12: Una Noche Diferente
Namjoon por fin llega a su departamento, completamente agotado. Más que el trabajo en sí, fueron la serie de llamadas y mensajes por parte de su mejor amigo contándole su curioso encuentro con el cantante. El chico está contrariado, ha intentado calmarlo de algún modo y convenciéndolo de que no es ningún lider mafioso o algo por el estilo, tan sólo es un cantante adinerado con gustos extravagantes.
Entra a su departamento y deja sobre el sofá su bolso y entra directamente a su dormitorio para colgar su abrigo y quitarse la ropa sucia. Hoy fue un día caluroso, desea tomar un baño largo, beber algo y dormir. Se limpia y refresca su cuerpo, se coloca la pijama y peina un poco su cabello, camina descalzo sintiendo el frío del suelo de su departamento y va a la cocina a tomar una bebida, ve una notificación en su celular y rueda los ojos porque es la cereza del pastel: Jimin.
Por primera vez no hubo una serie de preguntas cual interrogatorio, no había recibido respuesta por parte de su vecino, pero pudo escuchar en su techo como corría de un lado a otro como si estuviera persiguiendo a un ratón. En menos de un minuto estaba abajo, tocando su puerta.
-¡Holiiii!, veamos una película, traigo ramen y palomitas.
-¿No tienes nada que hacer?
-No y me dijiste que tu tampoco, así que no creo que te moleste que haya venido-respondió Jimin con una sonrisa, entrando al departamento de Namjoon.
-P-pero... Ashhh.... ¡Ya qué!
-¿Qué quieres ver?
-Lo que sea.
-¿Seguro?
Namjoon se encogió de hombros con desgano, no le entusiasmaba compartir el mismo espacio con Jimin, pero era tan insistente y la verdad, no tenía nada mejor que hacer.
Lo observa dando pasitos por todo el lugar, caminando de un lado a otro, había llevado dos tazas de ramen instantáneo, una funda de palomitas de microondas y una almohada ridícula en forma de hamburguesa.
Él no pide permiso para nada, parece que estuviera en su casa, toma una pequeña olla limpia que estaba sobre el mesón, la llena de agua y la pone a hervir para preparar el ramen. Namjoon lo observa en silencio, la verdad no puede contra él, por más que ha deseado, siempre gana. Se sienta sobre la silla del otro lado del mesón de la cocina, mientras Jimin prepara todo.
-Sólo no dejes nada sucio-se limita a decir, Jimin asiente con una sonrisa y continua en lo suyo.
Namjoon lo persigue con la mirada, llevaba una pijama de pokemon, había recogido su cabello de tal forma que parecía una piña, lo cual le causó algo de gracia, unas horrendas pantuflas de pollo peludo, en serio le parecían feas, pero a él le gustan esas ridiculeces.
Pudo ver su rostro de concentración mientras sacaba las palomitas recién hechas en el microondas, como vierte el agua hervida sobre las tazas de ramen, de vez en cuando Jimin lo regresa a ver y este evitaba hacer contacto visual con él.
-¿Tienes un tazón para vaciar las palomitas?
-Arriba en la alacena.
-¿Crees que mido dos metros para alcanzarlo?
-No mido dos metros.
-Pero no puedo alcanzarlo. ¿Me ayudas?-pide Jimin abriendo y cerrando los ojos con ternura.
Namjoon se levanta por fin de la silla, para alcanzar el tazón. Jimin se encuentra parado junto al mesón de la cocina, el más alto sin problema toma el tazón de vidrio que estaba arriba en la alacena y se lo extiende, Jimin debe levantar un poco la cabeza para poder verlo a los ojos, pues la diferencia de alturas entre ellos es notable.
Se quedan mirando unos cuantos segundos, Jimin le sonríe a Namjoon y por primera vez, él le devuelve la sonrisa.
-¡Tienes hoyuelos en ambos lados de tus mejillas!-comenta con emoción.
-No es nada del otro mundo.
-Yo se que no, pero... En serio deberías sonreír más seguido.
Namjoon no supo qué responder, aclaró la garganta y prefirió cambiar el tema de inmediato.
-Comamos el ramen antes que se enfríe.
-Ok.
Comieron, mientras Jimin hablaba hasta por los codos, Namjoon mantenía su mirada fija en el tazón de fideos, escuchaba con atención cada cosa que decía, a veces tenía cosas interesantes que contar.
-Tengo una planta carnívora. La llamé Diana.
-¿Diana?
-Si, Dionaea muscipula es su nombre científico, un día de estos te la voy a presentar.
-Mi bonsai de ciruelo rojo ya tiene dos flores.
-Prunus cerasifera.
-¿Qué?
-Prunus cerasifera es el nombre científico de tu bonsai.
Namjoon asintió, piensa que Jimin puede ser muy infantil pero no es tonto, para nada.
-Tienes salsa en tu mejilla-comentó Jimin y sin pensarlo dos veces con su pulgar limpió la piel de Namjoon. Aquella acción tan insignificante le provocó algo en su interior. Se sintió... ¿Bien?.
Se le subieron los colores al rostro de la vergüenza, en realidad no tiene idea por qué de repente se sintió tan nervioso. Es una sensación que por primera vez ha experimentado.
-Terminemos de comer.
Jimin asintió y continuó comiendo hasta terminar todo el fideo del tazón, está vez dejó todo limpio y ordenado.
-¿Ya decidiste que ver?-preguntó Jimin.
-Elige tú.
-¿Estás seguro?
Namjoon se encogió de hombros y Jimin saltó de emoción e inconscientemente lo abrazó. El chico no tiene idea de lo que es el espacio personal, Namjoon se quedó estático sin saber qué hacer. Jimin se alejó de inmediato soltando una risita nerviosa.
-OK, veamos...¿Terror?
-No.
-Miedoso.
-Lo que tú digas.
-¡Ya sé!
-¿Qué?
-10 cosas que odio de ti.
-No puede ser...
-¡Siiiii!
Namjoon buscó la película en contra de su voluntad, mientras Jimin espera muy emocionado. Se sientan en el sofá a verla mientras comen palomitas. Y como es de costumbre, el vecino no dejaba de hablar.
-¿Sabías que se basaron en la comedia La Fierecilla Domada de William Shakespeare?
-Interesante.
-El auto rojo de Kat era realmente de Heath Leader, ¡que guapo es! Lástima que se murió.
-Okeeeeeey...
Jimin hablaba y hablaba sin parar, Namjoon no lo interrumpió jamás, definitivamente por más que quiera que se calle, nunca lo hace.
Mientras está hablando como un loro, el más alto toma un pequeño puñado de palomitas y se los mete en la boca a Jimin.
-¡Oyeeee!-se queja Jimin mientras intenta masticar todas las palomitas a la vez.
-Lo siento, no te callabas-replica Namjoon soltando una carcajada.
Jimin fingió enojo mientras comía las palomitas y luego se contagió de la risa de Namjoon. Era la primera vez que lo escuchaba reír de verdad. Sus ojos desaparecían y sus hoyuelos eran más notorios, Jimin se enterneció, en realidad le pareció atractivo.
-¡Te estás riendo!.
Namjoon no dijo nada, poco a poco dejó de reír mientras limpiaba una pequeña lágrima en uno de sus ojos a causa de la risa.
Despues se calmaron, Jimin se mantuvo en silencio antenta a la película, tenía sus rodillas pegadas al pecho, Namjoon estaba sentado a una distancia considerable.
"Odio como me hablas
Y tu forma de conducir.
Odio tu corte de cabello
Y lo que llegue a sentir.
Odio tus espantosas botas
Y que me conozcas bien.
Te odio hasta vomitar
Que bien va a rimar.
Odio que sepas pensar
Y que me hagas reír.
Odio que me hagas sufrir
Y odio que me hagas llorar.
Odio tanto estar sola
Que no hayas llamado aun,
pero más odio que no te pueda odiar
Aunque estés tan loco,
Ni siquiera un poco
Lo he de intentar."
Jimin recitaba de memoria aquel poema, era notoria la emoción que sentía, tanto que Namjoon escuchó pequeños sollozos, se dio cuenta que era más sensible de lo que imaginaba, se sentó un poco más cerca de él y comenzó a acariciar su cabello suavemente, dando pequeñas palmadas sobre su cabeza. No tiene idea de por qué lo hizo, sólo ya no quería que siguiera llorando.
-Me encanta esta película-comentó Jimin mientras limpiaba las lágrimas de su rostro-soy ridículo, lo sé, llorando como tonto por dos personajes ficticios.
-Ya, ya...
Terminó la película y Jimin tenía los ojos y nariz roja de tanto llorar. Limpió su rostro y le regaló una sonrisa a Namjoon, quien le corresponde con otra sonrisa.
Una vez listo todo, Jimin se despide de Namjoon.
-Gracias por soportarme hoy, la pasé muy bien.
-No me quedó de otra, llorón.
-¡Eres malo!
-Ya, ya, si eres llorón pero también la pasé bien.
-¿En serio? ¡Hay que repetirlo todas las semanas!
-No.
-Anda, ¡viste! ... Admitiste que la pasaste bien hoy, tenemos que repetirlo.
-OK, tal vez... Otro día.
Jimin saltaba de emoción, se despidió y le dio un beso a la mejilla, tuvo que ponerse en puntitas para alcanzarlo.
-Buenas noches.
-B-buenas noches.
El chico ya había salido de su departamento y Namjoon se tocó la mejilla en donde le había besado. Muchos de pensamientos invadieron su mente, no estaba claro, él siempre ha sido muy duro con Jimin, siempre lo ignoraba, en realidad no le agradaba. En tiempo... ¿pasado?.
Ahora se está dando cuenta que no es tan desagradable como parece, podría pensar que es hasta... ¿Tierno?.
Sacudió su cabeza para disipar todo pensamiento, no quería pensar nada más, en realidad le aterraba la idea de que el pudiera estar sintiendo algo por su vecino. Imposible. No puede. Intenta convencerse así mismo de aquello. Es un chico.
Apaga la televisión, ordena la sala antes de dirigirse al dormitorio, nota que Jimin dejó su almohada y se dice así mismo que se la devolverá al día siguiente, va al baño a cepillar sus dientes y se acuesta en la cama. Se mantiene unos minutos observando al techo, aún no lo entiende, hay algo dentro de él que se siente diferente. Se vira de lado y se aferra a la almohada de su vecino, tiene su aroma, un tanto dulce y fresco a la vez. Prefiere dejar de pensar y se duerme por fin, deseando que en mañana siguiente, aquellos pensamientos se hayan esfumado por completo.
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