Mis días rutinarios se basaban en algo simple: levantarse, universidad, estudiar, cenar,dormir y así. Era una universitaria, en lo que cabe, aburrida y así me sentía. ¿Novio? No ¿Por qué? Simple. De las únicas tres relaciones que tuve ninguna la consideraba seria. La primera fue un desastre, duramos un mes como máximo. Mi amor del momento me pidió salir y yo como adolescente alborotada le dije que sí. Me dejo, supuestamente, porque le parecía pesado que su novia le quisiera decir "hola" cuando era lo único que nos decíamos.

Mi segunda relación es la única que me alaga y a su vez me deja mal. Un chico, nada fuera delo común, se interesaba por mí, a lo que me pidió una relación. Acepté, pero le deje a la semana. Mi excusa, no me gusta ser infiel en ningún hábito y a mí me gustaba otra persona, terminamos bien, pero yo con algún tipo de culpa.

Mi tercera relación es la que más me cuesta entender. El chico no era nada lindo, solo se ganó mi cariño por su forma de ser. El "gustaba" mío, pero le decía a sus amigos que le gustaba otra chica. Yo era su amiga, una de las más cercana. Terminamos en una relación que a los dos meses acabó porque simplemente no daba para más. Tres meses después, el chico confesó que en realidad quiso poner celosa a mi mejor amiga, quien realmente le gustaba. Yo en su momento no le presté atención, pero ahora de alguna forma duele, pues, yo le quería en cierta forma, pero a él solo le gustaba mi amiga.

Esto me deja pensando: ¿Qué es lo que se le pasó al chico uno y tres cuando me vio? ¿Qué era? ¿Una especie de objeto?

Solo me reconforta pensar que de mis tres pésimas relaciones, la segunda fue la mejor.

Mi vida es aburrida, mi circulo social se basa de mis dos mejores amigos y mis compañeros de clase, nada más. ¿No hay por ahí algún chico en mi estado?¿Alguien necesitado de amor, romanticismo, diversión o simplemente algo distinto en su aburrida vida?

Con todo lo anterior en mi cabeza salí de la biblioteca para dirigirme a mi deprimente departamento a descansar. Pero ¡Alguien escuchó mis pensamientos! Un chico, en un estado deprimente parecido a mi, se topo en mi camino. Simplemente me detuve a observarle, lentes, ojos verdes, metro ochenta, pelo castaño, pecas y mirada seductora, con seño fruncido. Estuvimos observándonos durante media hora hasta que por fin hablé.

-¿Problemas de estudio o problemas internos?

-Los dos.-dijo monótono y con mi mismo semblante.- ¿Y tu?

-Internos, estas viendo un cerebrito.

-Si, veo un cerebrito egocéntrico.-respondió con una sonrisa socarrona. -¿Quieres, no sé, hablar sobre problemas internos?

-Bueno. Soy Valerie Hudston.

-Logan Smith.-dijo estrechándome la mano.

Y así mi mente pasó de pensar en mi aburrida vida a Logan Smith. Algo distinto, algo que necesitaba.