Ocho
Hoy, supuestamente, debería de ser un día tranquilo para el rubio omega. No tenía nada que hacer y su mejor amiga, la que no solía tener un solo hueco libre, tampoco. Era por eso que se encontraba en casa de JiHyo preparando la comida junto a ella. Era la primera vez en mucho tiempo que estaban los dos a solas, puesto que la pequeña RyunJin se encontraba en la escuela.
Tal y como iba diciendo, debería de ser un día de lo más tranquilo, pero es que hacía días que JiMin no conocía lo que era la paz. Su cabeza iba a diez mil por hora; y lo peor, es que no llegaba a ninguna conclusión.
-- ¡Espera, Minie! -- Gritó la chica haciendo que el de mejillas abultadas se sobresaltase en su lugar. -- Estabas a punto de echarle azúcar en vez de sal... toma, anda. --
-- Ugh, lo siento. -- Dijo tomando el salero que su amigo le estaba ofreciendo.
-- Oye, estás demasiado callado ¿Pasó algo? ¿Están bien tus padres o...? --
Por supuesto, asintió. Su familia se encontraba perfectamente bien, como explicarle a chica que su problema era uno que para muchos, siquiera sería un problema, sino un gusto. -- Hyo... Creo que me he hecho un lío. --
-- ¿Un lío? ¿Con qué? --
Aunque esa chica era su mejor amiga, su mayor confidente, a veces se le hacía un poco complicado hablarle sobre el amor, incluso ahora que llevaba un buen tiempo saliendo con JonGin, evitaba bastante contarle cualquier cosa. Se sentía egoísta cuando lo hacía. Por desgracia, o suerte, la joven había terminado embarazada a una edad temprana, a la misma que fue abandonada por el alfa que la había marcado.
No es como si JiHyo estuviera triste a día de hoy por eso, era algo que había superado hacía mucho ya, pero aún así... JiMin no sabía si era del todo correcto hablar como si nada sobre estos temas. -- Minie ¿Quieres hablarme de algo sobre JonGin? ¿Es eso? Puedes hacerlo sin problemas, pensé que era obvio. -- Murmuró ella mientras cortaba las verduras en pequeños trozos.
-- ¿Seguro? --
-- Más que seguro, soy una alfa soltera con una hija, pero más que feliz. Cuéntame ¿hizo algo por lo que lo tenga que matar? --
Ante la pequeña broma, el rubio rió para después negar con su cabeza. -- Más bien es al contrario. Él no ha hecho nada malo, pero no sé si yo lo estoy haciendo.--
-- ¿Tú algo malo? --
-- JiHyo, no sé si me está interesando alguien más. --
La voz del omega había salido bastante firme, en un tono serio. Había sido complicado decirlo en voz alta, porque eso solo significaba hacerlo un poco más real ¿En serio estaba sintiéndose atraído por ese alfa albino? ¿Si, no?
A ver, no era normal que cada vez que lo viese se alegrase tanto; y sobre todo, desease alargar el encuentro todo lo posible. Ni hablar de las veces que se planteaba el hecho de enviarle o no un mensaje ¿Y el cosquilleo que lo recorría cada vez que podía acariciarlo? Oh, definitivamente sí, a lo mejor le atraía un poco ese chico. -- Oh Dios míos, Hyo, me atrae otra persona que no es JeonGin. -- Dijo ahora con un poco de desespero, sentándose en una de las sillas de la cocina.
-- JiMin... no es como si pudieras controlar eso, sabes que no, no te martirices pensando que es tu culpa. -- Fue lo primero que le explicó, agachándose para tomar las manos del contrario y mirarle con preocupación. -- Si se trata de alguien que conociste hace poco, tal vez simplemente sea la emoción de conocer a alguien con quien conectaste bien, a lo mejor deberías de esperar un poco para asegurarte. --
-- Sí, debe de ser eso... espero que lo sea en realidad... -- No es como si la idea de imaginarse de pareja de YoonGi le desagradase ni mucho menos, pero ¿Cómo iría a contarle algo como esto al chico con quien estaba saliendo? -- JonGin no se merece esto en absoluto, él solo ha tenido buenas palabras y acciones para mi. --
Sintiéndose cada vez más abrumado, el rubio pasó sus manos por su rostro. No podía defraudar a ese alfa, le había tratado de maravilla en todo momento, sus familias se conocían, todo parecía ir perfecto, sus padres estaban esperando encontrarse algún día la marca del moreno en su cuello.
Además, a lo mejor JiHyo tenía razón. Acababa prácticamente de conocer al pálido, a lo mejor es que simplemente iban a ser los más grandes amigos, a lo mejor simplemente iría a ser un chico al que considerar familia, así como a Hyo. Puede que en un futuro sería a quien sus cachorros llamasen "tío YoonGi".
Entre esos pensamientos, el de mejillas regordetas se había quedado sentado en aquel lugar, no sabiendo si estaba ordenando sus ideas, o desordenándolas aún más. Por supuesto la alfa no le dijo nada, ella se limito a seguir cocinando para poder tener el almuerzo lo antes posible. De esa manera es que pasaron los minutos.
-- Minie ¿Puedes ir a buscar a RyunJin-ah a la parada del bus? El vehículo escolar la deja al final de la calle. -- Pidió la fémina, pensando que a lo mejor el paseo le sentaría bien al contrario, además de que a la comida le quedaba aún un poco, y sabía que su hija con el estómago vacío después de clase entraría pidiéndola.
-- Sí, claro... en seguida estoy aquí con ella. -- El omega se levantó para tomar su abrigo, y antes de salir, no dudó en abrazar a su amiga por la espada. -- Hyo, muchas gracias... por todo, te quiero. --
-- Y yo a ti, y te querré y apoyaré siempre, sea lo que sea que elijas. Aún eres muy joven, JiMin, JonGin a lo mejor no es para siempre, si eso pasa, todo seguirá estando perfecto y tú no serás una peor persona, espero que lo entiendas. --
Los gorditos labios del chico se fruncieron mientras asentía, aunque en realidad pensase completamente lo contrario a lo que ella decía. Se sentía horrible por estar dudando entre esos dos alfas.
En Seoul ya llevaban nevando unas semanas, así que la nieve seguía allí en la calle, por lo menos el paisaje era lindo. Park estaba esperando en la parada del bus, con sus manos metidas en los bolsillos de su chaquetón; por primera vez en la mañana pudo sonreír de forma sincera.
Cuando el bus estuvo frente a él, pudo ver la gran sonrisa de su sobrina por la ventana. -- ¡Tío Minie! ¡Viniste a por mi! -- Exclamó saliendo del vehículo, olvidándose incluso de despedirse de la mujer que siempre pasaba por ella cada mañana en ese bus.
En ese momento en el que JiMin tuvo a la pequeña entre sus brazos fue el único que consiguió un poco de paz mental, sabiendo que estaba siendo abrazado por una persona que lo quería de la manera más pura e incondicional posible. Amaba con todo su corazón a su sobrina, por eso es que intentaría que su cabeza se centrase en ella, porque parecía ser la única calma en toda la tempestad que tenía en la cabeza.
De esa manera los días habían pasado con normalidad, y aunque lo usual era que JiMin se hiciera cargo de RyunJin algunos días en la semana, esta había ido a verla prácticamente todos; incluso la había llevado a lugares junto a él, como ahora mismo.
-- Tío Minie, yo también quiero trabajar en eso. -- Susurró la pequeña mirando con ojos brillantes el escenario. -- ¿Me apoyarás cuando sea famosa? --
Por supuesto el nombrado asintió, acariciando una de las dos pequeñas trenzas que decoraban el cabello de la infante. La tarde y el evento donde se encontraban era de suma importancia, se encontraban en unas audiciones a puertas abiertas en el teatro, y bueno, JiMin podría haber ido simplemente para ver y disfrutar, pero no, JonGin; su novio, estaba allí para audicionar para una de las empresas de idols de Corea.
Había traído a RyunJin con él por dos razones, la primera era por la paz que le otorgaba, y además porque sabía a la perfección cuanta pasión tenía por el mundo de la música. Eso que ella decía ahora, lo hacía en serio, y su tío estaba seguro que en el día de mañana vería a la joven en las pantallas, creía en ella.
-- ¿Estás nervioso? -- Inquirió Hoseok, quien se encontraba al otro lado de JiMin y el cual asintió suavemente. -- Si lo aceptan va a ser alucinante, seguro que te sentirás super orgulloso.
-- Ya me siento orgulloso de él, Hoseokie hyung, Gin es alguien que se esfuerza hasta no poder más, no me hace falta que entre a ninguna empresa para saber que es alguien excelente, para mi ya lo es. --
Y era la verdad, si lograba entrar, sería alucinante, pero desde el punto de vista del pequeño rubio; que sabía cuanto se esforzaba, ya tenía a alguien ganador a su lado. -- Aw, ustedes dos sois como una pareja casada... -- Halagó su amigo pellizcándole una de las mejillas abultadasa.
En otro momento, Park hubiera sonreído en grande y asentido totalmente convencido de ello, pero ahora... ahora solo le entraban ganas de llorar por todo el barullo de pensamientos que le torturaban.
-- Pues JonGin oppa no le regala flores... el príncipe de las flores siempre tiene para darle las más bonitas a tío Minie. -- Soltó de la nada RyunJin, estando sentada y moviendo sus piernas de delante hacia detrás con tranquilidad.
-- ¿El príncipe de las flores? -- Para Hoseok había sido un gracioso comentario al cual no le estaba dando demasiada importancia, pero al omega le había hecho que el corazón se le acelerase de solo tener la imagen del albino ofreciéndole sus flores favoritas con sus mejillas sonrojadas. -- ¿Cómo se llama? --
-- Pues el Príncipe es Yoon- -- En un momento la pequeña no pudo terminar la frase, puesto que JiMin señaló el escenario con emoción.
-- ¡Callad, callad, ya empieza! --
Había sido la gran excusa para hacer que su sobrina no terminase de desvelar la identidad de aquel príncipe. Hoseok también era amigo de JonGin, no tenía ganas de que tuviera alguna sospecha de sus dudas. Además de que, el factor más importante, ya les había presentado a YoonGi, y estaba seguro de que acabarían coincidiendo todos más veces en el mismo lugar.
No, definitivamente era mejor si nadie más se enteraba de eso, con que JiHyo lo supiera era más que suficiente.
El escenario fue siendo pisado por personas individuales que demostraban su mayor habilidad ya sea en baile, rap o canto; había que destacar que todo el mundo parecía sumamente bueno, los aplausos después de cada demostración nunca faltaban.
Frente al escenario se encontraba el jurado, cinco individuos que miraban todo con atención y apuntaban cosas en sus libretas para evaluarte, cualquier persona que se subiera a ese escenario estaría nerviosa. -- Tío Minie... tengo pis... -- Susurró la infante en el oído del joven, y bueno, el rubio no podía culparle, él debería de haberle recordado ir al servicio antes de sentarse en las butacas.
-- Vale, vamos. A JonGin aún le faltan bastantes personas por delante, nos da tiempo. --
Con cuidado de molestar a nadie, salió de allí con la pequeña, quien tiraba un poco de él en busca del baño, estaba segura de que necesitaba de ir rápido, aunque hubo algo que les hizo retrasarse un poco más. A mitad del camino JiMin pudo divisar a una chica que ya conocía. --¿Jennie? -- Inquirió y en seguida la castaña giró su rostro para mirarle con una gran sonrisa.
-- ¡JiMin oppa! Que alegría de verle, que guapo estás y- oh ¿Quién esta chica tan linda? -- Con la sonrisa dulce que la caracterizaba, la modelo se agachó para quedar a la altura de ella, quien se presentó como la sobrina del omega. -- ¿Qué hacéis aquí? No sabía que te gustaban estas actuaciones. --
-- B-bueno, JonGin está allí dentro preparándose, va a audicionar. -- Explicó nervioso, aunque riendo un poco cuando ella abrió los ojos en sorpresa. -- ¿Y tú? ¿Qué haces por aquí? --
-- Mi padre es un gran inversor de la empresa de idols que hace las audiciones, la mitad de la empresa es suya, así que estaba obligada a venir, aunque no me quejo, es fascinante ver a gente con tanto talento y- --
-- Me hago pis... -- Dijo de nuevo la más pequeña moviendo sus pies de forma inquieta.
-- Oh, yo estaba justo a punto de entrar, si quieres puedo acompañarte yo. -- Dijo ella, y a RyunJin le daba igual quien fuera que la llevase al baño, pero necesitaba que fuera ya. Por eso mismo tomó la mano de la preciosa chica y se adentró al baño para chicas.
En realidad era algo que el omega agradecía, aún le avergonzaba un poco entrar en el baño de mujeres para acompañar a la pequeña. A veces cuando alguna fémina entraba le miraban con caras extrañas y no, no le gustaba demasiado la experiencia. -- Gracias por acompañarme, unnie. -- Aquella era la voz de RyunJin.
-- No es nada, cariño. -- Respondió la más mayor mientras salían de nuevo tomadas de la mano. -- Por cierto, oppa. YoonGi está aquí conmigo, si quieres luego podemos vernos, seguro que le hará mucha ilusión saludarte y- --
-- ¡N-no! No puedo. -- La respuesta negativa, sorprendió a Kim, esperaba que el de mejillas abultadas se alegrase de poder ver al pálido, pero no, se había encontrado con la mayor de las sorpresas. -- Es que luego... l-luego vamos a ir a cenar con mis amigos y tenemos prisa. -- Intentó excusarse, y aunque fuera cierto, también podría quedarse a saludar, pero le aterraba.
-- ¿YoonGi?... ¡YoonGi es el príncipe de las flores! ¡Sí, sí, yo si quiero verle! --
Perfecto, ahora si que no podría escapar de ninguna manera posible. No sabía cómo ni por qué, pero la pequeña adoraba a ese alfa pálido, algo bastante extraño, puesto que los alfas hombres le daba un poco de rechazo; después de todo su madre se pasaba el día hablando mal de estos en general. -- Bueno, como diga tu tío. Yo ahora debo de entrar, dejé a oppa allí solo en las butacas, no quiero hacerle esperar. -- Dijo, y JiMin pudo detectar un poco de molestia en su voz. -- Si da la casualidad de que puedes y no tienes tanta prisa, solo envíale un mensaje. Disfruta y suerte para tu pareja, JiMin oppa. Adiós, cariño. --
Tan solo de la más pequeña se despidió de forma dulce, acariciándole la nariz antes de irse por el pasillo, dejando ese sonido de los tacones retumbando por el lugar. Jennie se había ido molesta, no era fácil hacerle sentir así, pero solo de pensar que alguien a quien YoonGi se moría por ver aunque fuera cinco segundos, no quería verlo de vuelta, le daba impotencia.
El corazón de su mejor amigo era de los más puros que había conocido en su vida, cualquier amenaza que lo fuera a hacer sentir mal, no le gustaba.
Con ese sabor amargo en su boca fue que el omega se llevó a su sobrina de nuevo hacia dentro, si seguían tardando tanto iban a acabar perdiéndose la actuación de su novio, cosa que obviamente no pasó. El alfa moreno estaba allí bailando y dando lo mejor de si para que el jurado diera una favorable valoración.
Y aunque JiMin juraba que le hubiera encantado disfrutar al cien por cien la actuación, lo único que tenía en la cabeza era si debería de avisar o no a YoonGi. Quería y no a la vez ¿debería? Sabía que si lo veía posiblemente no iba a querer irse, lo invitaría a ir con ellos, y joder, era un problema. No podía prestarle más atención a él que a su pareja en el día de hoy, no podía y por desgracia parecía su debilidad.
Los aplausos llenaron el lugar, y entonces JiMin se dio cuenta de que se había llevado toda la actuación de JonGin no prestándole la atención que se merecía, sino pensando en el alfa de ojos felinos. Todo mal, lo estaba haciendo todo mal.
Después de su pareja, siguieron más jóvenes, así hasta que se encontraron en la puerta del teatro, donde las manos del omega rubio temblaban con su teléfono en la mano ¿debería de enviarle un mensaje a YoonGi? ¿Debería de... -- ¡Mi amor! ¡JiMinie! ¡Me aceptaron! -- Exclamó el alfa moreno, quien hizo acto de presencia ya con su ropa casual y un bolsa colgada de su hombro donde tenía la bolsa de la audición.
Sin esperarlo, el de mejillas abultadas fue elevado y dado algunas vueltas por el gran emocionado novio que tenía, quien le dejó varios besitos en sus gorditos labios.
-- Gin, fue genial, felicidades. -- Halagó Hoseok esta vez, teniendo a la pequeña RyunJin tomada en brazos.
-- Gracias, Hoseok-ah, muchísimas gracias, de verdad. No puedo creerlo... por fin dio resultado todo esto, aunque ahora viene lo más complicado, estoy listo para lo que venga. Más aún si lo tengo a él sujetando mi mano. -- Dijo refiriéndose al omega.
Dios, JiMin iba a acabar roto en llanto en cualquier momento, no podía defraudarle, claro que no podía... -- Tío Minie, quiero ir a ver al príncipe de las flores. -- Pidió la pequeña moviendo su cabeza un poco inquieta, había mucha gente a su alrededor, y ella quería encontrar al pálido joven.
-- RyunJinie, n-no se puede, cielo, otro día ¿Vale? --
Ella era una muy buena chica, por lo que simplemente asintió pareciendo un poco decaída, quería verle, pero no insistiría en algo que su tío ya había dicho que no. -- Ven aquí, RyunJin-ah, te llevo en los hombros hasta el auto. -- Fue el alfa moreno quien lo dijo, tomando a la infante de los brazos de su amigo, y bueno, la pequeña se animó un poco.
-- Te ves un poco estresado ¿Estás bien, JiMin-ah? -- Preguntó Hoseok dejando que JonGin correteara con la pequeña.
-- No lo sé, Hoseok hyung, no lo sé, yo solo- solo... -- las palabras se quedaron atascadas en su garganta cuando divisó al chico albino allí vestido de la forma más elegante que nunca antes le haya visto.
Sus miradas se habían encontrado, había podido ver como le estaba mirando con una amplia sonrisa, aunque el pálido había acabado por agachar su cabeza, así desviándole la mirada, aunque la sonrisa no se perdiera.
-- ... ¿JiMin? Te has callado de repente ¿qué pasa? --
-- Nada, vámonos, por favor. Me encuentro un poco mareado, creo que necesito cenar ya... -- Murmuró queriendo irse de allí lo antes posible, porque si seguía teniendo al peliblanco en su campo de visión iba a terminar acercándose.
Por suerte, Jung no hizo alguna pregunta o comentario más, incluso luciendo preocupado porque su rubio amigo tenía el rostro pálido, cosa que no era para nada usual en él, así que se dio prisa en llegar al auto de JonGin, donde ya les estaban esperando.
Príncipe de las flores.
JiMinie, estabas muy guapo hoy.
No me acerqué a decírtelo en persona porque
sé que no querías o no tenías tiempo.
Pero en serio, seguro te llevaste la mirada de muchos.
(22:14)
Oh, por cierto, dale las felicidades a JonGin.
Lo hizo excelente, se lo merecía.
Dile que el padre de Jen quedó encantado con él.
(22:18)
¡Pasadlo bien!
(22:20)
No ha habido demasiada interacción, pero me parece un capítulo importante. uwu
Espero que lo hayáis disfrutado y sobre todo no os haya aburrido. :(
Os quiero mucho.
Kisssuuu.~~
050221
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