Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

04.- "Conexión Inmediata"

Anthony Walker

Haber estado todas las clases pensando en la imagen que ví en la cafetería, no me estaba haciendo ningún bien.

Cada vez estaba más convencido que algo no estaba normal conmigo como usualmente es, y no era por el hecho de sentir cosas extrañas por un chico, realmente, eso era lo que menos me importaba, el género era lo menos relevante.

Lo que me importaba era saber, ¿Por qué? ¿Por qué Eliot me es tan inocente hasta el punto de provocarme sentimientos que antes no experimentaba? Y en poco tiempo.

No sabía mucho de la atracción en las personas, o del amor en general, jamás tuve esa necesidad de querer ir detrás de alguien con tanta fuerza, o de preguntarme el porqué apareció en mi vida y qué puedo ofrecerle.

Pero, con él todo cambió, en tan solo dos días, no sé si era alguna energía de positividad que él desprendía, o quizá que tendría que adaptarme a estar con él un año o más.

Lo que si sabía era que solo una única persona iba a poder ayudarme, mi papá, y para nada se trataba de Frank.

La última hora llegó rápido, apenas me topé con Tristán en esta clase, y él apenas venía entrando al salón.

—¿Es posible que alguien olvide que tiene un futuro por el cual estudiar?— preguntó tomando asiento a un lado de mi.

Lo miré confundido. —¿Olvidaste que tenías que venir a clase?

—Estaba en los dormitorios, no es mi culpa que parezcan más un hotel— se defendió.

—Ajá...— dije riéndome —por cierto, me debes el almuerzo.

—No puedo creer que me hayas ganado— resopló sacando su billetera.

—¿Tan malo es tu compañero?— pregunté curioso, esperando qué dirá de Dimitry.

Sacó dos billetes y los tendió en mi mano, bien, al menos ya tengo almuerzo gratis.

—No lo sé— desvió la mirada al frente, observando a los demás que si permanecían bien sentados.

—No lo sabes— reí —no soy idiota.

Llevar nuestra confianza a este grado tan rápido era sorprendente pero agradable, tenía más en común con Tristán de lo que pensaba, en cuestión de personalidad, ambos nos reservamos un poco más que otros, pero sin llegar a parecer personas tan serias y cerradas.

Y además le gusta la música, este chico podría convertirse en mi mejor amigo.

—Es un chico muy extrovertido— dijo con algo de nervios —eso es todo...

Callé sin insistir, pero por arte de magia, a él igual parecían salirle las palabras con naturalidad.

—Es decir, habla demasiado, solo hablando y saltando por ahí, es cansado, no convivo mucho con personas tan descaradas pero...

Me acerqué cruzando mis brazos sobre la paleta de la silla. —¿Pero...?

—Es lindo— dijo entre dientes.

Una carcajada salió inevitablemente, llamando la atención de los demás.

—Avísame cuando dejes de burlarte de mi— lanzó subiendo sus dos pies a la paleta de su misma silla.

—Es gracioso, que lo hayas besado por hablador— respondí aún burlón.

Rápidamente pasó a mirarme confundido, elevando una ceja.

—¿Cómo sabes?

Me incliné. —Dimitry es mi primo.

—¡¿Primo?!— lanzó con miedo.

—Primo— aseguré —en verdad lo dejaste traumado con el beso, ¿Tan malo fue?

—Soy un gran besador— soltó orgulloso —¿Qué más te contó?

Me resultaba extraño que el profesor no haya llegado aún, pero, tampoco me molestaba demasiado.

—Solo te diré que, no lo pongas tan incómodo cuando se encuentren.

Asintió con nervios y siguió en sus asuntos, mientras yo miraba a los demás, no teníamos mucho qué hacer, aún no nos conocíamos en su totalidad, puede que algunos ya estuvieran haciendo amistades, y aunque la mayoría quiso presentarse con nosotros, aún así había personas que eran desconocidos.

Mi mirada fue a la puerta, para ver pasar a un chico rubio de espaldas, que intentaba jalar a alguien hacia él para que entrara. Conocía ese torso.

—¡Daren, no!— reprimió esa pequeña figura masculina riendo.

El tipo intentaba hacerlo entrar al salón, y él se oponía, pero todo estaba siendo divertido al parecer.

Bien, Eliot y su novio.

Mi vista se quedó en ellos, esperando cualquier movimiento.

No fue suficiente con que estén tan unidos en la cafetería, ahora también quieren pasar clases juntos, qué maravilla.

—¿Por qué tienes cara de que quieres matar al pobre hombre?— escuché a un lado de mi.

Fue cuando puse más ligero el rostro, no me había dado cuenta de que había tomado una expresión más oscura, y debía aceptar que eso no era algo común que hiciera.

—Estaba pensando— me defendí.

Sonrió señalando a Eliot —Ajá, parece que vas secuestrar al pequeñín de allá.

—Se llama Eliot.

Entre cerró los ojos observandome.

Hay una sensación que te invade el cuerpo cuando conoces a alguien especial por primera vez, es una especie de conexión inmediata que se adentra y te consume de buena manera.

Este parecía ser mi caso con ellos dos, Tristán apenas conociéndome un día, ya mostraba entenderme bastante, y Eliot, tenía un misterio que me atraía.

Tristán de cierta manera me entendía en algunos aspectos de personalidad, cosa que hace que nos entendamos mejor, y parece ser un buen chico.

Y Eliot, carajo, Eliot es un misterio demasiado amable e inocente, pero seguía siendo un misterio, no conocía nada de él, y parecía que quería conocer todo.

—¡Hey! ¡Eliot!— gritó Tristán llamando la atención hasta el frente.

Tanto él como "Daren", voltearon acá, el rostro del castaño fue directo a mi primero, luego a Tristán.

—¡Hola!— gritó devuelta.

Le hice señas al chico de cabello azul para que se callara, pero no me hizo ni un poco de caso, en lugar de ello, atrajo su mano a si mismo para que Eliot viniera.

Él se acercó con felicidad a nosotros, y detrás de él se quedó su novio.

—¡Tritón!— dijo Eliot a él.

El chico rió negando. —Jamás me vas a dejar superarlo.

Los miré incrédulo, ya no estoy entendiendo.

—Mira, te presento a un amigo— me señaló el de ojos morados —Anthony, él es Eliot, amigo de preparatoria. Eliot, él es Anthony, amigo de ayer.

—Creo que lo conozco bien— comentó el castaño con una sonrisa tierna —un excelente compañero de cuarto.

Asentí sonriendo con pocas ganas, Tristán abrió la boca sorprendido, con un rostro de que acaba de descubrir algo genial.

—Eliot, creo que tienes clase— escuchamos detrás de él, era su novio, o al menos eso parecían.

—Cierto, hasta pronto chicos— finalizó él con una sonrisa amigable.

Se dió la vuelta para regresar con él otro tipo, y ambos salieron, supongo yo que para que él lo acompañara.

Fui discreto, hasta que desaparecieron de mi vista.

—¡¿Lo conocías?!— me quejé —en dos días me traicionaste por la espalda.

—Quería comprobar algo— se defendió burlón —entonces, te gusta el pequeño Eliot.

—No me gusta— aseguré, mirando a la derecha, rascando mi cabeza —solo me cae muy bien.

—¡JAJAJA!— soltó la carcajada —sí claro, no necesito conocerte de años para saber que la mirada que le das es de alguien que se siente muy atraído.

Elevé una ceja. —Tú besaste a mi primo.

—Golpe bajo— tocó su pecho con dramatismo.

Casi quince minutos después, el profesor ya había llegado, después de Daren.

Y ciertamente, el chico rubio no me miraba con la más grata sonrisa.
Tampoco me importaba, no conocía más que su nombre, y probablemente él ya conocía el mío.

Toda la clase lo único que hicimos fue escuchar al hombre del escritorio, no soy el mejor poniendo atención, y al parecer Tristán tampoco.

Pero era más entretenido jugar una partida de gato hasta el fondo de la clase que poner atención.

—Tres a uno, en verdad eres malo para esto— dijo mi amigo haciendo raya con su círculo.

—Esto es un error— dije soltando el lápiz —yo nunca juego con equis porque me da mala suerte.

Crucé mis brazos sin estar de acuerdo, yo merecía ganar.

Y ahí estábamos dos chicos en primer año de universidad, discutiendo en medio de la clase por un juego de gato.

—Acepta que eres malo para jugar— insistió el de ojos morados.

El profesor dijo algo para terminar, algo que no alcanzamos a entender, pero de la nada todos comenzaron a levantarse, y eso era buena señal, ya había finalizado la clase.

—¡Comida!— gritó eufórico mi amigo.

Yo por igual me levanté de la silla, y así comenzamos a salir del lugar, directo a la cafetería.
En el camino pudimos ver qué Daren salió antes que nosotros, y al parecer iba muy apurado, seguramente por Eliot.

No iba a pensar en eso ahorita, después de todo, Eliot solo es mi compañero de cuarto.

...

Jamás había visto a una persona comer tanto, no en tanta cantidad y rapidez como Tristán.

—¿No tienes miedo de explotar?— pregunté tomando de una botella de agua.

Dejó un rato en la mesa el cuarto sándwich que llevaba, negando rápidamente.

—No he comido nada en todo el día— contestó.

Terminó por completo de comer para después tomar una especie de agua embotellada de menta que vendían aquí, al no tener tanto tiempo para lavarnos los dientes luego de comer, así que había una especie de bebida que "te limpiaba los dientes" y mejoraba tu aliento, no era el único sabor de menta, había otros, solo que el de menta era el de mejor olor.

Miró a otro a lado de reojo, y solo ví como la botella que tenía era aplastada por su mano con crueldad.

Giré discretamente a la zona donde estaba observando, solo para ver a Dimitry reír a carcajadas con una chica en medio de la cafetería, si no mal recuerdo es la misma con la que habló el día que me mostró la facultad.

Volví a mirar a Tristán, riéndome, claramente.

—¿Celoso?— dije riendo.

—Claro que no— aseguró —no sé nada de él, solo fue un insípido beso.

—Ajá— solté con duda.

Volví a mirar a mi primo ya que Tristán no le despegaba la mirada. Volví a tomar de mi botella de agua con naturalidad.

Pero detrás de ellos, venían con bandejas de comida los innombrables, Eliot y Daren.

Ahora, fue mi botella la que empezó a ser aplastada sin querer.

—¡JAJAJA!— escuché la risa de Tristán, volteé rápido con enojo —¿Celoso?

Me giré a verlo, luchando por no tener alguna reacción negativa.

Seguimos hablando un rato, para olvidar lo que vimos, hasta que escuchamos que gritaron nuestros nombres lejos de aquí.

Volteamos rápido, Y aquí venían Eliot y Dimitry muy animados con nosotros, y detrás de ellos, Daren, con la chica de hace rato.

Vi a Tristán, y él me vió, ambos asustados con una conexión igual.

—Corre— dijo sin pensar, y así salimos a toda velocidad de la cafetería.

Las personas nos miraban raro mientras corríamos lejos de ahí, por los pasillos y demás, al menos ya no nos estaban siguiendo.

—¡¿Por qué corremos?!— le pregunto a mi amigo sin parar.

—¡No sé!, ¡¿Porqué estamos nerviosos?!— respondió.

—Espera— dije de golpe, deteniendome junto con él —¿Dónde están nuestras cosas?

Tardé en darme cuenta, la adrenalina de salir de ahí no nos dejó recordar que habíamos olvidado nuestras mochilas en la cafetería.

Nos miramos al mismo tiempo con la misma preocupación.

—¡Piedra, papel o tijera!— dijimos rápido, golpeando nuestras palmas con nuestros puños.

Él papel.

Yo piedra.

—Te espero en el edificio de fotografía— soltó burlón antes de ir por el pasillo a aquel edificio.

—Eres el peor amigo del mundo— agregué entre cerrando los ojos, él solo rió por todo el pasillo.

Tuve que dar la vuelta sin ganas, yo tenía entendido que no cargaba con la mayor suerte del mundo, solo me quedaba resignarme.

Entre unos cinco minutos fue que me detuve enfrente de las puertas de la cafetería, deseé dos cosas; la primera y más importante, que nuestras cosas siguiera ahí, y dos, que no tenga que toparme con Eliot.

Era un sentimiento raro, jamás había tenido esos nervios por encontrarme a una persona, mucho menos esconderme de ella, y me estaba aterrando el hecho de que él ha logrado sacar en mi muchos sentimientos que no creí tener, en tan solo dos días.

Con poca seguridad, pasé por las puertas, aún habían varias personas aquí, pero mi vista fue directo a la misma mesa en la que estábamos.

Y como dos niños paciente, Eliot y Dimitry estaban cuidando nuestras mochilas entre sus brazos, conversando y riendo. Ni Daren ni la otra chica estaban ahí.

Pero ambos estaban sonriendo, divirtiéndose y seguramente se estaban conociendo.

Automáticamente yo sonreí.

Carajo. Eliot tenía una sonrisa tan tierna.

Casi sin darme cuenta, ya estaba caminando hacia ellos. Parecieron verme, y no sé si sea porque los conozco o porque ser amables está en su sangre pero, Dimitry tenía las pertenencias de Tristán, y Eliot las mías. Ambos ahora venían hacia acá sin borrar su sonrisa.

—¡Hola!— aparecieron tres chicas enfrente de mí, tomándome de sorpresa —¿Nos conoces? Estamos en la misma clase de teoría.

Dudé. —Eh... Creo que sí, ¿Puedo ayudar en algo?

—Solo queríamos hablarte, todos estamos emocionados por formar amistades muy rápido y... Hemos investigado— habló otra de ellas.

Yo solo escuchaba mientras veía detrás de todas, a Dimitry y Eliot detenerse, solo se quedaron riendo, probablemente de mi.

—Todas las generaciones de estudiantes tienen un representante, ya sea por buen alumno o buena reputación, y hemos escuchado de diferentes salones que, un chico pelinegro de ojos verdes ha llamado la atención de todos— comentó la misma chica que me llamó en un inicio —sabemos que eres tú.

—Oh, eso, eh... ¿Gracias?— dije con duda, sin dejar de ver detrás, lo único que mis ojos buscaban era la risa discreta del castaño.

Aunque, muy por dentro sabía que buenas calificaciones no eran suficientes para ser representante entre alumnos de nuestra edad, debía ser por algo más, ¿Popularidad, quizá? No lo sabía, apenas era mi primer año aquí.

—Entonces, ¿Estás dispuesto a ser candidato?— me preguntaron.

Asentí. —Sí, gracias por la oferta, eh, cuídense y hagan sus tareas.

Ni siquiera supe qué había contestado, yo ya me había apartado de ellas para ir con mi primo y Eliot.

—Vaya, ahora mi primo huye de mi, y se convertirá en una celebridad de la escuela— dijo Dimitry —ahora dale esto a Tristán.

—Gracias— sonreí cuando Eliot me otorgó mis cosas.

Puse la mochila sobre mi, ignorando que Dimitry aún quería que yo llevara lo de Tristán.

—Me parece que te esperan por allá— señaló detrás de mi.

Volteé, observando al grupo de chicas que se habían juntado más.

—Oh, ellas, no son important...

—¡Querías huir, ve con ellas!— soltó con cizaña y empezó a empujarme como pudo al grupo —no te preocupes, yo iré a buscar a tu amigo con Dim.

—¡¿Desde cuándo se hablan con diminutivos?!— dije hasta que llegamos.

—Chicas, todo suyo— dijo con su última sonrisa inocente.

Automáticamente fue que las chicas empezaron a rodearme y hacer preguntas, mientras veía por arriba al castaño reírse tiernamente.

...

—¿Y eres así de callado, o solo estás nervioso?— preguntó alguien a mi lado mientras caminaba por el pasillo, en busca de Dimitry, Tristán o Eliot, quién se cruzara primero conmigo.

—No me gusta llamar la atención— dije amablemente.

No me había cruzado con ninguno de los tres hasta el momento, y ya estaba cansandome de tantas personas.

Había visto a mi primo caminar aún con las cosas de Tristán, y en un momento fue que pareció verlo dentro de un salón al otro lado del pasillo, y ahí era donde yo iba a llegar. Ya sea a salvarlo, o a ver cómo se pone nervioso.

Estuve a nada de llegar al salón, cuando otra vez, una chica más que no había visto del círculo de las que estaban detrás de mi, apareció enfrente, con una lista en su mano y un lapicero.

—¿Podrías poner tu nombre y firma aquí para ser considerado como el representante de esta generación?— dijo alegre.

Estas mujeres nunca se van a cansar.

Tomé el lapicero y puse lo que me dijo sobre la lista, con tal de que me dejaran en paz, de todas formas no había mucha posibilidad de que fuera elegido.

Me alejé de ellas con rapidez, ya no era solo por ir con los que conocía, era por alejarme de la atención.

Y antes de entrar al salón, ví por la ventana de la puerta si no interrumpía alguna clase. Por experiencia propia –más bien, por tener a Ayden y Frank como padres–, aprendí que primero hay que tocar o asegurarme qué hay en la habitación antes de entrar de imprevisto.

Vi por la ventana del salón, y abrí la boca sorprendido.

Solo estaban Dimitry y Tristán en el aula, pero Dimitry estaba sentado arriba del escritorio, y Tristán en medio de él, ambos besándose deliberadamente. Qué rapidez.

No debí haber hecho eso. Pero, carajo, me voy a burlar muchos días de esto.

Sería un sacrilegio interrumpir esto, simplemente me di la vuelta, fingiendo no haber visto nada. Pero riéndome por dentro.

________________________

Cómo ven a los rápidos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro