dos
Yoongi miraba hacia los lados en su aula, se encontraba en uno de los últimas filas pegado a la ventana. Era la hora del descanso, pero al estar lloviendo, los profesores habían indicado que se quedaran dentro, hoy no podrían salir a tomar el aire.
Para el chico era agobiante, ese lapso de tiempo es el que él tenía para desaparecer un poco, y no estar rodeado de todas esas personas que le hacían sentirse ahogado. Se sentía más solo ahí rodeado de gente que estando en un banco disfrutando del silencio.
-- ¡Hey! ¿Qué estás leyendo Min raro Yoongi? -- Dijo uno de los chicos de su clase. Mingyu era el joven más popular de su año, era el único que ya se había presentado, todo un alfa de pura sangre ya que su papá y mamá lo eran.
Ante el apodo desagradable solo le quedó tragar saliva, si se quejaba sería peor, lo sabía. -- Leo una revista de cocina... -- Respondió con sus manitas temblando, sujetando el objeto dicho.
-- Si no fueras tan tonto te cortejaría para que fueras mi omega, porque serás un omega, todos lo sabemos. --
-- Bueno, si soy un omega o no, está bien, no hay ningún problema en ello. --
El cachorro alfa arrugó su nariz ¿Que le daba igual? Iugh, él había deseado presentarse como el alfa que era, así sería alguien fuerte, alguien con poder, porque claro, los omegas no eran así, claro que no. -- Sí, sí, como digas... sigue con tus mariconadas de tartitas. Sigue mirando esas recetas, porque como buen omega te llevarás en la cocina todo el día y- ¡Ah! --
Yoongi tenía su ceño fruncido ¿Por qué Mingyu tenía que ser tan irritante? ¿Por qué simplemente no le dejaba en paz? Tal y como le había enseñado su hermano mayor, el pálido se puso de pie y empujó a su odioso compañero.
El más alto había perdido el equilibro, siendo sujetado por uno de sus amigos, lo último que hubiera imaginado es que ese futuro omega le echara valor.
-- ¿Eres idiota? ¿No te sirvieron los golpes del otro día? -- Gritó furioso.
-- ¡El idiota eres tú! Déjame, si me gusta o no cocinar no es tu problema. Si soy omega o no, tampoco, solo déjame vivir. --
Gyu se colocó de pie correctamente, acercándose al cuerpo tembloroso del más bajo. Estaban a unos simples centímetros de distancia, y eso hacía que el de ojos felinos se sintiera gravemente intimidado, por la santa luna, Mingyu le sacaba toda una cabeza de altura y tenía más fuerza que él. Se arrepentía de haberle empujado, definitivamente sí. -- Podría partirte la cara, dejarte más heridas o romperte un brazo, pero sabes qué. Creo que ya te estas acostumbrando a eso. --
Los ojos del alfa se dirigieron hacia el escritorio del chico que tanto amaba molestar, esa revista llamó su atención, el pálido siempre la llevaba consigo, no era ningún secreto cuando amaba Min las recetas y las técnicas de pastelería. Fue entonces que su retorcidamente se puso en marcha.
-- Yoonie, qué pasa si... -- El más alto sonrió con diversión, tomando el objeto y viendo como los ojitos negros del pálido se habrían con temor. En un instante tuvo al chico saltando a su alrededor intentando tomar aquello. -- Ah no, mira, mira lo que consigues que haga pequeño omega. --
No dudó siquiera un momento en abrir la ventana y sacar su mano, sintiendo como su mano se mojaba, pero aquellas tantas hojas también. -- ¡Para, para, para! Métela para dentro ¡Mingyu! --
-- No te oigoooo~~ --
Yoongi intentaba tomar la revista, mojando su brazo de igual forma. Se estaba poniendo demasiado nervioso, tenía Mingyu riéndose en su cara, y sus ojitos felinos solo podían concentrarse en ver como las hojas se mojaban en cámara lenta estropeándose. -- Creo que esa mierda no te va a servir ya para nada... -- Dijo finalmente soltando el objeto desde el segundo piso.
El más bajo pudo ver como aquello que su papá le había regalado ahora estaba en el suelo terminando de estropearse. ¿Cuánto más tendría que soportar?
-- Yoonyoon, mira lo que te he traído~ --
El pálido escuchó la voz de su hermano canturreando desde el pasillo. Se encontraba debajo de todas sus sábanas, hacía frío, estaba lloviendo y había tenido otro día horrible, la verdad es que quería quedarse ahí debajo ausentándose del mundo durante un rato.
Aún así Euijin siempre buscaría la forma de ver a su hermano feliz, abrió la puerta de la habitación del menor y se subió a su colchón. -- Yoonyoon~ -- Volvió a llamar, acariciando el bulto que había bajo la colcha. -- Sal, tengo una sorpresa que te encantará. --
-- No quiero, tengo sueño, creo que me he resfriado. --
-- No seas así, tu hermano mayor te ha comprado algo. Dime por lo menos si te gusta. --
El más joven de los Min suspiró sacando su cabecita de allí abajo, pudiendo ver como su hermano lo miraba con ahora una brillante sonrisa, estaba escondiendo sus brazos detrás de su espalda. -- Venga, hyung, a ver qué compraste. --
-- Joder, un poquito de más entusiasmo... -- Pidió con un puchero pronunciado en sus labios. -- Bueno, da igual, una, dos y tres... ¡Tadá~! ¡ábrelo, ábrelo!--
Euijin le entregó una caja de color menta con un lazo en la tapadera. Nada más ver el color sonrió, Yoongi sabía que su hermano era muy detallista, estaba seguro de que había buscado una caja de ese tono, el cual era su preferido por encima de cualquiera.
Antes de tomar el regalo se dispuso a sentarse correctamente en la cama, dejando sus piernas debajo de las sábanas, así estaba calentito en el día de lluvia. -- No hacía falta que comprases nada, hyung. -- Dijo tomando el obsequio, colocándolo en sus piernas para comenzar a abrirlo.
Sus orbes brillantes y negros se quedaron maravillados ante lo que había en su interior. Habían dos moldes que no tenía en su colección, uno con forma de estrellitas y otro con forma de nube ¡Ahora podría hacer tartas y bizcochos de esa forma!
Además habían algunos colorantes de diferentes colores para decorar sus cupcackes y... en el fondo... tres revistas nuevas de cocina y postres.
-- ¡Hyung, esto... esto es muy lindo! -- Exclamó emocionado, con sus mejillas sonrojadas y con una pequeña sonrisa, todo era muy bonito.
-- ¿Si? Que bien... cuando llegaste de clase y dijiste que habías perdido la revista que te compraron parecías muy triste, pero no pasa nada Yoon. Las cosas a veces se pierden, no te sientas mal, tu hermano mayor te ha comprado muchas otras para que sonrías mucho ¿bien? --
El menor asintió efusivamente, colocando la caja a un lado para ahora abrazar a su hyung con toda la fuerza que su cuerpo tenía a sus cortos 14 años. -- Eres el mejor hermano del mundo. Muchas gracias. -- Agradeció sintiendo como el contrario lo estrechaba entre sus brazos también.
-- Gracias, gracias. La verdad es que me esfuerzo. -- Bromeó acariciando los cabellos blancos del chico para luego separarlo con suavidad. -- ¿Y si cocinamos algo? Sabes que no se me da del todo bien... pero a ti se te da de maravilla, te dejo reírte de mi y mi torpeza. --
-- ¡Vamos, hyung! Quiero probar los colorantes nuevos. --
Yoongi salió de la cama con la caja en sus manos, ni siquiera esperó que Euijin fuera detrás suyo, él solo bajó demasiado emocionado las escaleras para llegar a la cocina. -- Bueno, misión cumplida. -- Se dijo a si mismo con una sonrisa, escuchando como el otro le llamaba desde la planta de abajo.
-- Papá, te prometo que no sé qué pasó, estábamos cocinando tranquilamente y de repente Yoongi se comenzó a marear, le entró fiebre y parecía que se iba a desmallar en cualquier momento. -- Habló atropelladamente el mayor de los hermanos.
-- Tranquilo, Jinie. ¿Me ves enfadado? Sé que lo que le haya pasado a Yoongi no es tu culpa, ahora tranquilízate, el enfermero de allí me ha dicho que si vienes por un ataque de ansiedad, quería sedarte. --
-- ¡Pero, es que- mi Yoongi- él parecía tan mal que- -- Su padre le atrajo hacia él para abrazarle, dejando caricias por su espalda. -- Lo siento, papá, de verdad. --
ChanSeok tenía una sonrisa sobre su rostro, ese hijo suyo nunca iba a dejar de recordarle a él, dos gotas de agua eran menos idénticas que ellos dos. -- Escúchame, Euijin. Sé que como alfa tienes la necesidad de mantener a tu familia bien, él lo está. Cachorro, no puedes controlarlo todo, ahora vamos a esperar. --
El joven asintió despacio, apoyando su cabeza en el hombro de su progenitor. En ese momento extrañó a su madre, pero estaba trabajando y no quisieron preocuparle, deseaba que la mujer tomara sus mejillas regordetas y besara su frente y ojitos. Él sería el pequeñito alfa de su mamá siempre.
O no.
-- ¿Familia Min? -- Una mujer con bata blanca salió buscando con su mirada a las personas nombradas. Los dos alfas no tardaron en acercarse a la médico bastante tensos. -- Podéis quitar esas caras de preocupación. -- Dijo para luego reír con suavidad. -- El paciente está bien, es solo que ha entrado en su primer celo, y es el más duro. Su cuerpo simplemente tuvo un desajuste, pero está estable. Ahora está con el gotero esperando a que se termine, luego podrán irse a casa. --
Ambos Min se miraron demasiado sorprendidos, aún quedaban algunos meses para que Yoongi cumpliera los quince, no demasiados, pero no habían esperado de repente que el celo de su pequeño pastelito llegase. -- Y-y... él es... es omega ¿no? -- Inquirió su hermano con curiosidad.
-- ¿Omega? No, en absoluto. Es todo un alfa, su examen médico está perfecto, no hay ningún dato siquiera cercano al de algún omega. Le sacamos sangre y le hicimos el examen precisamente para asegurarnos, tendréis el certificado en unos minutos, estamos imprimiéndolo. Si quieren pueden pasar a la sala donde él está, aún se encuentra algo atontado por la medicación. --
ChanSeok asintió estando aún asimilándolo, su hijo ya se había presentado, un joven alfa.
Espero que hayáis disfrutado de este nuevo capítulo. uwu
Pronto saldrá Jiminie, no preocuparse. Es que me gusta que me gustaría desarrollar el personaje de Yoongi bien, lo estoy intentando, de verdad. ;3;
Os dejo una fotito de Mingyu, es un bebé en realidad.
Kisssuuu~~
211020
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