siete
-- Podría llevarme el día entero besándote y estando en la cama contigo... -- Murmuró el alfa, que tenía apresado entre sus brazos a su pareja, quien por desgracia; o no, sonrió sintiéndose un tanto incómodo.
A JonGin le encantaban estos momentos, pero el rubio sentía la necesidad de hacer otras cosas también. No es como si estuvieran en la cama haciendo cosas indecentes, ellos no habían sobrepasado esa línea porque el moreno estaba respetando totalmente el tiempo que el de mejillas abultadas necesitaba. Pero, si que le gustaba estar en el colchón, inundando la habitación con su aroma para impregnar el cuerpo del rubio.
JiMin a veces incluso salía mareado de allí. Al principio pensaba que era algo normal, un alfa estaba soltando su potente aroma a su alrededor; tal vez era un síntoma normal, más aún en el caso de el omega, que vivía en un hogar donde no había algún alfa.
Esa idea es la que había tenido siempre en la cabeza, por lo menos hasta que otra hipótesis hizo acto de presencia. Hacía unos días que había visto al alfa pálido, y por primera vez, había podido detectar sin esfuerzo alguno su aroma, y es que el olor a fresas y canela no le había mareado ni le había dejado una sensación de fatiga en su cuerpo. Algo bastante diferente a lo que pasaba con la fragancia a sidra y jengibre de su chico.
-- JonGin-ah, no me voy a escapar aunque me sueltes. -- Bromeó el más bajo acariciando las manos que tenían capturada su cintura, escuchando como el nombrado reía con suavidad en su oído, donde dejó un pequeño mordisco. -- ¿Te estás enterando de algo de la serie? Después no me pidas que te cuente que pasó en estos capítulos... --
-- Pero Jiminie. -- Se quejó en un tono infantil, ocultando desde detrás su rostro en el cuello ajeno. -- Es que tenerte aquí conmigo es más interesante que cualquier historia de ficción que- --
Dos golpecitos en la puerta de madera, la cual estaba cerrada, provocaron que el chico dejase de hablar, esperando que la persona que había llamado, pasase. -- Gin, estaba a punto de hacer la cena, pero faltan cosas ¿Te importa ir a comprar con JiMin? -- Pidió el padre omega del moreno. -- Mandaría a papá, pero está limpiando la casa. --
-- ¡Claro que sí, señor Kim! Iremos encantados. -- Aquello había sido como la luz que el rubio estaba esperando, estaba en serio deseando salir de esa habitación que lo tenía mareado.
Por eso mismo se puso en pie, zafándose así de los brazos de su novio para colocarse los zapatos. Obviamente, ante esto, JonGin suspiró, no estando molesto con su padre, pero si frustrado porque deseaba tener un poco de más tiempo junto al chico que tanto le gustaba. Últimamente no habían podido verse demasiado, aunque era su culpa.
JonGin estaba estudiando danza contemporánea, y la realidad es que pasaba demasiadas horas diarias ensayando; era su culpa no poder tener tanto tiempo para su menor, por eso es que le gustaba disfrutar al máximo los pocos momentos que tenían. -- Sí, papá, no te preocupes. Envíame en un mensaje que tenemos que comprar y en seguida lo traemos. -- Dijo al final el moreno, poniéndose de pie también, dejando un beso en la frente de su padre y dirigiéndose al baño para peinarse un poco antes de salir.
-- Minie, disculpa, en serio. Sé que dijimos que hoy sería una tarde total para nosotros en la habitación, pero ya sabes... --
-- Gin, está perfecto, estamos juntos ahora también ¿no? -- El de mejillas abultadas sonrió dejando un suave apretón en la mano del contrario, la cual tomaba mientras andaba.
Bueno, Kim daba gracias por tener una pareja que fuera tan maduro y comprensivo. Es que ese omega era la persona más preciosa que había conocido en la vida, desde la primera vez que lo vio, quiso tener algo más que una amistad con él, de hecho nunca intentó ser su amigo sin más, le encantaba.
Acababan de bajarse del auto del mayor, ahora entrando en el amplio centro comercial. -- ¿Cómo van las clases, Gin? -- Inquirió el rubio mientras andaban con tranquilidad.
-- Bien, sabes que bien. El baile es mi vida, espero que todo el esfuerzo que le ponga sirva de algo. Mis padres dicen que debería de presentarme a una agencia o algo así, pero yo en serio creo que ya soy algo mayor para debutar, así que no creo que sirva de nada. --
-- Bueno, tal vez es tarde para ser idol, pero ¿Qué tal bailarín? Es lo tuyo, lo haces genial. --
Aquellas palabras hacían que su pecho se sintiera cálido, Park siempre sabía como hacerle sentir de la mejor manera, y lo apreciaba con todo su corazón. -- Sí, tal vez deba de informarme e intentarlo, cariño. --
Con una gran sonrisa el más bajo abrió sus labios para contestarle, quedándose las palabras atascadas en su garganta en el momento que una suave pero profunda voz se coló por sus oídos, poniéndole totalmente alerta.
-- ¿JiMinie? B-buenas tardes. -- Saludó el de piel pálida, abrazando la libreta que tenía entre sus brazos.
La sonrisa que ahora el alfa albino le estaba regalando estaba dejando estragos en su cabeza ¿Cómo podía un alfa ser tan sumamente lindo? JiMin tenía ganas de envolverlo con una manta y dejarlo en una vitrina de cristal, en serio. -- Buenas tardes, YoonGi hyung. ¿Qué hace aquí? -- Preguntó mostrando sus dientes en una gran sonrisa.
-- Pues soy voluntario en varias asociaciones, hoy estoy aquí haciendo una recolecta de alimentos. -- Explicó señalando las varias cajas de cartón que tenía a sus espaldas, estaban prácticamente llenas de comida. -- ¡S-si participáis entráis en un sorteo! --
La situación le ponía tenso, demasiado. A pesar de que su novio estaba allí, todavía sosteniendo su mano, es como si ahora fuera un fantasma y JiMin solo tuviera ojos para el pálido. El joven le sonreía hacia ese hyung como si fuera lo que más brillase ante sus ojos, y obviamente le hacía sentir extrañamente inseguro.
Odiaba el hecho de tener ese sentimiento metido en su cabeza, YoonGi no le había hecho nada malo, además estaba claro de que era una buena persona. Se estaba esforzando demasiado en controlar sus negativos pensamientos. -- ¿Y qué se sortea? -- Inquirió ahora él, intentando que esos dos que parecían en su burbuja lo tuvieran en cuenta.
-- A-ah, pues... -- Ante la voz del otro alfa, se había puesto un tanto nervioso. Patético, tú mismo eres un alfa también; pensó Yoon antes de relamer sus labios, intentando mantenerse en calma.-- Estamos sorteando una cesta de cremas hidratantes y bombas de baño. No es mucho pero... tampoco tenemos demasiado presupuesto. --
-- Está bien, hyung. Apúntame, en la libreta. JiMinie y yo vamos a entrar a comprar algunas cosas para la cena, compraré algo más y te lo traeré. -- Dijo JonGin colocando su brazo derecho por encima de los hombros del más joven. -- ¿Participarás también, mi amor? --
-- Claro... en seguida salimos Gin y yo con las cosas para contribuir, hyung. --
YoonGi asintió con una sonrisa de labios cerrados. No sabía si estaba disimulando bien o no, pero la realidad es que ver como estaban pegados el uno al otro le estaba removiendo algo por dentro. La real cuestión era ¿Qué esperaba? Era pareja.
Alguien como Park se merecía una alfa como ese; un chico alto, atlético, con don para socializar y con un aroma potente. La vida era así, y aunque pensaba que se había acostumbrado, parecía que ese malestar que lo consumía cuando los veía juntos, no iba a desaparecer. -- Estaré esperándoos justo aquí. Muchas gracias. --
El albino hizo una reverencia corta, volviendo a abrazar su libreta mientras veía como la pareja entraban en el supermercado. No, definitivamente no tenía demasiado que hacer al lado de alguien como Kim JonGin.
-- Ya estoy en casa... -- Avisó en voz alta el pálido mientras se quitaba los zapatos en la entrada. Estaba demasiado cansado, y a lo mejor, solo a lo mejor, un poco bajo de ánimos.
Tan pronto como se adentró un poco más por su hogar, pudo escuchar las risas de su hermano junto a las de alguien más, alguien que hacía demasiado tiempo que no veía, pero se moría por abrazar. Por eso mismo, en cuanto fue consciente de a quien pertenecía esa melodiosa voz, correteó por el pasillo hasta llegar a la cocina.
Allí estaba ella, no se lo podía creer, pero sí, allí se encontraba. -- ¡Jennie! ¡Estás aquí! ¡Aquí, aquí, aquí! -- El alfa corrió hasta ella para apretarla entre sus brazos, algo extraño, puesto que a él le avergonzaba ser el primero en demostrar cariño físico, pero no con ella.
-- Lo estoy ¿Tanto me extrañaste? Solo fue una año y medio, oppa. -- Dijo entre risas la castaña, apretando al mayor en un abrazo, al que pronto también se unió el mayor de los hermanos.
-- ¡Nuestra Jennie está aquí! -- Gritó EuiJin dando unos saltitos.
-- ¡Me estáis despeinando, un momento! --
La chica entre risas se apartó de ambos hermanos Min, que ahora la miraban con ojos brillantes, esperando pacientemente que les diera permiso para abrazarle de nuevo. -- Bueno, un abrazo más y comenzamos a cocinar. -- Y de esa manera, de nuevo tuvo a los dos alfas albinos rodeándole.
Jennie era una beta a la cual habían conocido hacía ya unos largos años. El padre de esta era el dueño de una de las mayores empresa Surcoreanas, aún así, era alguien humilde, por lo que hacía muchos actos benéficos. En estos es donde YoonGi había conocido a la chica, así presentándosela a EuiJin cada vez que este le pasaba a buscar.
En ningún momento pensaron que iban a desarrollar esa fuerte amistad. La castaña había sido un fundamental punto de apoyo para el menor de los hermanos Min, en esos años prácticamente solo los había tenido a ella y a su hermano.
Fue una gran decepción cuando la joven tuvo que irse durante casi dos años fuera de Asia, el señor Kim había considerado bueno para la carrera de su hija como modelo que se fuera a Europa. Por eso mismo había estado ese tiempo en Francia, aprendiendo demasiadas cosas que le habían hecho crecer en la industria del modelaje.
-- Eres la beta más famosa de toda Corea... ¡Jen! Eres considerada más bella que muchas omegas. -- Halagó YoonGi tomando las manos de su amiga, mirándola con ojos brillantes. -- Estuve mirando todos tus reportajes y-.... te extrañamos mucho... --
-- Oppa, yo también los extrañé, sabéis que sois mis únicas amistades, aunque he de decir que allí en Europa conocí también a personas interesantes ¡pero nadie compara a mi lindo oppa con carita de felino!-- Bromeó pellizcando la nariz de YoonGi, definitivamente sí, había extrañado a ese chico.
La beta agradecía haberle conocido, era la primera persona que no se acercaba a ella por interés, pertenecía a una familia de dinero; y eso tenía muchas cosas buenas, y malas también. Pero bueno, la vida le puso en medio a los hermanos Min; y con eso estaba más que contenta.
-- Mamá y papá están de cita romántica, así que nos toca cocinar. Jen se queda a dormir. -- Anunció el pálido mayor sacando la sartén de uno de los cajones. -- ¿Por qué no le cuentas mientras cocinamos que has conocido a un omeg- --
-- ¡Hyung! -- Chilló avergonzado, dándole un suave golpe en el hombro.
Kim no lo podía creer ¿Su mejor amigo había conocido a alguien? Oh Dios... eso era absolutamente genial. -- YoonGi oppa, tienes que contarme todo ¿Tienes fotos suyas? ¿A qué huele? ¿Le gusta la pastelería? ¿Lo conociste en el trabajo? ¡No! ¿En clase? ¿¡Dónde?! --
-- J-Jennie... tranquila. -- Dijo riendo con suavidad al percibir la gran emoción de la joven. Bueno, había llegado un poco desanimado a casa, pero sin duda esto le había a ayudar a levantar sus ánimos de manera considerable. -- Se llama Park Jimin, y aún no me he atrevido a olfatearle... aunque estoy deseando conocer su aroma... --
Comenzó a contar, muriendo de vergüenza al ser consciente de como su hermano sonreía al escucharle; y la castaña lo miraba con ojos soñadores y brillantes, como niña pequeña escuchando el más lindo cuento de amor con el que soñaba.
-- ¿Seguro que puedo estar aquí? -- Inquirió la castaña, estando enganchada al brazo de YoonGi, quien asintió con su cabeza.
-- Le pregunté a JiMin y me dijo que claro que podía invitarte. Además de que me quedo más tranquilo teniéndote aquí. Después de todo solo vengo a trabajar, y ellos van a estar en una fiesta de amigos. --
Aquel día que el pálido había estado esperando tanto, había llegado. Por fin iba a poder trabajar para lo que JiMin le había contratado. Estaba emocionado por ello, pero había algo que martilleaba su cabeza, una tarde más estaría viendo como ese perfecto alfa revoloteaba alrededor de omega de sus sueños.
A Yoon le encantaba verle, pero se atrevía a decir que odiaba cuando la presencia de JonGin estaba en esos momentos, le hacía sentir tontamente inferior.
-- Estoy muy contenta, voy a poder conocer a tu futuro omega. -- Murmuró Jennie dejando un besito en el hombro de su mejor amigo, riendo al ver como las mejillas coloreadas del mismo. -- ¿Aquí es donde vive? --
-- Sí, vamos, entra, tenemos que ir al ascensor.-- Contestó el chico sujetando la puerta para que ella pasase primero, yendo directa hacia donde le había indicado.
La beta era alguien acostumbrada a vivir con demasiados lujos, pero tal y como su padre le había enseñado, era alguien completamente humilde. Nunca miraría a alguien por encima del hombro y además sabía disfrutar también de las pequeñas cosas.
Su corazón latía con rapidez, parecía una tontería, pero se moría por ver a ese chico rubio que había conseguido visualizar en fotos que su amigo tenía en su teléfono. En cuanto la puerta del apartamento se abrió, lo pudo ver. Era tan precioso en persona como YoonGi lo pintaba. -- ¡Hola! Soy JiMin, estoy muy contento de conocer a una amiga de YoonGi hyung. --
-- El placer es mío, él me habló mucho de usted, JiMin oppa. --
Los ojitos pequeños escanearon de arriba abajo a la joven que aún seguía enganchada al brazo del pálido alfa. Vestía un vestido por encima de sus rodillas de color beige con un estampado de pequeñas flores en tonos marrones, la prenda estaba pegada a su estilizado cuerpo en la parte superior, viéndose holgada a partir de su cintura.
Sin duda alguna, el rubio no recordaba haber conocido alguna vez a una persona tan guapa, estaba sorprendido.
-- J-JiMin... Debo de comenzar a cocinar ¿podemos pasar o...?
-- Ah, si claro, hyung. Perdón, me quedé pensando. --
Entre risas se disculpó, quitándose de la puerta para dejar pasar a los dos primeros invitados, aún no había llegado nadie. SeoKJin sería el último en llegar, obviamente, era una sorpresa y Namjoon era quien lo traería. Los demás estaban comprando adornos para decorar la sala de la casa de Park. -- Su casa es muy acogedora, oppa, escogió muy bien la gama de colores. -- Halagó la joven ya soltando el brazo del alfa, puesto que tenía que dejarle trabajar.
-- ¿Te gusta? Me alegra mucho, Jennie-ssi ¿Quieres tomar algo? Por favor siéntete en casa. --
YoonGi estaba feliz, escuchando de fondo como sus dos jóvenes amigos parecían hacer buenas migas, obviamente para él era satisfactorio ver como ese chico y su mejor amiga congeniaban bien. Aún así, ahora tenía que centrarse en lo que debía, por eso mismo se colocó su delantal y comenzó a sacar las cosas que necesitaba para cocinar.
Ya había hablado con el portador de mejillas regordetas, sabía donde estaba cada cosa, por lo que se encontró en un solo momento concentrado en sus tareas.
-- Hyung parece tan profesional ahora mismo... -- Murmuró JiMin, quien lo miraba desde la mesa de la cocina.
Era la primera vez que le podía ver con esa expresión seria en el rostro, no mostrando su dulce y habitual sonrisa. -- Él se ha tomado muy en serio este trabajo, es la primera vez que le contratan para esto, y es su sueño, gracias por darle el placer, oppa. --
-- ¿B-bromeas? Gracias a él... -- Por un momento se sintió avergonzado, sus mejillas tomando un rubor natural que no pasó desapercibido ante los ojos de la fémina.
-- ¿Te agrada YoonYoon? -- Preguntó curiosa, dándole un sorbo a su taza de té para guardar su sonrisa, aquellos dos eran demasiado obvios por separado, no quería imaginarse como eran cuando interactuaban por un rato.
En el instante que recitó la pregunta, pudo ver los ojos abiertos en sorpresa de parte de la omega, o Dios, era demasiado lindo. -- Claro... é-él es- bueno, es un hyung excelente y- ya sabes, buena persona- t-también se le dan bien los niños y-y- --
-- JiMin-ssi ¿Compraste la esencia de vainilla que te pedí? -- Inquirió el albino, sin pretenderlo interrumpiendo la conversación que no estaba escuchando.
-- ¡Si! Voy. --
Bueno, Jennie pudo reír un poco de forma disimulada, notando como para el de mejillas adorables había sido un alivio poder salir de esa conversación ¿Será que aún no se había planteado sus sentimientos?
Desde su posición pudo ver como el más joven se acercó a YoonGi, abriendo uno de los armarios altos y sacando un botecito. -- Aquí está, hyu- hyung... -- JiMin había tartamudeado en el momento que se había girado para darle este a su mayor, chocando contra su cuerpo.
-- Gracias. -- El alfa sonrió, mostrando sus pequeños dientes, e incluso atreviéndos a dejar una suave caricia en los cabellos dorados del joven frente a él. -- ¿Quieres probar la masa? -- Por supuesto asintió con su cabeza, no arrepintiéndose cuando un poco de esta se coló entre sus labios.
Innegablemente, su hyung tenía un gran talento desarrollado con la pastelería. -- ¡Está deliciosa! ¿Puedo un poquito más? -- Preguntó apollando sus manitas sobre la encimera, quedándose al lado del lobo albino, quien reía enternecido.
-- Te dolerá el estómago si tomas mucha sin cocinar, así que no. -- Y por primera vez, de las muchas que le quedaban en la vida, YoonGi quedó deleitado ante la forma en la que el belfo inferior del omega se abultaba disconforme. -- B-bueno, solo un poco... --
-- ¡Sip! Dame. -- Sonriendo, bastante satisfecho y feliz, JiMin metió en su boca la pequeña cucharita con masa que su hyung había acercado a sus labios.
De esa manera es que el tiempo había pasado, Jennie se había encargado de mantener informado a EuiJin, incluso mandándole alguna que otra foto de esos dos en su pastelosa burbuja, nunca mejor dicho.
Fue que se separaron cuando los invitados habían comenzado a llegar, la beta se había dispuesto a ayudar con la decoración, conociendo a los amigos de JiMin; y a una persona que no esperaba en absoluto, el novio de Park.
YoonGi no le había dicho en ningún momento que el chico que le gustaba ya estaba saliendo con alguien más, y desde luego, por la forma en la que el rubio le miraba de vuelta, no había podido llegar a la conclusión de que se encontrase en una relación con alguien más.
Ahora se encontraba frustrada.
Las horas habían pasado, y SeokJin había llegado, pareciendo realmente agradecido y emocionado por la pequeña fiesta que sus amigos habían montado para él. Llevaba ya un par de minutos degustando cada uno de los dulces que habían en la mesa redonda de la sala, halagando cada uno de ellos.
Una pena que YoonGi aún se encontrase en la cocina y no pudiera escucharle, pero es que, no sabía si estaba preparado para salir y ver a JonGin constantemente alrededor del omega que tanto le gustaba, le encantaría poder salir allí y poder sentarse al lado de JiMin para acariciarle su cabello durante un buen rato, mimándole tanto como quisiera el pequeño. -- JiMinnie... -- Suspiró mientras lavaba los trastes.
-- ¿Si? --
Cual gato asustado, Yoon dio un suave brinco al encontrarse con el nombrado al lado suyo ¿Desde cuándo estaba allí? Había escuchado que le había llamado... se sentía demasiado avergonzado. -- ¿Qu-qué haces aquí? Deberías de estar fuera con tus amigos. -- Dijo, volviendo a poner su vista en los trastes y el jabón.
-- Quería que estuvieras allí fuera con nosotros, por eso mismo he venido a buscarte. -- Le contestó sonriente apoyando su manita en el hombro del mayor, allí dejando un pequeño apretón. -- Eso lo podemos hacer luego, incluso lo puedo hacer yo, hyung, venga conmigo. --
-- P-pero esto es parte del trabajo y- bueno, es el cumpleaños de tu hyung, no pinto demasiado ahí, además de qu- --
-- Yo quiero que estés, quiero presentarte a SeokJin hyung, además de que a mi lado hay un sitio vacío reservado para ti. Quiero que mis amigos sean tus amigos, quiero hacerte sentir seguro, YoonGi hyung, quiero que veas que eres tan válido y aceptado como cualquier persona más, que lo que te gusta es interesante, y que escucharte hablar de tus pasiones es divertido. -- Los pequeños ojitos de Park se achicaron un poco ante su dulce expresión, enterneciéndose al ver como los ojos de su hyung brillaban al mirarle. -- Mis amigos te adoraran tanto como yo lo hago. --
El alfa se movía feliz de lado a lado en el interior del joven Min, quien tenía miedo de comenzar a expulsar feromonas por su inesperada felicidad. Fue que su corazón comenzó a bombear con más fuerza cuando su propia nariz se movió un poco, chocolate blanco y frambuesa.
Por primera vez, JiMin había dejado salir su aroma frente a él.
En ese instante en el que estaba mirándose con el joven cara a cara, con sus mejillas coloreadas y respiración pausada, supo definitivamente que tenía que pelear por él, porque cuanto más conocía de ese omega, más necesidad tenía de atesorarlo.
Y aunque la escena fuera de lo más perfecta, para un par de ojos que les miraban desde el marco de la puerta de la cocina, posiblemente sería la más dolorosa. Por primera vez, sintió que estaba perdiendo a ese chico por el que había caído profundamente.
-- Espiar está mal. -- Escuchó el moreno, girando su rostro para encontrarse con esa chica que acababa de conocer. -- ¿Buscas algo en la cocina? Si quieres algo solo entra, pero no te quedes ahí mirando como si nada. -- Dijo con una pequeña sonrisa, ganándose un pequeño suspiro de los labios ajenos.
-- No busco nada, gracias, pero métete en tus asuntos. --
-- Claro, aplícate el cuento pues. -- Jennie rió ante el ceño fruncido del alfa, dándole dos suaves toques en el hombro antes de girarse sobre sus talones, yendo hacia el grupo de agradables amigos de JiMin. -- Eres lindo, deja de arrugar la cara, te van a salir arrugas. -- Sintiéndose ya molesto con la castaña gruñó, esa chica lo estaba poniendo nervioso. -- No me gruñas, soy beta, no me das ningún tipo de miedo. --
Sí, definitivamente esa chica iba a ser su grano en el culo personal.
¡Hola bebés! Espero que hayáis disfrutado del capítulo.
Os dejo por aquí las fotitos de como se ven Jennie y SeokJin, quienes han aparecido por primera vez en la historia.
Os quiero mucho.
Kim Jennie; Jennie BlackPink.
Kim SeokJin; BTS.
Kisssuuu.~~
280121.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro