dieciocho
Las dos primeras semanas en la universidad habían pasado demasiado rápido, JiMin había conseguido ya habituarse a esta, no perdiéndose cada vez que tenía que cambiar de aula; y además, había conseguido hacerse amigo de algunas personas de su curso. No le fue complicado en realidad, caer ante los encantos del rubio era de lo más fácil.
Aún así, aunque el chico tenía sus nuevos amigos en su aula; siempre en la hora del almuerzo iba directo a la mesa donde sus hyungs se encontraban, sus más favoritos hermanos, Kim SeokJin y Kim NamJoon, quienes también estudiaban veterinaria, pero cada uno en diferentes cursos debido a sus edades.
-- ¡Hola, SeokJinie hyung, NamJoonie hyung! -- Saludó el de mejillas pomposas, sentándose al lado del moreno, enfrente del más mayor.
-- Buenas tardes, bolita de arroz. -- Saludó SeokJin con una sonrisa, colocándose sus gafas encima de la cabeza para descansar un poco sus ojos. -- ¿Bien el día de hoy? --
La cabeza de JiMin se movió de arriba abajo de manera energética, este semestre sus asignaturas eran de lo más interesantes; y apenas tenía profesores que le dieran mala espina, así que definitivamente estaba demasiado contento. -- En el día de hoy me han dado algunas fechas de exámenes para dentro de semanas, pero estoy muy feliz, no puedo creer ya haber comenzado la carrera en realidad. -- Contó mientras sacaba de su bolsa un bentō.
En cuanto el omega abrió la caja, el aroma a comida casera preparada cuidadosamente y con todo el amor se pudo percibir. Aquello junto a los orbes brillantes que ahora tenía JiMin luciendo eran la prueba de que había sido preparado por YoonGi. -- Ese alfa en serio te cuida ¿no es así? -- Rió NamJoon mientras acariciaba el cabello dorado de su amigo, quien asintió feliz, no tardando más en tomar sus palillos para comenzar con su almuerzo.
-- Últimamente traes muchas cosas preparadas por él ¿Va hasta tu casa todas las mañanas para darte la comida? -- Esta vez fue el mayor de los hermanos quien habló, a la par que también iniciaba con su almuerzo.
Ante la pregunta, Park negó con su cabecita, tragando para después hablar correctamente. -- YoonGi hyung se está quedando a dormir conmigo estos días... así que se despierta un poco más temprano allí en casa para prepararme el almuerzo. Dice que quiere estar seguro de que me alimento bien. La casa de Gigi está a las afueras de la ciudad, así que quedándose conmigo tiene más cerca su universidad. -- Explicó, tomando un poco más de comida.
Ambos hermanos se quedaron un poco perplejos frente a la explicación, aquellos dos siquiera eran una pareja formal como tal pero ya convivían gran parte de su tiempo. ¿No era aquello demasiado pronto? -- Bolita de arroz, ¿No crees qu- -- SeokJin fue abruptamente cortado por el murmuro del más joven.
-- Q-quería daros las gracias... a los dos. Junto a Hobi hyung sois los únicos que os quedasteis a mi lado después de la ruptura con JonGin-ah. Tanto Wheein como MoonByul noona se alejaron mucho de mi, entiendo que para ser más apoyo para él, cosa que entiendo... pero aún duele un poco. -- Comentó con sus pequeños orbes puestos en la comida perfectamente colocada por parte del alfa pálido, al recordarlo solo pudo sonreír. -- Gracias por aceptar que YoonGi hyung sea parte de mi vida y un pedacito de mi felicidad; y haberos quedado conmigo a disfrutarlo. --
NamJoon le dedicó una sonrisa cálida a su hermano mayor >> Tal vez JiMin había encontrado lo que tanto tiempo llevaba ansiando, y no somos quienes para meternos. << Podía leerse en su mirada, o por lo menos SeokJin podía, porque ambos se entendía de aquella manera casi mágica y extraña. -- No debes de agradecer, JiMinie, es tu felicidad, tu vida y nosotros tus amigos; estamos aquí para eso. --
-- NamJoonie hyung... te quiero mucho. -- Confesó el rubio tirándose hacia los brazos del peliazul, quien en seguida le envolvió con sus fuertes brazos.
No pudo evitar reír al notar ese agradable pero extraño aroma, pan recién horneado. Sabía que era de YoonGi puesto que había estado con él varias veces, pero no dejaba de hacerse raro que un alfa fuera poseedor de aquella fragancia. Podía entender por qué a JiMin le gustaba tantísimo.
SeokJin se limitó a sonreír enternecido ante sus dos dongsaeng. Solo faltaba allí su solecito y ya estarían al completo. Ah, extrañaba a HoSeok. Y se sentía terriblemente mal por ello porque no debería, no por lo menos en la manera en la que lo hacía.
YoonGi posiblemente se encontraba más cansado que cualquier día antes en todo el mes. Normalmente siempre llevaba bien toda su rutina, pero hoy el día se le estaba haciendo interminable, además de pesado.
Ahora estaba esperando fuera de la biblioteca de la ciudad a que cierto omega de mejillas adorables saliera de allí, ambos habían quedado para volver al apartamento del pequeño juntos. Venía de trabajar, siquiera se había quitado el uniforme, solo quería llegar ya al apartamento del rubio para poder darse una ducha y descansar; caer dormido mientras los deditos del omega se enredaban en sus cabellos blancos.
Tan solo el fantasear con ese momento, un suspiro se le escapó. -- Mimi... ¿Cuánto se supone que tarda alguien en guardar los libros en la mochila? -- Se quejó para si mismo cuando más de cinco minutos habían pasado desde que el rubio le enviara un mensaje diciendo que en seguida estaba abajo.
Con la intención de distraerse se dispuso a ver videos en su tiktok, sonriendo ligeramente al aparecerle varios videos de gatitos o bebés intentando hacer cosas por su propia cuenta. Los ojitos del alfa permanecieron en la pantalla hasta que alguien chocó su hombro, y aunque YoonGi alzó su rostro para disculparse -a pesar de no haber tenido nada de culpa-; se había quedado mudo al ver el rostro del sujeto.
-- Lo sabía, eres tú... Hace demasiados años que no nos vemos ¿No, Min? -- Saludó el joven, y para cualquiera parecería el reencuentro entre dos amigos, pero eso estaba muy lejos de ser la realidad. -- Mírate ¿Al final las revistas estúpidas de recetas que te compraban sirvieron para algo? ¿Trabajas haciendo tus tartas de marica? -- Susurró cerca suyo, apoyando su mano sobre el hombro del pálido para apretar más de la cuenta este.
-- M-MinGyu... -- Fue todo lo que pudo decir, queriendo que el chico se alejase de él. Él había sido su mayor bully, la persona que más le había acosado en todo su periodo escolar.
-- Cuando terminamos secundaria te perdí la vista, dime ¿Terminaste con otro alfa que te rellenase el culo, YoonGi-ah? -- Inquirió con una sonrisa que al más bajo le dio incluso escalofríos, él en serio había tenido una vida tranquila todo el tiempo en el que no había sabido más sobre él.
Desde luego no quería seguir allí, necesitaba marchase antes de hacer enfadar a Mingyu, sabía por experiencia propia la poca paciencia que este tenía; y no quería llevarse una nueva paliza, llevaba muchos años sin recibir una y quería que siguiera así. Con cuidado y manos temblorosas, YoonGi apartó la del chico de sobre su hombro, haciendo el intento de andar con rapidez para huir de allí.
Se encontraban en mitad de la calle, ese alfa no le haría algo allí frente a todos, quería creer que sería así.
-- Tú ¿Por qué te intentas escapa-- --
-- Gigi, estoy aquí ¡no te vayas sin mi! -- El duce timbre de voz que se escuchó a sus espaldas hizo que ambos parasen de andar, Mingyu habiendo intentado seguir los pasos del pálido por supuesto.
El alfa más alto se sorprendió demasiado cuando por su lado pasó ese chico de mejillas adorables, parándose al lado del estúpido pálido para abrazarse a él mientras se disculpaba una y otra vez. Pero no fue todo, al chico casi que se le salen los ojos de sus cuencas de la impresión cuando vio como el rubio dejaba besos sobre los labios del albino. -- Tiene que ser una broma... -- Murmuró sin comprender ¿Cómo Min YoonGi había conseguido llamar la atención de ese omega?
-- Oh, lo siento ¿Eres amigos de YoonGi-ah? -- Inquirió el más joven al ver que desconocido no se había movido del sitio, a poco más de un metro de ellos. -- Soy JiMin, nunca he conocido un amigo alfa de Gigi. --
Park estiró su manita hacia la del alto chico, quien miró al omega con una de sus cejas alzadas y una sonrisa divertida que no le gustó ni un poco al de cabellos blancos. MinGyu no pudo corresponder al saludo del precioso rubio; Min había tomado la cintura de quien estaba cortejando para dejarlo detrás suyo. Por primera vez un intento de gruñido había salido de su garganta. -- No somos amigos, JiMin... -- Murmuró, aún con sus manos temblorosas, pero llenándose de valor para mirar al otro alfa con el ceño fruncido.
Este mismo partió en una carcajada cruzándose de brazos . -- Oh, vamos, alfita. Tengo que darte mis felicidades, conseguiste a un chico que va más allá de tus posibilidades; disfrútalo mientras no llegue alguien que esté a su altura. --
Al comprender la situación el rostro de JiMin cambió por completo. Nunca había hablado en profundidad con su mayor sobre el acoso que podría haber recibido, pero sí era consciente de lo que había pasado YoonGi con las demás personas. A día de hoy muchas de sus inseguridades seguían ahí; ahora entendía aún más el por qué.
-- Te atreves a hablar con demasiada confianza de cosas que siquiera entiendes. -- Dijo el más bajo, dejando de estar detrás de su alfa para colocarse a su lado, entrelazando su mano con la del mismo. -- Siento si nadie fue capaz de fijarse en ti, pero pareces alguien podrido por dentro; no es la culpa de los demás sino tuya. --
-- ¿Tu aroma no es demasiado dulce para ser tan contestón? -- Se burló el pelinegro, provocando que el ceño de JiMin se frunciera aún más. Odiaba, en serio odiaba cuando alguien más lo trataba de esa manera por la tonta superioridad de las jerarquías.
Sin miedo alguno quiso dar un paso hacia delante para enfrentarle, siendo detenido por la mano temblorosa de YoonGi, quien siquiera tenía si rostro alzado del suelo. Podría quedarse allí discutiendo con ese idiota; pero no era lo que su futura pareja necesitaba en ese momento. -- ¿Sabes? Había planeado cenar con mi hyung y tener una bonita noche, y no te voy a dar el poder de estropearlo. Piérdete. --
El omega se colocó de forma correcta su mochila, una de las asas habiéndose resbalado un poco de sus hombros. No esperó algo más de parte de ese chico alto y de personalidad desagradable, solo quería sacar a su mayor de allí y cuidarlo mucho, muchísimo.
-- Tranquilo, Gigi... todo está bien, estoy contigo. -- Le dijo en un tono de voz calmado ya habiendo pasado un par de calles, recibiendo solo un asentimiento como respuesta.
Fue imposible dejar la preocupación a un lado cuando siquiera había conseguido que YoonGi dijera una palabra aún. El albino se había mantenido mudo y aparentemente perdido en sus pensamientos, cosa que asustaba al más joven ¿Qué podría estar sucediendo dentro de su cabeza?
Acababan de llegar al apartamento de Park, de forma automática el peliblanco se movió hacia la cocina, siendo perseguido por el contrario. -- Espera, YoonGi hyung ¿Quieres ducharte y ponerte cómodo? Puedo hacer la cena yo ¿Si? -- Con la intención de poder conectar sus ojos con los ajenos, JiMin tomó el rostro del alfa entre sus manitas.
Su corazón se ablandó aún más al ver los orbes del dulce chico cristalizados, oh no.
-- Gigi, mi amor ¿Qué pasa? -- Preguntó en voz baja con preocupación, cuanto odiaba no poder protegerle de las palabras de alguien más.
Con cariño acarició sus mejillas con sus pulgares, esperando respuesta ajena. -- ¿Crees que soy suficiente para ti de verdad? --
Incluso cuando estaba prácticamente seguro de que su hyung se encontraba así por culpa de sus inseguridades; se sorprendió al escuchar tal enunciado, dejándose ver claramente en ahora su expresión anonadada. -- ¿Suficiente? Para comenzar, no tienes que ser suficiente para nadie, príncipe; solo tienes que ser tú. -- Dijo con dulzura.
Poco a poco el belfo inferior del pálido fue abultándose, siendo así la primera vez que Park presenció a su futura pareja a punto de romperse. -- Lo l-lamento, todo, lo s-siento. -- Tartamudeó nervioso agachando su mirada debido a que sus lágrimas estaban a punto de escapar, y no tenía como huir ya que el omega le estaba sujetando el rostro.
-- No hay ninguna razón por la que debas sentirte así, hyung. -- Fue lo que el rubio contestó antes de rodear el cuello ajeno con sus brazos para atraerle hacia él y acunarlo un poco, dejando salir su aroma a consciencia con la intención de calmarle. -- Me gustas mucho, me gusta tu carita cuando me traes florecitas, o cuando cocinas algo y le pones toda tu ilusión, cuando me das besitos antes de dormir, cuando te quedas bocarriba aunque prefieras dormir de lado solo para que pueda acostarme encima tuyo, adoro cuando voy a verte trabajar y le regalas sonrisas a todo el mundo, lo bien que te llevas con los cachorros, tus manos calentitas mientras andamos por la calle, tu delicadeza al hablarme y como tus ojos brillan cuando me estás escuchando con atención... --
Por supuesto que YoonGi no pudo contener más el llanto ¿en serio alguien le podía llegar ver tal cantidad de cosas agradables? -- Mimi... -- Llamó en un hipido, aferrándose al cuerpo contrario abrazándole por la cintura.
-- Ya... eres muy bonito, principito de las flores; y no hablo de tu apariencia, aunque también sea espectacular... -- Murmuró sintiendo como la nariz del de ojos felinos recorría su cuello. -- Me siento muy afortunado de que me estés cortejando, tengo mucha suerte, hyung. --
-- ¿P-por qué dices eso? Suerte tengo y-yo... -- Siguió hipando, separándose un poco esta vez para apartar las lágrimas con sus manos.
JiMin sonrió en pequeñito, apartando las manos de su hyung que estaba limpiándose el rostro con un poco de rudeza, reemplazándolas por las suyas. -- Ojalá pudieras verte con mis ojos, es imposible no verte con amor, eres todo lo que siempre pensé que querría en mi futuro, y aquí estás, como un héroe de cuento. --
-- J-JiMinie... me tienes demasiada estima. -- Se quejó sorbiendo su nariz, cerrando sus ojos para disfrutar de como su rostro era limpiado con delicadeza.
-- Hyung, viví la relación de JiHyo noona. Ella salió con un alfa realmente... horrible, asqueroso, tanto como para dejarla embarazada, marcarla y luego abandonarla a su suerte, a ella y a RyunJinie. He conocido muchos alfas, he salido con alguien maravilloso como JonGin es; pero nadie puede compararse a ti, no para mi ¿Entiendes? --
Los belfos del mayor se fruncieron ¿Era normal que el corazón le latiera tan rápido? JiMin le estaba diciendo cosas tan bonitas que no sabía como manejarlo. -- E-eres mi persona favorita, me gustas mucho. -- Confesó Min haciéndole reír al instante.
-- ¿Si? Eso me hace muy feliz. -- Ahí estaba el reluciente eyesmile que consiguió enamorarlo desde el primer día que le conoció. -- Ve a ponerte cómodo, hyung, hoy voy a cuidarte a ti ¿Vale? ¡Te haré una super macedonia con yogurt y chispas de chocolate! A los dos nos gusta mucho. --
YoonGi asintió con su cabeza, apoyando su frente en la ajena con cuidado. -- Gracias... gracias... -- Susurró sobre sus labios, siendo el de mejillas pomposas quien terminase por acortar la distancia en un beso tranquilo que fue acompañado de caricias en su cuello y mentón por parte del alfa.
Ah, él en serio había caído por ese lobo albino de aroma dulce, le iba a enseñar a verse a si mismo con ojos bonitos, iba a sanar su corazón y disfrutar de los tiempos bonitos que llegarían a su lado.
Otro capítulo de los dos más tiernos de todo mi perfil. <3 Espero que lo hayáis disfrutado. Os quiero muchísimo, cuidadse, por favor. Kisssuuu~~ 231121.
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