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Once.



YoonGi estaba en su casa, hoy era uno de los poquísimos días que tenía libre, bueno, medio libre porque había ido esa misma mañana a clases, pero por la tarde no tenía que trabajar. Se encontraba sentado en su sofá, con sus piernas en forma de indio y por supuesto estrechando entre sus brazos un cojín, tenía el aroma de su madre; y eso le hacía estar más tranquilo. 

Llevaba un par de días demasiado absorto en sus pensamientos, normalmente ya era despistado; pero ahora era aún más. -- Yoon, papá pregunta si harás la cena hoy. -- Inquirió su hermano mayor que apareció en la sala.  EuiJin enarcó una de sus cejas al no obtener respuesta contraria, acercándose aún más al chico. -- ¿YoonYoon? -- Volvió a llamar, también llevando una de sus manos hacia la mejilla izquierda del nombrado. 

El contacto de la fría mano ajena sobre su calentita piel fue lo que le hizo volver a la realidad de repente. -- ¿S-si? -- 

-- ¿Qué haces aquí en la sala callado y solo? -- 

-- Ver la tele. -- 

-- La tele está apagada. -- Dijo el mayor para luego reír, sentándose al lado de su hermano. -- Oye ¿Qué te pasa? ¿Quieres hablar sobre algo? Sabes que puedes contar con papá, mamá o conmigo, te amamos e intentaremos ayduarte en todo. -- 

Por supuesto YoonGi asintió efusivamente, claro que sabía que podía contar con su familia, el único problema que tenía es que le daba un poquito de vergüenza. Había una cosa que no paraba de repetirse en bucle en sus pensamientos, y no sabía si lo había hecho bien o no. 

Estando un poquito más nervioso frunció su labios y encogió los dedos de sus pies, apretando más el cojín hacia su torso. -- E-es que el otro día en casa de JiMin... dije algo que no sé si dije algo que no debería. -- Murmuró, pero por suerte EuiJin consiguió escucharle. 

-- ¿Algo cómo qué? Tú no eres una persona que hable sin pensar de repente, dudo que le hayas ofendido con algún comentario. -- 

-- No, no, es que, uhm, creo que, de forma indirecta, sin querer, aunque queriendo un poquito, ya sabes, mi subconsciente- --

-- YoonYoon...-- Advirtió el más mayor viendo como el contrario estaba yéndose de las ramas, y conociéndole, sabía que era porque posiblemente estaba dudando si decirlo o no. 

-- Le dije de forma indirecta que me gusta. -- Por fin dijo, escondiendo su cara el blandito objeto. 

Aquellas palabras eran las que menos hubiera esperado escuchar, es decir, se alegraba enormemente de que su hermano hubiera dejado sus sentimientos salir a la luz, pero pensó que le tomaría un poco más de tiempo. -- ¿Cómo es que pasó? -- 

-- JiMinie me abrazó no sé muy bien por qué, y su aroma, EuiJin, él huele tan malditamente bien. -- Lloriqueó el menor de ambos cerrando sus ojos y echando su rostro hacia detrás. -- Cuando mi lobo percibe su olor se revoluciona mucho, y me cuesta mantenerlo en su sitio. -- 

Fue imposible no sonreír ante las palabras de YoonGi, él no había conocido en persona al omega rubio, pero ver todo lo que causaba en su familiar le llenaba de ganas de poder conocerle. Tenía tantas ganas de darle las gracias, estaba haciendo que el pequeño de la familia Min estuviera experimentado lo que nunca antes. -- Bueno, él te gusta, y se nota demasiado, bebé. -- 

-- ¿¡Qué?! ¿En serio? ¿Soy muy obvio? -- 

-- Un poco. -- Confesó entre risas el de mejillas regordetas, colocando uno de sus brazos por encima de los hombros contrarios. -- Mira, Yoon, estoy seguro de que él percibe que tú no le miras con ojos de una simple amistad; si está a tu lado aún... posiblemente él te mire de la misma forma. -- 

El corazón del más joven se aceleró sin remedio alguno, aunque pronto abultó su labio inferior mientras negaba con su cabeza. -- Que va, hyung. JiMinie está saliendo con un alfa estupendo, JonGin. Es imposible que esté pensando en mi así. -- 

-- Escucha, a lo mejor ese chico es estupendo, increíble, un alfa ejemplar; pero no puedes dejar de tener presente de que a lo mejor no es lo que JiMin esté buscando. Sois personas diferentes, ni mejor ni peor, simplemente distintas. -- Explicó dejando caricias en el cabello blanco de su hermano, sintiendo como este apoyaba su cabeza en su hombro. -- Hasta donde sé el día en su casa fue bonito ¿no? -- El meno asintió. -- Entonces no hay nada de qué preocuparse. -- 

YoonGi, a pesar de que aún no estaba del todo tranquilo, agradecía que su hermano se hubiera tomado tiempo en sacarle qué es lo que le estaba pasando. Daba gracias de que su familia tuviera paciencia con él. -- Entonces ¿Qué hago, hyung? -- 

-- Sé tú mismo y demuéstrale que te gusta, que tu alfa y tu persona están enamorados de todo él; confía en ti, lobito, eres una dulzura. -- 

Y Yoon asintió con sus mejillas sonrojadas, iba a intentar a hacerle caso a su hermano. Operación "príncipe de las flores conquista omega angelical" en marcha. 





El joven de cabellos rubios estaba andando por los pasillos de su instituto, estaba en su último año y era agotador, solo podía pensar en que debía de sacar unas excelentes calificaciones, debía de esforzarse todo lo posible; pero en días como estos, era de lo más complicado. 

JiMin a sus dieciocho años tenía un drama en su cabeza que dejaba en pañales a las novelas turcas que sus tías veían por la televisión a la hora de la siesta. ¿Cómo podían gustarle dos alfas que eran polos opuestos casi en su totalidad? Espera ¿Ya estaba admitiendo que YoonGi le gustaba?  

En voz baja el chico lloriqueó, apoyando su frente contra la su taquilla, no quería pensar más, no quería seguir sintiéndose mal porque inevitablemente iba a dañar a alguno de los dos. 

--¡JiMin oppa! -- Escuchó, y entonces alzó su rostro regalándole a la chica la mejor sonrisa que podía en esos momentos. 

-- ¿Sí, Yuqi? -- 

-- En el consejo estudiantil hemos propuesto una charla para todos los estudiantes sobre primeros auxilios básicos por si alguien se encuentra en su forma animal, s-sabemos que usted quiere estudiar veterinaria así que nos preguntábamos si conoce alguna universidad a la que le podamos pedir el favor... -- La chica de cabellos azabaches estaba apretando las asas de su maleta, le ponía nerviosa hablar con los mayores, pero era su deber como miembro del consejo. 

La idea le parecía buena, a día de hoy no mucha gente si quiera se molestaba en aprender a entrar en tal armonía con tu lobo como para cambiar forma, por eso este tipo de charlas en las que se ofrecía conocimiento, le parecían importantes. -- Sí, tengo unos amigos que están en la carrera, si quieres puedo preguntarles a ellos en concreto. -- Sugirió el rubio y a la chica pareció brillarle los ojos. 

-- ¡Sí, por favor! Sería fantástico y el consejo te lo agradecería, oppa. -- 

-- Entonces no te preocupes, se lo preguntaré a mis hyungs, en estos días te doy la respuesta. -- Park sonrió de esa manera encantadora en la que sus ojitos desparecían y sus mejillas se abultaban aún más, haciendo que la joven se sonrojase, no porque tuviera sentimientos por el mayor, pero es que era sumamente lindo. 

-- ¡B-bueno, adiós. Gracias! -- Exclamó antes de irse. 

Una vez que la fémina despareció entre las demás personas JiMin dejó los libros que no usaría en la taquilla, estaba seguro de que su novio estaría fuera esperándole en el auto, tal y como había quedado la noche anterior.

En cuanto salió del edificio pudo ver como algunas personas cuchicheaban y miraban hacia el estacionamiento, eso le hizo saber en seguida que sí, JonGin se encontraría allí. En efecto el alfa estaba fuera del auto rodeado por un grupo de personas, demasiadas de ellas omegas.

 -- Entonces, JonGin oppa ¿Los entrenamientos son muy duros? -- Inquirió uno de ellos atreviéndose a acariciar el brazo del nombrado, este riendo con suavidad. 

-- Bueno, lo son, pero está bien, el haber entrado en una empresa me hace muy feliz, así que me esforzaré mucho en dar la talla. -- Para JiMin fue inevitable el rodar sus ojos, no con fastidio... o bueno, con un poco sí. Todas las personas que estaban alrededor del moreno en ese momento simplemente querían acercarse a él por conveniencia, querían ser cercanos a un chico guapo y talentoso que seguramente terminaría codeándose con gente famosa. Aún así, muy a pesar de esas personas, Kim JonGin solo tenía ojos para el chico de mejillas regordetas, por eso en cuanto lo vio, anduvo hacia él con ojos bañados en ilusión. -- ¡Minie! Por fin sales ¿Dónde quieres ir a almorzar? -- 

El nombrado sonrió automáticamente al tener las grandes manos ajenas sobre su rostro, pronto recibiendo un casto beso en sus brillantes labios. -- Cualquier lugar está perfecto, Ginie. -- Respondió intentando con todas sus fuerzas que su sonrisa  no temblase ante la extraña sensación, tener tan cerca a su novio de repente le estaba atosigando un poco. 

Era como sentir que algo dentro suyo quería salir corriendo de entre sus brazos, mientras a otra parte de él quería quedarse para no dañarle; y porque a fin de cuentas, también tenía determinados sentimientos por él... no sabía como definirlos, pero haberlos, existían. 

Ante la empalagosa escena, el corrillo de personas se deshizo; dejando que ambos chicos se adentrasen al auto para dirigirse al restaurante donde hoy almorzarían. El viaje en coche fue casi un monólogo de parte del alfa, quien quiso pensar que su novio se encontraba cansado y por eso no hablaba demasiado. -- Sushi está bien para ti ¿no, cariño? -- Y el menor asintió, dando un suave brinco al sentir como la mano de JonGin se posaba sobre su rodilla mientras conducía. -- ¿Pasa algo, JiMin? Andas muy absorto... -- 

-- N-no, nada, cielo. Estoy en un año de estudios complicado, solo eso, mi ingreso a la universidad me tiene un poco preocupado, sin más. -- 

-- Ash, bebé, lo conseguirás, lo sé, yo confío en ti. -- 

Y JiMin no quiso decir algo más que no fuera un breve agradecimiento, por suerte el restaurante estaba ya cerca. Siquiera entendía muy bien qué hacía allí, cuando de lo que más tenía ganas es de estar solo por un rato... pero las cosas se pusieron aún peores de lo que había imaginado. 

Al entrar en el establecimiento pudo ver en una de las mesas a YoonGi junto a su mejor amiga. Jennie reía por algo que no era capaz de escuchar mientras el pálido alfa tenía su rostro escondido entre sus manos; aquella acción avergonzada le hizo estirar sus labios en una sonrisita, YoonGi era tan tiern- 

-- ¿JiMin? Te estoy hablando... ¿Quieres cerca de la ventana o mejor más a dentro? -- Habló el mayor interrumpiendo sus pensamientos. 

-- Ventana, por favor. -- 

Aquel lugar era el que estaba más alejado de su hyung de ojos felinos, prefería no ser visto por él en ese instante, suficiente lío tenía en la cabeza como para que los dos alfas se juntasen, cuando esto pasaba le era demasiado complicado mantenerse calmado. -- Vale, vamos a sentarnos. -- Dijo JonGin tomando la pequeña mano de su omega para ir hacia la mesa pegada al ventanal. 

Bien, el rubio tenía frente a él a su novio sonriéndole de esa forma en la que probablemente demasiadas omegas se sentirían atraídos, pero él solo podía estar concentrado en calmar a su lobo. >>No nos vamos a girar, deja de estar tan revoltoso...<<  se pedía a si mismo, puesto que su omega pedía de mil maneras diferentes girar un poco su rostro para ver qué estaría haciendo YoonGi. 

Estaba con JonGin, debía de prestarle atención, llevaba un par de días que no se veían y a partir de ahora sería así, puesto que el moreno había pasado a tener una muy apretada agenda. Lo agradecía un poco, y se sentía fatal por eso. ¿Qué persona se alegraría de pasar menos tiempo con su novio? >>Una persona que ya no está enamorada<< Se respondió a si mismo. 

-- Oye... mi amor. -- Llamó el más alto tomando por encima de la mesa las manos contrarias para captar su atención. -- Quería agradecerte todo el apoyo que me estás dando en mi nueva etapa, es muy importante para mi, si alguna vez siento que te estoy descuidando o requieres más mi atención, dímelo ¿Si? Te quiero... -- Murmuró llevando una de las manitas hacia sus labios para besarla un par de veces. 

Ese alfa no se merecía los pensamientos que ahora estaban invadiendo la cabeza de JiMin >>Yoon nos puede ver<< >>Sepárate con cuidado<< >>No, no quiero herirle<< >>Necesito que suelte mis manos<< La pequeña confesión de YoonGi del último día solo había revolucionado todo su interior. -- Está bien, Gin, n-no te preocupes... de cualquier forma sabes que soy muy independiente... -- Se excusó el de mejillas abultadas frunciendo sus gorditos labios, teniendo miedo de lo que el alfa fuera a responder; pero siendo salvado por el mesero que venía a tomar nota. 

La pareja se había decantado pedir varios sabores de sushi, para así probarlos todos. Estaban allí esperando su pedido, por fin el rubio encontrándose un poco más cómodo al estar hablando de cosas triviales con el otro joven, nada que ver con su relación o el amor. 

Sus bonitos labios permanecían estirados por la anécdota que el contrario le estaba contando, por lo menos fue así hasta que la voz femenina de cierta chica a la que conocía se hizo presente a su lado. -- ¡JiMin sunbaenim, hola! -- Saludó la castaña y el nombrado sintió sudar frío, oh no. 

-- Hola, Jennie... -- 

La chica estaba a punto de ir al baño para lavar sus manos e irse ya junto a YoonGi, realmente no esperó encontrarse con el chico de mejillas adorables. Cuando su mejor amigo le había dicho que su lobo por alguna razón se sentía emocionado, pensó que en serio era por la comida, porque sabía cuanto disfrutaba de esta el contrario, pero no, era por haber notado la presencia de el omega. 

De forma involuntaria, y temiendo la reacción de JonGin, le miró, posiblemente al moreno no le haría demasiada ilusión que alguien más interrumpiese su cita; y tal como JiMin lo pensó, fue. -- Que bueno verte por aquí... -- Murmuró con ironía el alfa, apoyando su mentón sobre la palma de su mano. 

-- ¿Acaso te saludé? Alfa estúpido. -- Espetó la preciosa chica rodando sus ojos castaños. Desde que su padre había admitido en la empresa a JonGin, ambos debían de verse a menudo. Por ahí dicen que el roce hace cariño, pero a veces también hace rozaduras. Ninguno soportaba al otro; y tenían toda la razón en no hacerlo. 

El chico veía a ella como la amiga de su amenaza, porque sí, ese alfa torpe y pálido lo era. No había visto que YoonGi alguna vez coquetease con su novio, pero daba igual, le daba una mala espina que lo ponía nervioso. Después teníamos el puno de vista de la fémina, quien no soportaba a JonGin porque era la piedra que molestaba en el camino de su mejor amigo ¡Si ese alfa tonto no estuviera, seguro que YoonGi ya habría dado los primeros pasos con el omega bonito! 

-- ¿Desde cuándo ustedes dos tenéis tanta confianza? -- Inquirió el rubio sorprendido e incluso aguantándose la risa. 

-- Una larga historia, pero ahora nos vemos más de lo que me gustaría. -- Gin habló estirando su mano por encima de la mesa para entrelazar sus dedos con los de su chico, otra vez. -- Por suerte tengo un omega precioso que me hace sentir siempre al máximo de energía. -- 

-- ¡Jennie! Me asusté porque estabas tardando demasiad- ... -- El chico albino abrió los ojitos en sorpresa, imaginó que su mejor amiga se había encontrado con alguien conocido y se había puesto a hablar, lo que no espero es que fuera con ellos dos. -- Hola, JiMinie, JonGin-ssi. -- Saludó haciendo una corta reverencia, sonriendo un poco a la par que su naricita se movía; le era imposible no reaccionar ante el aroma del contrario.

Por supuesto que había visto como las manos de los otros dos se encontraban entrelazadas sobre la mesa, pero no era ningún misterio el hecho de que el alfa pálido era consciente de que Kim era un muy buen chico, que trataba al omega justo como se merecía; tal vez ofreciéndole más de lo que él pudiera en toda su vida.

Y aunque esos pensamientos eran los que reinaban en la cabeza del más mayor, Park solo podía pensar en lo vivido días atrás, en esa pequeña confesión de parte YoonGi. -- Hola, hyung-ah ¿A-almorzaste bien? -- 

-- Así es, hoy tenía tiempo y Jen también, cosa que es rara, así que lo aprovechamos bien. -- Contó uniendo sus propias manos delante suyo con una suave sonrisa. 

-- Cualquiera diría que eres un omega más. -- Dijo prácticamente sin pensar el moreno, con su mirada desviada hacia el ventanal porque la simple presencia del contrario le enervaba. -- Q-quiero decir. -- Carraspeó nervioso en seguida, esta vez alzando su mirada hacia el rostro de YoonGi. -- Nunca te veo quedar con otros  omegas con intenciones no amistosas o cosas así... ¿Acaso eres asexual o te atraen también los alfas? -- 

El joven de ojos felinos parpadeo confuso, apretando sus manos con un poco de nerviosismo ¿Él asexual? ¿Alfas?  No, en absoluto; pero si era alguien con tan pocas probabilidades de gustarle a alguien más que siquiera lo intentaba. -- N-no es así... -- Murmuró, siendo interrumpido por su amiga de inmediato. 

-- ¿Qué te pasa? ¿Tan frágil es tu autoestima como para pensar que los alfas solo pueden ser de una manera? Habrán tantos alfas diferentes como personalidades haya, estúpido. -- La castaña puso sus manos en la mesa frente a JonGin, sorprendiéndole incluso en el proceso. -- Te sorprenderías de lo que YoonGi es capaz de hac- -- 

-- ¡Ya, ya está! -- Exclamó tomando a su amiga por los hombros para colocarla derecha. -- A JiMin no le gustan las discusiones, por favor, no discutáis, además no importa... supongo que sí, que puedo parecer un omega, pero no importa JonGin-ssi, no me parece algo malo. -- 

"A JiMin no le gustan" ¿Cómo podía pensar en él cuando JonGin había dicho algo ofensivo? El omega sintió su lobo mover su cola a cada lado; y con razón. -- Está perfecto, YoonGi- ah. -- Dijo, apartando sus manos con suavidad de las de su pareja para alzar una de estas y pellizcar una de las mejillas sonrojadas del peliblanco. -- Dicen que los omegas tenemos la característica de la belleza, y tú eres tan guapo como uno, hyung. -- 

-- ¿Y-yo? ¡Ash! No bromees, Mimi. -- Rió el mayor bastante avergonzado, aguantándose las ganas de restregar su mejilla por la manita de JiMin. <<Ya sabes que me gustas ¿Por qué sigues tratándome de esta forma?>> Se preguntaba YoonGi; y como si su hermano pudiera colarse en su cabeza, escuchó las palabras de este " Mira, Yoon, estoy seguro de que él percibe que tú no le miras con ojos de una simple amistad; si está a tu lado aún... posiblemente él te mire de la misma forma. "

¿Era de verdad un buen momento para intentar hacer que el omega le viera de manera diferente? Tal vez sí lo intentaba... podría tener una oportunidad, porque aunque su porcentaje de posibilidades fuera bajo, existía. 

Una de las manos del alfa pálido tomó la contraria que estaba en su rostro, porque si seguía sintiendo el suave tacto en su mejilla, creía que esta iba a calentarse de sobremanera, por eso la tomó y comenzó a juguetear con sus deditos mientras JiMin se divertía enternecido por el gran sonrojo y murmuros ajenos. 

No había algo más lindo para JiMin que los momentos en los que el albino se ponía tan nervioso como para cambiar el orden de las palabras y tartamudear. 

Y aunque la escena fuera de lo más bonita para los ojos de Jennie, el alfa moreno estaba allí mirándoles con el corazón un poquito más quebrado. 




Hola, angelitos míos ¿Todo bien? Espero que sea un super sí, en el que caso en el que queráis hablar algo con alguien, no dudéis en venir a mi. 

Ojalá os haya gustado el capítulo, estuve ausente por algunos problemillas de salud, pero bueno, estoy aquí. 

Os quiero mucho. 

Kisssuuu.~~

300421.

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