— Hoseok, solo quedan cuatro días para perder a Jimin por siempre.

— Aun no es tarde, esta navidad quizas el...

— No, ya no Hoseok este año yo no ire a la aldea, ya acepte que no estoy destinado a tener una pareja, ya hablé con mamá y me dijo que estaba bien si no quería ir.

— Hablando de eso yo...ya estoy listo para ir esta navidad — Sentí un gran vacío en mi interior al escucharlo.

— Estoy muy feliz por ti, espero y quién te elija te ame demasiado.

— Hay un problema, no quiero dejarte solo.

— No te preocupes por mi, estaré bien.

— Te prometo que vendré a visitarte.

— Pero no lloré — Nos dimos un abrazo pero sin querer empecé a llorar, no puedo evitar sentir una sensación de abandono.

— Lo siento, no puedo evitarlo eres uno de mis hermanos más cercanos.

— Pero no te despidas todavia falta para eso.

— Hola mis hijos, Cuál es el motivo de su abrazo.

— Nada madre, cosas de hermanos.

— Muy bien, Jungkook puedes hacerme un favor, quiero que vayas al bosque a conseguirme flores de Nochebuena, es para decorar nuestro árbol navideño.

— Si madre, enseguida iré.

— No tardes Jungkook.

— Me tengo que ir, hablaremos más tarde Hoseok, adiós.

Vuelo al bosque a buscar las flores que me pidieron, son muy difíciles de encontrar en este bosque, en mi pico cargaba la canasta donde llevaría las flores, decido buscarlas con mi aspecto humano, camine por un largo tiempo hasta que al fin di con ellas.

— Hay muchas Nochebuenas en este jardín, bueno Jungkook es hora de recolectar.

Voy cortando las flores con delicadeza y las coloco en el canasto, al estar muy concentrado en lo que hacía no me percató que no estaba solo en el lugar.

— Hola, ¿Quien eres?, Nunca te he visto por aquí.

Yo sé perfectamente de quién le pertenecía esa voz, está detrás de mi, siento su mirada en mi, esto es muy malo, no puede ver mi aspecto físico hasta que llegue el día de la ceremonia si me eligen claro.

De la impresión deje caer el canasto con las flores, me voy levantando del suelo poco a poco sin voltear atrás, mi cuerpo está temblando de nervios, porque me tuve que meter en esta situación y porque justo tenía que ser Jimin.

Es la primera vez de todo corazón que no quiero ver a Jimin pero aquí estaba muy pero muy cerca mío, solo había una forma de salir de ahí.

— ¡¡Oye!!, ¿A dónde vas?, No voy a hacerte daño.

Cómo todo un cobarde salí corriendo, no puedo convertirme en ave si él me está viendo corriendo tras mío, por pensar tanto choque con un árbol en la cara cayendo a la nieve.

— ¡¡Auch!!, Duele...— Me sobe mucho mi frente realmente me pegue muy fuerte.

— Encerio corres rápido y algo torpe aparentemente, déjame ver el golpe, debe dolerte mucho.

—  N-no, así está bien gr-gracias, solo alejate, cada quien por su lado y finjimos que nunca nos vimos.

Le dije esas palabras con mi rostro tapado por mis manos, a través de mis dedos lo espió estába en cucliyas frente a mi.

— Ya nos conocimos, no puedo fingir no haberte visto, déjame ver tu cara.

Sugeta mis manos y las aleja de mi cara lentamente, hasta que pude ver de cerca su cálida sonrisa, mi cabello tapa un poco mi visión pero después lo ví más claramente cuando de forma tierna aparta mis mechones de cabello de mi cara.

— Tienes unos muy bonitos ojos color avellana y parece que el golpe que recibiste no fue nada grave — Tocaba mi frente y acariciaba mi cabeza.

— Dime, ¿De dónde vienes?.

— Yo...—  Ahora que debería de decir — Vengo de una aldea algo alejada de aquí, vine por unas flores de Nochebuena pero ya estaba por irme.

— ¿Viniste de una aldea muy lejana con esa ropa tan delgada?, Acaso quieres pescar un resfriado — Estaba temblando por dos motivos, la primer por los nervios de tenerlo de frente y la segunda porque si me moría de frío, ya pasé mucho tiempo como humano.

Sorprendentemente Jimin me cubre con su abrigo y me abraza dejando posar mi cabeza en su pecho.

— Debes estar congelandote, tus manos están muy frías, me quedaré así hasta que entres en calor, mi nombre es Jimin.

Ya lo sé mi amor imposible, te conozco desde que naciste pero no puedo decirte eso, aunque quisiera decirte más cosas.

— Mi no-nombre es ...— No lo hagas, no lo hagas....— Jungkook — Lo hiciste.

— Muy lindo nombre, encaja perfecto en ti — ¡¡Dijo que soy lindo!!.

— Debes estar loco como yo para buscar  flores de Nochebuena.

— Si lo...estoy— Dije soñoliento.

Por muy loco que suene, cuando escuchaba sus latidos mientras acariciaba mi cabello y sentir su cálido cuerpo, me estaba dando mucho sueño y me sentía muy tranquilo, hasta que me dormí.

Cuando desperté, estaba en una pequeña cabaña, en una de las mesitas estaba mi canasta con las flores en ella, y a lado una carta, aún tenía el abrigo que me puso, lo busque con la mirada en cada rincón pero no estaba.

Abro el sobre y comienzo a leer su contenido.

" Hola Jungkook, te quedaste dormido en mi regazo y no quise molestarte, decidí traerte cargando a mi pequeña cabaña, no te espantes, está alejada de mi aldea, si te llevaba conmigo pensaran que trage a un enemigo y no quería eso "

"  Recogí tu canasta con flores de Nochebuena y terminé de recolectarlas por ti, prepare un vaso con chocolate caliente para cuando despertarás, espero y siga caliente, sobre mi abrigo es todo tuyo, tómalo como un regalo de mi parte".

"Y otra cosa más, me gustaría invitarte a nuestro pequeño baile que haremos en la aldea está noche antes de que regreses a tu aldea, hablaré con mis padres para que cuando llegues no te traten como un extraño sino como mi invitado".

" Para que no se te complique llegar, te voy a esperar en esta misma cabaña en la noche, espero y puedas asistir".

" Atentamente....Jimin....".

Debo estar soñando, el chico que me gusta me está invitando a un baile y no es cualquier baile, siempre he querido ir a uno de esos eventos, la gente se divierte como nunca y encienden el árbol de Navidad, pero...

No es correcto que vaya, ¿o si?.