Año y medio después.

Anthony Walker

El sonido de las personas gritando, las luces iluminando el escenario, y saber que ya incluso estaba sudando por todo el tiempo que hemos estado aquí arriba, era una de las partes favoritas del concierto.

Miré hacia el público, al cual estaba eternamente agradecido por haber crecido y venir aquí.

Sentado en la silla que tuve enfrente del micrófono, fue que los acordes de la guitarra se detuvieron, dejé de cantar cuando finalmente acabé la canción, el equipo de sonido detrás de Tristán y de mi también estaban tomando su descanso.

Tomé el micrófono para acercarlo a mi, era increíble escuchar los aplausos del público.

—Esta última canción— empecé, mi voz sonando por todo el lugar en un eco por el micrófono —fue escrita hace dos años aproximadamente, fue escrita para un hombre, al cual admiro y respeto.

Mi respiración se hallaba cansada, igual que la de mi mejor amigo, ya habían pasado algunas horas en las que no dejábamos morir el concierto.

—Cuando la escribí, mi padre estaba pasando por un momento en el que, creí que no lo volvería a ver de pie— expliqué —sin embargo, él siempre fue y será un gran hombre, el más fuerte que conozco, y sé que seguramente está en Estados Unidos viendo esto, solo espero que haya escuchado atentamente la canción porque me niego a repetirla— finalicé en broma.

Nos levantamos de las sillas para finalizar el concierto también.

Ese sentimiento de saber que había personas enfrente de nosotros que solo estaban aquí para ver a dos chicos hacer locuras y cantar arriba del escenario, era tan reconfortante.

—Lo más correcto sería agradecer a todos, que desde hace dos años, hemos estado logrando llegar a los oídos de más personas— seguí hablando, listo para despedirnos —la primer gira termina hoy, y todo esto fue un sueño cumplido.

—Qué lindo eres, Tony— dijo Tristán con sarcasmo, provocando que más de la mitad del concierto riera.

Así como habíamos entrado a dar un buen show, salimos con la cabeza en alto, siempre agradeciendo a los que están aquí.

En cuanto entramos a la parte trasera del escenario, el primero en recibirme fue nada más y nada menos que el chico que había cambiado mi vida.

—¡Estuvieron fantásticos!— opinó Eliot besando mi mejilla —y un poco sudados también, creo que es hora de ir al hotel a ducharse.

—Nosotros siempre terminamos sudados en el hotel— contesté sonriéndole, y evidentemente, negó con nervios.

—Oigan, ¿Podrían por favor dejar de recordarme que mi chico tuvo que irse de nuevo a otro país?— se escuchó la voz de Tristán, muy sufrido.

Negamos al mismo tiempo.

—Él tenía que ayudar a sus padres— expliqué —siéntete feliz que nos acompañó casi toda la gira.

—Y eso es lo que duele en el corazón— finalizó tocando su pecho.

Aún escuchando a las personas gritar y emocionarse, ya era hora de irnos a descansar, pasado mañana, debíamos regresar a Estados Unidos, para iniciar un proyecto más al que fuimos invitados.

...

Las maletas giraban arriba de sus ruedas, en el aeropuerto, finalmente teníamos qué volver a casa.
Cómo siempre, llegábamos a hacer mucho descontrol juntos, divirtiéndonos como siempre incluso en un aeropuerto.

Acacia era quién grababa parte de nuestras locuras justo como ahora, todo estaba destinado a un vídeo musical, en el que las únicas escenas que aparecerían, serían algunas aventuras que hemos vivido los cinco, a todos los lugares que hemos ido y en los cuales nos divertimos.

Habría tantas cosas en ese vídeo, clips de cuando en pequeños conciertos, Tristán y yo hacíamos el ridículo, cuando los cinco juntos paseabamos por las ciudades, o cuando en los hoteles terminabamos por romper algunas cosas sin querer.

Y por eso mismo, era que el dúo con mi mejor amigo fue llamado "Impertinent".

Nunca quisimos ser solo dos chicos que se subían al escenario a cantar y ya.
Queríamos que la gente nos conociera por más allá de la música, que supieran que no éramos nada discretos, mucho menos personas que siguieran muchas reglas.

Las personas sabían que éramos descarados, insolentes y con muchos ánimos de divertirnos a dónde fuéramos, y aún así, hay muchas personas que apoyan eso.

De igual manera, Eliot, Acacia y Dimitry nos acompañaban a todos los shows, a veces nos atrevíamos a subirlos al escenario solo por diversión.

Y también, ellos estaban cumpliendo las cosas que querían.

Eliot disfrutaba tener una tienda de decoraciones e incluso macetas, todo hecho de barro, para que al final él pusiera toda su creatividad a la hora de pintarlos. Y como siempre da un toque único de él, las ganancias no le faltan.

Dimitry seguía feliz en su trabajo, su propia escuela de danza, estuvo dando clases en la universidad de Sam algún tiempo, sin embargo, él quería ser su propio jefe.

Acacia por otro lado, a pesar de gustarle sus trabajos anteriores, su temperamento siempre fue de liderazgo, y la pasa bien estando a cargo de organizar los conciertos y otras cosas, era más nuestra amiga-manager que otra cosa.

—Tus padres llamaron en el concierto— dijo Eliot cuando ya estábamos sentados en el avión, listos para partir —querían que supieras que tu habitación se convirtió en el segundo estudio de Frank.

—Ellos solo esperaron el momento en el que Sam y yo nos fuéramos de casa para volver a ser felices solos— dije casi indignado —me siento ofendido.

Rió negando, para dar un beso en mi mejilla. —Están muy orgullosos de ti, todos lo estamos.

Entrelazó mi mano con la suya, así era como íbamos de viaje la mayoría del tiempo que nos tocaban asientos juntos, al final, yo siempre terminaba dormido.

...

—Entonces, ¿Qué tanto haces en la escuela?— dijo Tristán enfrente de un micrófono, ambos en una cabina de grabación.

—Mmh... Estudiando fracasologia y ciencias de la desgracia— hablé yo a otro micrófono, presionando los auriculares en mi oreja.

—Más te vale no retrasarnos, vámonos— finalizó.

Vimos del otro lado de la cabina al encargado de mantener todo bajo control, decirnos que ya podíamos dejar de decir los diálogos del guión que teníamos.

Finalmente, apagaron los micrófonos y nos dejaron salir, aún teníamos bastante curiosidad de cómo saldría una película con nuestras voces.

Y es que, quién no estaría emocionado de ser la voz de un personaje animado.
El proyecto que nos propusieron luego de la pequeña gira, consistía nada más y nada menos que, Tristán y yo dándole voz a dos personajes de una película animada, la cual se veía con más potencial del que pensábamos.

Los personajes que nos habían dado, eran incluso parecidos a nosotros, dos mejores amigos que tenían un plan para ayudar a quien parecía ser el protagonista, prácticamente eran el dúo de las películas que añadían la comedia.

Como siempre, lo único que queríamos al terminar lo que hiciéramos, era regresar a casa con los otros tres.

Tal como llegamos y terminamos las grabaciones de hoy, fuimos directo a la casa que orgullosamente se ha mantenido de pie.

Hoy en particular, no me sentía agotado, y en cuanto estuvimos ahí, busqué de inmediato a mi chico.
Lo encontré en el sofá hablando con Acacia sobre cualquier cosa, mientras Tristán corría a la habitación a buscar a Dimitry seguramente.

—Tú y yo— nos señalé, para después señalar nuestra habitación —quiero besos, allá.

Eliot rió abiertamente. —¿Ni siquiera un hola?

—Ustedes vayan tranquilos, yo tengo que ir a ver a mis padres— comentó la de ojos dorados, se levantó de su asiento dispuesta a irse.

Yo no esperé nada, tomé de la mano al castaño y nos dirigí a nuestro lugar seguro.

...

Los besos de Eliot siempre iban a ser algo de lo que nunca me cansaría, no importa dónde fueran, y ahora, podía estar feliz de solo sentir sus labios dejando pequeños besos de vez en cuando en mi mejilla.

Mientras yo me mantenía ocupado en una tablet, estábamos acostados en la cama, mi brazo rodeando al chico, y él seguía abrazado a mí sin intenciones de alejarse, poco a poco empezaba a quedarse dormido.

—Amor— me llamó somnoliento.

—Te escucho— dije concentrado en escribir en la tablet.

—¿Estarías conmigo toda tu vida?— preguntó de la misma manera.

Lo miré atento, la respuesta vino a mi mente en segundos, no fue necesario que me tuviera qué preguntar dos veces para poder responderle con toda la sinceridad del mundo.

—No— solté —yo estaría contigo esta vida y la siguiente, y de ser posible, cualquier otra.

Sonrió tiernamente, restregando su rostro en mi pecho.

—Aunque no lo creas, yo te reconocería en cualquier vida, y no habría nada que impidiera dejarnos juntos— finalizó —mmh, entonces, ¿Cuáles son tus letras, Tony?

Aún podía recordar ese día en el estanque, en el que había sido flechado por él sin saberlo aún.

—Mmh... Dígamos que, mi vida es una canción bastante rara, pero sé que no ha acabado, y que cualquiera que sean mis letras al final, las quiero vivir contigo, pequeño.

Besé su cabeza, totalmente convencido de que con Eliot Callaghan lo tenía todo. Siempre me había gustado divertirme con los demás, pero al final del día, mi lugar seguro se encontraba con él.

Eliot terminó por quedarse profundamente dormido en mis brazos.

Y yo, escribía la letra de una canción, una canción que era para él.

Porque, había estado esperando tanto tiempo para que algo nuevo llegara a mi vida, a cambiar mi perspectiva e invitarme a ser mejor cada día que pasara.

Yo jamás hubiera esperado que ese "algo nuevo", sería un castaño de ojos marrones, que la primera cosa que sucedió al conocernos, fue haber chocado entre sí.

Sin embargo, estaba más que agradecido de que Eliot llegara a mi vida, y de que más allá de enamorarme, me mostró un lado de la vida más tranquilo y feliz, en el que descubrimos que las apariencias engañaban.

Él no era tan inocente y frágil como la mayoría creíamos.
Y yo no era como las otras personas me podían ver.

Al final, solo él y yo nos conocíamos plenamente.
Yo lo tenía todo ahora.

Lo dejé descansar amenamente, mientras en la tablet, escribía la letra de la canción.

Dentro de poco, Pequeño Artista iba a llegar a los oídos de muchas personas, pero al único que esperaba que en serio le gustara, era a Eliot Callaghan.

Fin

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Y se marchó, y a su barco le nombró libertad 🎶

Eaaaa, pues ya se acabó esto :(

Nuevamente, gracias por su apoyo en esto, espero les haya gustado esto que fue la bella vida de Tonycito.
Cómo siempre, es un vacío dejar a personajes atrás pero pues, siempre voy a recordarlos la vdd

Más allá de los agradecimientos, hay dos cuestiones aquí, jiji;

1.- La siguiente historia, por fin, será la vida de Sammy, el gusano que se la pasa bailando. Lo qm ✨
Aún no sé cuándo la vaya a subir pero pues, atent@s a mi perfil en estos días.

2.- Mi manager y yo decidimos que, Dimitry y Tristán merecen extras para que conozcan un poquito más sobre su historia, por lo tanto, serán extras muy cortitos que subiré en los próximos días antes de la historia de Sam. Y claro, serán subidos en esta historia

Y creo que yaaaa, de nuevo, gracias ✨.