veinte
Las semanas habían pasado casi volando para JiMin, suponía que es lo que pasaba cuando te encontrabas en paz mental disfrutando de cada uno de los días. No estaba en época de exámenes, pero ya la estaba rozando con los dedos. Sabía que tendría que esforzarse muchísimo, tenía que ser el mejor de los mejores para que a la hora de las prácticas las instituciones lo quisieran a él.
El omega quería estudiar veterinaria, pero no para lo que posiblemente cualquier persona se imagine, iba un poco más allá. A pesar de que todos tenían el alma partida entre humano y lobo; solo una parte de la población era capaz de cambiar su forma, y aunque era algo que se podía practicar y estudiar, la mayoría de veces se trataba de algo genético y que venía contigo de nacimiento. ¿A qué venía todo eso? Pues JiMin lo que quería era ayudar a los cachorros cambia formas a aprender todo sobre su estado en forma animal.
Trabajar en una clínica y poder ayudarles en cada una de las complicaciones que se te presentaban al tener esa capacidad y no saber manejarla.
>> El 22 de noviembre tengo el primer examen. << Pensó ojeando su agenda, decorada con varios stickers de colores y plumones pasteles. Una sonrisita se le escapó al ver en una esquina de la hoja la letra de su hyung "tu novio te quiere mucho y confía en que lo harás genial :) "
Con sus mejillas calentitas y calidez en su interior acaricio por encima de las letras; era absurdo lo enamorado que se sentía del pálido. En su anterior relación creyó sentir cosas grandes por el alfa moreno, pero a día de hoy apenas se daba cuenta de que era un gran aprecio... no podía siquiera comparar lo que cada uno de ellos le hacía sentir.
Volviendo a concentrarse en su agenda, volteó varias páginas para ver hasta cuando tendría exámenes; no esperó con encontrarse con un " primer día de celo " por ahí escrito. Oh, el celo.
Ahora si que sus mejillas se sonrojaron en demasía, él no era vergonzoso de esa manera, veía el sexo como algo natural y de lo que había que disfrutar; pero el pensar que tendría la posibilidad esta vez de pedir ayudar a Yoongi... aquello le hacía estremecer de mil maneras posibles, su lobo poniéndose inquieto inevitablemente.
Pareció haberle manifestarlo, puesto que pronto su teléfono vibró encima de la mesa de la biblioteca con un mensaje del mayor. " Mimi, tengo que quedarme hasta tarde en la cafetería... aún hay cosas que sunbaenim no sabe, así que tengo que ayudarle... lo siento. "
Ambos habían acordado en ir ese día a cenar juntos al lugar donde fueron a comer el día que se confesaron el uno al otro; y claro que le hacía sentir un tanto triste que su plan romántico fuera cancelado en el último momento... pero JiMin sabía que no era culpa del alfa. Así en vez de deprimirse, decidió buscarle algún tipo de solución.
A estas alturas de la tarde - casi noche- aunque se encontrase en la biblioteca, no podía concentrarse durante mucho más tiempo, así que era hora de irse. El rubio recogió sus cosas de la manera más silenciosa posible, colgándose su bolso en el hombro y por supuesto despidiéndose con su mano del hombre que se aseguraba de que el lugar estuviera en paz y tranquilidad; de lo usual que era para el omega ir allí, ya lo reconocían.
Para la suerte del joven estudiante, la nueva cafetería se encontraba mucha más cerca de lo que la anterior lo hacía; así que ir a ver su pareja no era algo cansado o que supusiera esfuerzo. Su plan consistía en estar allí, esperar a su hyung el tiempo necesario e ir con él a cenar aunque fuera a un lugar 24 horas. Estaba bien con cualquier cosa, con pasar tiempo con él era más que suficiente.
YoonGi estaba limpiando un par de mesas, eran casi las nueve de la noche... si todo hubiera salido como lo planeado pues estaría a punto de salir por esa puerta para encontrarse con el chico de mejillas regordetas frente a la puerta; listos para ir a celebrar su "mesiversario".
Pero bueno, no podía ser... solo esperaba que el rubio no se sintiera demasiado decepcionado.
La campanita de la entrada sonó, y él ya estaba con una sonrisa agradable puesta en su rostro para dar la bienvenida al nuevo cliente; esta misma solo hizo agrandarse en cuento pudo divisar los cabellos rubios ondulados. -- ¿JiMinie? ¿Qué haces aquí? -- Inquirió con ilusión mientras se acercaba al nombrado, guardando la bayeta con la que había estado limpiando en el bolsillo del delantal de uniforme.
-- Vengo a esperarte mientras haces lo que tengas que hacer, no iremos a nuestro lugar especial, peeero, seguro que hay otro sitio donde podamos ir. -- Le propuso.
Las pequeñas manos se encontraron rápidamente en las mejillas pálidas del mayor, acariciando estas con cariño; aunque en realidad tuviera gana de besarlas... pero no creía que fuera oportuno hacer eso en su horario de trabajo. -- Claro que sí, encontraremos un nuevo lugar que nos guste, seguro. -- Asintió el albino, mostrando sus dientes perlados y encías al sonreír completamente.
De verdad que aún estaba asombrado por haberse topado y haber conseguido conquistar el dulce corazón de ese joven, un omega tan bonito, maduro y alegre como lo era Park >> Te estabas preocupando por nada, obviamente Mimi no se iba a enojar por eso. << Se reprochó a si mismo.
-- YoonGi-ssi ¿hace falta qu- -- Un hombre más mayor que ambos se estuvo acercando al nombrado mientras miraba su teléfono, parando en seco al alzar la mirada. -- Oh, lo siento, estás ocupado. --
-- No se preocupe, YoongSoo sunbae. -- Con delicadeza apartó una de las manos de Park de su cara, para poder entrelazar sus dedos y acercarlo al desconocido. -- Él es JiMin, mi omega. -- Presentó
El beta abrió sus ojos con sorpresa; una vez más en la historia, nunca pensó que YoonGi tuviera un omega como pareja... y siendo una persona sin lobo, no es como si tuviera facilidad para captar los aromas que seguramente el albino tuviera mezclados al pasar tanto tiempo con el menor. El joven recientemente presentado hizo una reverencia mientras sonreía; por supuesto sin soltar mano de su hyung. -- Un placer, YoongSoo ahjussi. --
Es la primera vez que JiMin lo veía en persona, pero claro que su pareja le había hablado sobre él. Ese hombre se trataba del hermano de su antiguo jefe, al cual estaba ayudando para que todo en la cafetería fuera igual de bien que en la otra. El de mejillas adorables estaba bastante agradecido con el más mayor, porque a pesar de necesitar de YoonGi bastante, lo trataba muy bien, muy muy bien.
-- Un placer conocerte también. -- Respondió igual de sonriente, incluso haciendo una reverencia de igual forma aunque no fuera su deber como adulto.
-- Bueno, puedes esperar en la mesa que quieras, JiMin-ah; las de las ventanas están todas libres menos una, así que puedes sentarte allí, sé que te gusta. Voy a tratar lo menos posible y nos vamos ¿Si? --
Park asintió con su cabeza dejando un caricia en la mano ajena con su pulgar; los dos compartiendo una mirada cómplice llena de cariño, una con la que incluso consiguieron que YoongSoo se derritiera antes de volver al trabajo junto al pálido.
¿Dónde habían acabado? Pues en un centro de recreativos subterráneo donde también hacían pizzas. No es como si fuera un día de fin de semana, de hecho se encontraban en un miércoles; por eso fue tan sorprendente para YoonGi ver a tantísimos jóvenes y adolescentes allí bebiendo cerveza y jugando con las máquinas.
-- ¿Te asustan, hyungie? -- Preguntó en una suave risa el rubio, haciéndolo un poco más cuando el alfa negó con su cabeza efusivamente con sus mejillas sonrojadas. -- Parece que estos chicos no irán mañana a clase. --
-- ¿Estás incómodo? Tal vez podríamos salir mañana en vez de hoy. -- Inquirió el alfa mirando a su alrededor, algunas personas ya estaban con sus ojitos puesto en Park; era bonito, mucho... y la gente parecía notarlo demasiado rápido.
El omega negó, pareciendo en realidad bastante contento por estar en ese lugar. JiMin no había vivido alguna vez este tipo de noches de locura adolescente. Siempre había vivido siendo muy responsable con sus estudios y deberes como para estar en estos lugares a estas horas... sus padres se gastaban mucho dinero desde Busan para que él en Seúl consiguiera su sueño academico, no quería defraudarlos de ningua manera.
Por eso, estar hoy allí era mucho más especial de lo habitual para él, era la primera vez que hacía algo así... a pesar de que también tenía al día siguiente clase. ¿Lo mejor? Obviamente también era la primera vez estando en aquel lugar para YoonGi, no era un misterio que el mayor no había tenido amigos como para hacerlo.
Cumplir nuevas experiencias junto al alfa albino le ponía extremadamente feliz. -- ¿Y si pedimos una cerveza? -- Inquirió de forma juguetona el de labios abultados, sorprendiendo completamente a su alfa.
-- ¿S-seguro? No estoy acostumbrado a beber, y-y bueno, mañana yo tengo el día libre, pero tú tienes clase y- -- Yoon tuvo que parar de hablar cuando un puchero estratégico se había formado en los belfos de su chico. -- Vale, vale, lo pillo... iré a pedirlas. -- Rió rendido el pálido.
JiMin sentía su corazón latir al ritmo de la música que se escuchaba a un volumen más alto de lo que sería una pizzeria normal, incluso habían jóvenes bailando... desde luego era un lugar peculiar. Con su barbilla apoyada en la palma de su mano miraba como el mayor estaba pidiendo sus bebidas en la barra, además de sus pizzas.
Las luces neones moviéndose de lado a lado hacía que esto se viera como una cita loca adolescente, esas las cuales nunca había tenido... y ahora su alfa el cual era la persona más correcta y buena del mundo le estaba ofreciendo. Era como estar con el badboy, pero sin todo lo malo del badboy ¡completamente fantástico!
-- Aquí tienes, JiMinie... -- Dijo dándole la jarra de cerveza fría.
-- ¡Brindemos hyung! Hoy hacen dos meses que el alfa más lindo se me declaró. --
YoonGi sintió sus mejillas sonrojarse, sabiendo que aquel cumplido iba directamente para él. Aún no estando seguro de si esto era lo mejor, el albino alzó su jarra para juntarla en un "chin" con la del contrario; después dándole un gran trago a la bebida sin esperar ese sabor, por el cual acabó arrugando la nariz.
Esto le sacó una risa al más bajo, quien también bebió, sabiendo qué sabor tenía la cerveza puesto que no había ido alguna vez de fiesta o algo así; pero si la había probado junto a sus amigos más mayores.
Las pizzas no habían tardado demasiado en llegar, ambos compartiendo trozos con el otro para poder probar de las dos de diferentes sabores. Tenían que hablar de manera un tanto elevada para poder entenderse encima de la mesa; en cualquier otra situación esto posiblemente hubiera sido de lo más incómodo para YoonGi, pero JiMin hacía que el momento fuera agradable, mucho.
El rubio jugueteaba con él entrelazando sus pies por debajo de la mesa, robándole bocados de su trozo de pizza, otras veces dándole besitos cortos espontáneos que le hacían suspirar; y ni hablar una vez la comida se había acabado. El jovencito lo había arrastrado hasta las máquinas recreativas, siendo ya la tercera cerveza la que llevaban en la mano. No es como si estuvieran borrachos ni mucho menos, pero si que el pálido se encontraba más suelto de lo que era habitual.
Park estaba muy feliz de que su cabeza le estuviera dejando ser un joven normal por primera vez, no autoexigiéndose como siempre solía hacerlo; y sobre todas las cosas feliz por compartir el momento con su mayor; quien ahora lo sujetaba de la cintura mientras él estaba jugando a uno de las máquinas recreativas.
JiMin sujetaba una pistola para matar a monstruos deformes en la gran pantalla, compitiendo con un desconocido el cual les había invitado a una ronda. Algunas personas más que el alfa suponían que pertenecían al grupo de ese chico estaban allí alrededor suyo animando a su pareja; todo por molestar entre risas a su amigo, esto siendo más agradable de lo que YoonGi podría haber imaginado jamás.
¿Quién le iba a decir que en una celebración romántica con su chico iba a terminar riendo a carcajadas con muchas más personas que no conocían de absolutamente nada?
-- ¡Hyung! ¿Eso no fue increíble? ¡Debemos de volv- -- Antes de que el pequeño pudiera terminar la frase sus pies tropezaron con algo mientras cruzaba el salón de su hogar a oscuras. -- Ouch. -- Se quejó antes de reír y que el pálido encendiera la luz del pasillo.
-- JiMinie ¿por qué no encendiste la luz? -- Regañó de la manera más adorable posible al menor, agachándose en la alfombra donde él estaba para ayudarlo a levantarse. -- Fue increíble, sí... me alegro mucho de que nuestra cita resultase así de divertida. -- Dijo totalmente honesto, sonriéndole al contrario en esa luz tenue que les llegaba del pasillo. -- Ahora, omega precioso, es hora de ponerse de pie e ir a la cama. --
Park estaba oyendo lo que el alfa decía, pero no le estaba prestando atención a las últimas palabras, lo único en lo que podía estar atento eran en como sus finos labios se movían al hablar; y en como de alguna manera estaba emocionado por imaginar que aceptase en ayudarle en su momento de celo.
Sin pensar demasiado, estiró su brazo para tirar de la muñeca del peliblanco, así haciendo que quedase encima suyo, con sus manos a cada lado del rostro del más bonito omega que pudo conocer. -- ¿Mimi? -- Preguntó nervioso, no sabía qué estaba pasando en la cabeza del universitario más joven.
-- YoonGi hyung, gracias por no rendirte y esforzarte desde que nos conocimos hasta hoy, me gustas mucho. -- Murmuró con sus mejillas sonrojadas, no por vergüenza, pero si por las cervezas que había bebido antes. -- Me haces muy feliz, y me siento tonto porque cada vez quiero más de ti. --
-- ¿M-más? -- Desde arriba a no demasiada distancia Yoon lo miraba con una expresión confusa, conectando sus ojos felinos con los del contrario.
El rubio asintió, relamiendo sus belfos voluminosos mientras alzaba su mano izquierda con lentitud por el torso ajeno. -- Más, mucho más. -- Con su pulgar JiMin acarició la longitud del cuello del pálido de abajo hacia arriba, hasta que este llegó hacia sus labios.
Muchas veces estaba a una distancia corta con el más joven, después de todo la mayor parte de la semana dormían juntos y la gran mayoría de veces abrazados, también se habían besado muchas veces; y ahora siquiera tenía sus labios sobre los ajenos pero ya se sentía más atontado que nunca. ¿En qué momento se había visto envuelto en el aroma a frambuesa y chocolate?
El de cabellos blancos tenía a su lobo más despierto que nunca antes en el día, pidiéndole; o más bien exigiéndole que se lanzase de una vez; porque el pulgar que ahora mimos estaba paseándose sobre sus labios lo estaba revolucionando por completo. Fue la mezcla de todo posiblemente, de los pedidos de su lobo, del delicioso aroma y las cuatro cervezas, que Min terminó por acortar la distancia que lo estaba matando de alguna forma.
Park tenía tantos encantos que le parecían incontables; que sus besos fueran adictivos era uno de ellos. La boca del mismo se entreabrió para darle profundidad al acto, dejando salir un suspiro placentero cuando sintió al alfa acomodarse entre sus piernas. -- Gigi... --
Al haber tenido otra pareja antes que había sido medianamente duradera; el omega ya había experimentado besos como estos, pero como siempre, con YoonGi se sentía completamente diferente a los esperado y vivido. El aroma dulce del alfa solo le hacía querer más en vez de marearlo por completo como solía pasar con el de los demás alfas.
Las pequeñas manos se enredaron detrás de su nuca, entrelazando sus dedos entre las hebras blancas y suaves y tironear de vez en cuando de la manera más delicada. Tenía como novio a un tipo agradable, gentil y tímido; del cual ahora estaba conociendo una faceta nueva.
Mientras que el antebrazo diestro del albino había permanecido a un lado de su cabeza aún, su otra mano viajó por todo el contorno de su precioso cuerpo, acoplándose al final en su cintura. Sorprendiendo al más mayor, las piernas de Park estuvieron más pronto que tarde rodeando sus caderas, apretándole hacia su cuerpo. -- C-calor... JiMin, est- -- Jadeó bajito sintiendo como su respiración se volvió pesada por momentos, siendo interrumpido.
-- Es normal, está bien, somos novios... quiero más como ya te dije. Además... u-uhm, en menos de un mes es mi celo y te quería preguntar si lo pasarías aquí conmigo... --
Incluso cuando Min se encontraba un tanto atontado por todo lo que estaba pasando, sus ojos se abrieron en sorpresa, teniendo una explosión de emociones por dentro, pero sobre todo sintiéndose dichoso de que el omega le estuviera pidiendo algo como eso. Era tanta la felicidad y emoción que no había lugar ahora mismo como para sentirse inseguro. Se lo había demostrado muchas veces, pero ahora sabía que definitivamente JiMin lo veía como un alfa, como su alfa capaz de cumplir su papel y ayudarle con sus necesidades y deseos. -- Sí, por favor, sí. -- Dijo exasperando, antes de volver a pegar sus labios aún con más ímpetu; no durando demasiado esta vez antes de que ambos pegasen sus frentes. -- Ahora levántate, Mimi, quiero seguir con los besos, p-pero en la cama, no quiero que te duela la espalda mañana. --
El rubio rió regalándole unos cuantos de besos efímeros más antes de levantarse de la peludita alfombra del salón. -- Vamos, príncipe, yo también quiero seguir con los besos. -- Canturreó tironeando de la muñeca de su hyung arrastrándole hasta la habitación; completamente feliz de que haya aceptado su invitación y de que su relación creciera un pasito más.
¡Hola, angelitos! Espero que hayáis disfrutado del capítulo y que todos estéis bien. He de decir que no creo que meta algún tipo de smut en esta historia, lo digo para que no lo esperéis, lo siento mucho. u-u <3 espero que no os decepcionéis.
Os quiero, cuidadse mucho ¿Si?
160222. Kisssuuu.~~
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