Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

07.- "Trato Imprevisto"

Anthony Walker

—¿Por qué tan apagado?— pregunté desde mi cama, tocando algunas cuerdas de la guitarra.

—No me gusta vivir en esta habitación— lanzó Eliot con sinceridad, totalmente recostado en su propia cama.

Lo miré. —No pienso mudarme.

—No es por ti— negó —es por el lugar, ¡Míralo! Tan gris y, seco... No entiendo cómo una universidad de arte tiene dormitorios tan aburridos.

Asentí escuchándolo, y de inmediato mi mente comenzó a idear un plan para cambiar su queja.

Los fines de semana la pasábamos solo en el dormitorio, a veces cumpliendo proyectos, otras veces solo nos quedábamos sin hacer nada.

Pero pasaron tres meses desde que iniciamos la universidad, y en esos tres meses, Eliot y yo nos hicimos más cercanos.

Recibí regaños, consejos y demás, todos de varias personas, solo para llegar a la conclusión de que si, yo estaba realmente flechado por Eliot. Y él ni siquiera lo sabía.

Cada cosa que él hacía o decía, solo aumentaba que me gustara más, al momento en que me di cuenta de eso, ni siquiera me costó aceptarlo.

Y es que cómo resistirme a la inocencia y ternura de Eliot, en él yo veía a un chico que llegó para cambiar todo de mi, todas las noches que yo dormía sin esperar nada, cambiaron a noches en las que mi más grande deseo era que amaneciera y volver a verlo.

Era un sentimiento tan fuerte y repentino el que sentía, como si él hubiera llegado a llenar ese vacío monótono.

Aún así, había algo que no me dejaba decírselo, no sabía exactamente qué era, pero me estaba matando por dentro.

—Creí que irías a ver a tu familia este fin de semana— comentó mientras tomaba otra vez su cuaderno a un lado de la cama.

—No quiero llegar e interrumpirlos, y no creo ser bien recibido por todos.

—Anthony, ¿En serio no has hablado con él?— preguntó.

Claro era que, en estos meses, conocí mucho de Eliot, tanto él como de mi, y podía decir que nuestras familias eran muy diferentes.
Siempre que el castaño me contaba más cosas sobre su entorno o el mismo, todo alrededor de mi desaparecía y solo tenía oídos para lo que él decía.

—Hablé con él hace una semana— me defendí.

—Ajá— dijo comenzando a trazar algo con su lápiz —sobre si aún tenías dinero.

—Es lo único que le interesa saber— susurré, para después hablar claramente —¿Tú has hablado con tus padres?

Negó. —No lo necesito, es Daren quien siempre habla con ellos por mí, aunque yo no esté de acuerdo.

Dejé el instrumento por un lado, me puse de pie y fui directo a buscar entre la ropa de Eliot algo para que se vistiera, si dependiera de mí, dejaría que usara su pijama todo el día, se ve demasiado tierno con ella, sin embargo, hoy no iba a dejarlo estar aquí.

—Cámbiate— dejé en su cama algunas prendas suyas —vamos a comer algo fuera.

—¿Es una orden o una petición?— escuché mientras yo sacaba mi propia ropa.

—¿Tienes algo mejor qué hacer?— cuestioné seguro de su respuesta.

—Daren dijo que tenía algo qué decirme... Pero creo que el puede esperar un día.

Sonreí sin que me viera, ya me prefirió antes que a él, al menos hoy, y eso ya era más que suficiente para que yo estuviera feliz.

...

Las piernas de Eliot se aferran a mi, tanto como sus brazos, mientras yo caminaba con él arriba de mi espalda por el pasillo.

—¿Podemos pasar a la clase de pintura? Olvidé un cuaderno ahí.

—¿Cuántos cuadernos tienes?

Se acercó a mí oreja. —Los suficientes.

Deja de hacer eso, Eliot.

Quise ignorar el hecho que inconscientemente, siempre hacía algo que me hacía pensar cosas con él que por el momento no debía pensar.

—¿Y cómo es la vida del representante de curso?— indicó.

—No sé ni siquiera por qué acepté, quieren que esté en todos los lugares al mismo tiempo, así que ve preparandote porque serás mi ayudante.

Rió. —¡Ajá, cómo no!

La universidad ya estaba siendo cada vez más decorada por adornos festivos, parecía emocionales mucho la idea de festejar noche de brujas aquí, y no era ilógico, supongo que era una gran oportunidad para los que estudiaban artes.

Seguimos hablando hasta que llegamos a la sala de pintura. A pesar de ser fin de semana, algunas aulas se mantenía abiertas para aquellos que prefieren seguir con sus deberes.

—¿Eso es tuyo?— pregunté al ver un lienzo de una pintura sobre su caballete, en el Eliot tomó un cuaderno.

—¡No tienes qué verlo!— dijo nervioso cubriéndolo con una manta.

—¿Por qué no? Es un lindo caballo, o bueno, el comienzo de uno— opiné confiado, solo era un boceto lo que alcancé a ver.

—Imagina que nunca viste eso, aún no está terminado— finalizó en su intento de estar enojado, juntando sus cejas.

Qué tierno eres.

—Está bien, no ví nada— me rendí —vamos a comer algo.

Estuvo de acuerdo rápidamente y salimos del aula.
Por esta ocasión ya no lo cargue en mi espalda, pero me arrepentía de no haberlo hecho, porque de ser así, no hubiéramos sido interrumpidos por unas chicas.

—Tony, necesitamos qué vengas con la clase de pintura y teatro— me dijo una de ellas —es sobre el festejo de noche de brujas.

Observé al pequeño que estaba a mi lado, mirándome entre burlándose y pidiéndome que responda.

—¿Es urgente?— pregunté.

Asintieron al mismo tiempo.

—¡No vamos a tardar! Puede venir él si gusta.

—En es caso— tomé con rapidez la muñeca de Eliot —las seguimos.

Sonrieron y comenzaron a caminar apresuradas a dónde iríamos.
Y por supuesto que llevé a Eliot conmigo, aunque ellas iban más adelante, él y yo nos manteníamos detrás de todas, hablando y riendo.

Caminamos por los pasillos hasta que llegamos al pequeño teatro, directamente fuimos detrás del telón, dónde había mucha gente, tanto preparando vestuarios y maquillaje, como los modelos.

—¡Hola!— gritó Dimitry desde el fondo —qué bueno que llegan, se están acabando los modelos.

—¿Qué es todo esto?

En ese instante, Acacia apareció con nosotros, dándonos una de sus muy tranquilas sonrisas. Cargando algunos vestuarios.

—El festejo de noche de brujas es pronto, y como la universidad acostumbra a hacer una fiesta llena de disfraces e innovaciones, la clase de artes decidió mezclarse con la de teatro— explicó —elegimos algunos modelos de cada clase y curso para que fueran los estelares en la fiesta.

—¿Para qué necesitan a la clase de artes?— preguntó Eliot muy confundido, ambas manos de él se habían aferrado a mi brazo, y no supe cuándo pero ahora yo sostenía su cuaderno.

—Ustedes son los expertos con la pintura, y algunos de la clase se ofrecieron a ser quiénes maquillen a los modelos, de igual manera algunos tomaron un pequeño curso de maquillaje, este año en verdad harán un buen trabajo.

—¿Puedo participar?— volvió a decir él —no sé mucho de maquillaje, pero sé de pinturas que no dañan la piel.

—Claro que sí, es una oportunidad para todos. Ahora pregunto— se dirigió a mi la castaña —¿Tony, podrías ser nuestro modelo estelar? Cómo representante de curso, debes ser él que llame más la atención junto con los otros dos representantes de los otros cursos.

Dudé por unos segundos, ví de reojo a Dimitry, que estaba siendo vestido de vampiro hasta atrás, y alguien colocando colmillos falsos, que desde aquí se veían muy reales. En cuanto me miró, elevó sus dos pulgares alegre.

No estaba emocionado por ser representante, mucho menos por querer llamar la atención, si lo pensaba, iba a sentirme más incómodo así.

Pero, esta era una nueva oportunidad de compartir algo con el castaño que puso mi mundo de cabeza.

—Solo si es Eliot quién trabaje conmigo— pedí.

Me dió una mirada pícara, ella sabía o quizá notaba mucho que Eliot me gusta, y esperaba que se una a ayudarme en esto.

Le preguntó a Eliot con su sola mirada y sonrisa.

—Si algo sale mal, ¿Prometes no matarme?— preguntó el que seguía atrapando mi brazo, pegado a mi.

Puso una mirada de inocencia y ternura demasiado, pero demasiado linda.
Me he guardado mucho estas ansias de querer besarlo y tenerlo para mí, pero él no cooperaba siendo tan Eliot.

—Lo juro— dije —pero vas a ser tú quien borre el desastre.

Rió dando un pequeño golpe en mi brazo. —Acepto el trato.

—Perfecto— añadió la chica de ojos dorados —el festejo será una semana, tienen tiempo de perfeccionar qué personajes representarán.

Antes de seguir conversando, escuchamos un grito desesperado hasta atrás.
Cuando volteamos, era Dimitry el causante de todo.

Mi primo había causado un desastre en su lugar, y se encontraba mordiendo una corbata para desatarla, la tenía por todo el cuello y brazo.

—Son como los amarres de Tristán...— susurró entre dientes, y luego nos miró nervioso, cubriéndose de un fuerte color rojo en las orejas y parte de su cara.

Se giró y nos dió la espalda mientras intentaba desatarse.

—¿Tristán amarra corbatas?— escuché a un lado de mi.

—¿No íbamos a comer?— pregunté para desviar el tema.

—Sobre eso...— comentó la castaña —necesito que estés aquí para supervisar todo, pero mañana te dejaremos libre.

No pude protestar, porque al parecer, el pequeño Eliot ya estaba de acuerdo.

—No te preocupes— me contestó en reconfort —buscaré a Daren para que me acompañe a casa, necesito ir por unas cosas.

—¿Seguro? Si te obliga a algo...

Acomodó mi cabello riéndose. —No va a pasar nada, él no me haría daño.

Muy inconforme, tuve que aceptarlo, no podía irme de aquí aunque quisiera, pero tarde o temprano iba a decir que no me gustaba estar atado a estas reglas de supervisar todo.

—Nos veremos más tarde— finalizó, tomó su libreta y salió de aquí.

Tanto Eliot como Daren estaban conscientes de que el rubio y yo, no nos llevábamos bien, no necesitaba ni siquiera decírselo, nuestras expresiones eran muy claras.

...

—No— pusieron un traje enfrente de mí —no— lo quitó e intercambió por otro —tampoco— luego puso un disfraz de esqueleto —menos.

—¿Qué tienen de malos unos huesos?— pregunté a la chica morena.

—Eres parte de los tres estelares— comentó —no vamos a dejarte con un vestuario tan usado, debe ser algo que pocas personas usen y que atraiga miradas.

Siguió sobreponiendo la ropa enfrente de mí, hasta que un traje de gladiador se interpuso.

—¡Este es!— soltó alegre —te verás bien en esto, solo tienes que medírtelo para comprobar que sea de tu talla, no tiene que ser hoy, puedes venir el lunes.

—Entonces... ¿Ya acabé mi labor?

Asintió. —Acacia dijo que solo tenías que asegurarte que todos estén activos antes de ir detrás de tu chico.

Ahí si puse atención a lo que decía.

—¿Eso dijo ella?

Rió. —Fueron sus mismas palabras, creo que debió notar los ojos con los que lo mirabas.

Y él es el único que no lo nota.

—Gracias— dije para despedirme.

Salí cuanto antes del teatro, justo al cruzar la puerta, observé una cabellera azul y una castaña caminar bastante juntos.

Tristán mantenía pegado a Dimitry a su cuerpo, abrazando su cintura, mientras que mi primo se contenía por controlar su hiperactividad. Era claro que ahí había algo muy fuerte, incluso era posible que estuvieran saliendo a escondidas.

Pero supongo que mientras ninguno de los dos confirme nada, no son nada serio.

Decidí no intervenir en su momento, probablemente Tristán había venido por Dimitry. Por mi parte, prefería buscar a Eliot.

En la caminata, justo antes de girar en el pasillo en el que estaba nuestro dormitorio, me topé con quién menos me agradaría toparme.

—¿Dónde está Eliot?— pregunté directamente.

Elevé una ceja. —¿Qué no debería estar contigo?

—¿Acaso lo ves conmigo?— expliqué sarcásticamente —dijo que lo acompañarías a su casa.

Negó. —A mí no me dijo nada, por eso vine a ver si estaba en su dormitorio.

Se podía notar en nuestras expresiones que esto nos tenía muy confundidos, y entre más lo pensaba, esa confusión se convirtió en preocupación.

Lo miré rápidamente, y supe en ese instante que ambos pensamos lo mismo.

Sin esperar nada, giré a las escaleras y corrí cuesta abajo hacia la aula de pintura.

Daren tampoco esperó mi llamado y fue detrás de mí, corrimos y corrimos casi en una competencia. Pero más allá de eso, llegara primero o no, quería que si estuviera ahí.

En cuanto pusimos un pie fuera del edificio de los dormitorios, el pequeño cuerpo de Eliot apareció enfrente de nosotros, y nos hizo frenar de golpe.

—Hola— dijo en un tono amable, pero decaído, llevaba con él una mochila llena de de manchas de pintura.

—¿Dónde estabas? Pudo haberte pasado algo— se quejó Daren —¿Por qué no me pediste que fuera contigo?

Callé un momento, no veía la necesidad de preguntarle eso de esa manera, no cuando ya está aquí a salvo. Más bien, puse más atención a su rostro, no se veía muy feliz.

—¿Puedo hablar contigo?— preguntó mirando abajo —es... sobre ellos.

Parecieron entenderse a la perfección. Admitía que eso presionó un poco mi pecho, pero era preocupante verlo así.

—Estaré en el teatro— le indiqué antes de irme.

Daren me había mirado por última vez con soberbia, detesto esas miradas.

Hubiera seguido mi camino con naturalidad, aunque me hubiera quedado preocupado, pero él dijo algo, algo que para bien o para mal, a la familia Walker le puede calentar la sangre.

—¿En serio sigues hablando con aquel músico mediocre? Te he dicho que no es bueno para ti, Eliot, ni siquiera sabes de qué familia perversa viene.

Una de las lecciones que alguna vez Frank me dio cuando pudo, fue que hiciera lo posible por no reaccionar violentamente, no hasta que en verdad se necesite.

Pero eso no lo pensé, no hasta que ya había dado la vuelta y mi puño golpeó a Daren con tanta fuerza y enojo descargados.

—No hables de mi familia como si los conocieras— le advertí.

—¡Anthony!— gritó Eliot y bajó a ayudar al rubio que tocaba su rostro.

Podré tener mil problemas con ellos, el más desapego, incluso podría quejarme yo mismo, pero en ninguna circunstancia iba a permitir que nadie hablara mal de ellos.

Ni siquiera se levantó para defenderse, solo me miró de arriba abajo y le dedicó una mirada más profunda a Eliot.

—Te lo dije— soltó Daren antes de caminar a otra dirección.

El castaño volteó a mí con nervios y preocupación, pero simplemente se fue, algo en sus ojos se veía decepcionado, o arrepentido.

Pero aún así, Eliot se fue.

Negué cansado y dejé caer mis brazos. 

Yo necesitaba urgentemente de un consejo, y no era de mis padres.

________________________

Pues él se lo ganó we.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro