le dolerá a Kageyama si llego a irme?
*Fin del capitulo*
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