Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

06: Impedimento

*Palabra de la semana: muerte

------- *** -------


Hoy como todo viernes de cada fin de mes, puedo escuchar sus pisadas sobre el asfalto recién bañado a mediodía, radiante ante la luz del sol que muestra un celeste cielo que admiro apreciar. Camina hacia mí con el mismo semblante de culpa, como si recién entendiera la gravedad de sus actos.

Su castaño cabello está alborotado mostrando el desorden de su inicio de día. En su rostro se aprecian unas extensas ojeras debajo de esos almendrados ojos que tanto amaba observar, perdiéndome en paisajes que solo nuestras fantasías nos permitían apreciar. Una vestimenta bastante casual, pero que resalta demasiado el color negro. No es que me desagrade, solo que me hace sentir como si ese dolor no desapareciera.

Tal vez sean solo ideas mías, pero creo que está más delgado que el último mes que nos vimos, tendré que volver a regañarlo para que no se descuide de esa manera que afecte su vida, me hace sentir culpable por pensar que lo hace por mí.

—¡Hola!, creo que hoy me tarde más de la cuenta —me saluda con esa sonrisa que, a pesar de su demacrado rostro, sigue haciéndome sentir cosquillas en el estómago como si millones de mariposas revoletearan intentando liberarse.

—¡Oye! —es mi típico saludo —imagino que tu mamá no te dejaba moverte de la mesa hasta acabar el último bocado de tu almuerzo —intento ocultar una risa al imaginarme esa situación—. Seguro ha preparado alguno de esos guisos que te desagradan —porque sin importar la edad que tenga, su madre sigue tratándolo como a un chiquillo.

—Sabes cómo es ella, dice que seguiré siendo su niño que debe cuidar —suelta con cierta pesadez en cada una de sus palabras, como si le costara hablar—. ¡Toma!, esta vez traje tus favoritas, los radiantes girasoles que opacan la felicidad del sol.

Él siempre ha sabido que uno de mis temas favoritos es la fantasía, por eso suele traerme uno que otro regalo, inventando o a veces, estudiando mitologías de diversos países.

—Intenté conseguir una flor luna, realmente me esforcé en hacerlo —suelta un suspiro pesado, cada día me va preocupando más porque es como si estuviera dejándose marchitar—. Pero me dijeron que no sobreviviría a una mañana radiante, tendría que traerla durante la noche de luna llena y sabemos que es imposible que me permitan el ingreso en esa hora —su risa contagia, haciéndome soltar unas suaves carcajadas; pero en verdad, mi corazón ha empezado a preocuparse.

—No me digas nada porque sabes que mi respuesta será la misma —me interrumpe cuando se percata que estoy a punto de regañarlo, como si leyera mis pensamientos—. Sabes que nada me importa en estos momentos, solo quiero desaparecer este impedimento para volver a estar contigo, cada día.

Sus palabras hacen que la sangre suba a mis mejillas, intento buscar en mi cabeza alguna palabra para continuar con mis regaños; pero siendo sinceros, me encuentro tan emocionado que en mi cabeza ahora todo es un revuelo.

—Bueno, sabes que sin importar el tiempo que pase voy a estar esperando por ti, aunque eso signifiquen años, o tal vez siglos —suelto en una sonrisa al verlo jugar con sus manos, pues hace ese movimiento cuando está realmente ansioso—. Deberías dejar el pasado atrás y continuar, no te voy a culpar por eso.

—Pero... —intenta decirme algo cuando es interrumpido por las lágrimas que resbalan a través de sus mejillas.

Intento calmarlo dándole unas palmadas, pues a pesar de los tres años que llevamos frecuentándonos de esta manera, sé que la culpa sigue consumiéndolo; aunque le haya dicho que el descuido también fue de mi parte. Porque si desde el primer manotazo le hubiese puesto un alto y no justificarlo creyendo que es su forma de amarme, no habría caído antes de tiempo en las garras de la muerte. Y quien sabe, ahora él también sería una persona diferente.

—Sabes que en algún momento debes dejarme ir para continuar caminando, ¿cierto? —pregunto utilizando el mismo tono suave de voz que ayuda a calmarlo hasta en momentos difíciles.

—¿Y si no quiero hacerlo? —me pregunta con esa expresión desafiante, mientras sus ojos se mantienen cristalinos por las lágrimas.

—Entonces... —me pongo de pie porque ha llegado el momento de marcharme—. No nos encontraremos en el otro lado, porque no estás cumpliendo con tu destino —me acerco para darle un beso en la frente—. Nuestro destino es estar juntos por la eternidad, pero no ahora. Nuestro momento llegará cuando menos lo esperes, debes ser paciente y mientras tanto continuar —con esas últimas palabras me marcho para dejarlo atrás con ese dolor, dolor que durará unos años más; pero que confío sabrá superarlo desde ahora para ser el mismo chico radiante del que me enamoré. Gracias por eso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro