Notas: Les debo el dibujo cuando me inspire para hacer algo lo publicare mientras aquí tienen un pequeño fic.

La primera navidad es irrecordable, tal vez estas en brazos de tu madre o padre, durmiendo plácidamente mientras los adultos festejan, tal vez llorar por el ruido asustado, tal vez lloras porque ese día llegas al mundo, la primera navidad nadie la recuerda realmente es más bien un recuerdo feliz para quienes te rodean, en la isla es muy diferente, tal vez ellos lloraba pero fue más por hambre, de dolor o abandono, tal vez dormían ante el cansancio, algunos no eran tan afortunados y su primera navidad era la última.

La primer navidad de la que fue consciente Carlos fue gracias al viejo televisor su madre con una botella de vino en una mano y un cigarro en la otra apenas si prestaba atención al pobre niño que jugueteaba con una vieja manta de dálmata, cuando hermosas luces brillantes iluminaron el televiso, Carlos miro admirado aquel espectáculo mientras su madre bufaba y lo empujaba con un pie para hacerle llorar y poder burlarse de algo.

La primera navidad de Mal la paso recogiendo semillas de las cenizas frente a la chimenea castigo de su madre por no ser suficientemente mala.

La primera navidad de Evie se durmió llorando del hambre en su habitación tras ser insultada por su madre.

La primera navidad de Jay tuvo que mantener sus palmas levantadas en el aire mientras Jafar las golpeaba con una regla, mostrándole el dolor, aquel castigo que recibiría cada vez que fallara como esa tarde, tenía que ser el mejor.

La primera vez que Evie obtuvo un regalo de navidad cuando fue lo suficientemente mayor para entender el porqué de aquellos programas navideños, fue un enorme espejo de cuerpo entero en casi perfectas condiciones todo un lujo para la isla, ella grito de alegría al verlo hasta que su madre le indicó que debía mirarse al menos cuatro horas seguidas al día, así podría ver lo obesa que era y todos su defectos que debía mejorar "Las princesas no parecen cerdos apestosos" le había dicho esa vez, el espejo un recordatorio de lo imperfecta que era.

El primer regalo de Navidad de Carlos llego como una sorpresa tardía casi al finalizar la noche del 25 de diciembre tres chicos lo acorralaron en un callejón y le dieron la paliza de su vida deseándole una feliz navidad, su madre solo le grito de regreso al ver lo inútil que era.

Mal aprendió a odiar la navidad junto a los regalos al mismo tiempo, su madre por primera vez tenia uno para ella, esa noche hubo un gran fuego en la chimenea, entonces dos de sus sirvientes la tomaron extendiendo su brazo para que maléfica pudiera quemar en su piel su marca, para que pudiera reclamarle como su propiedad con un doble dragón, sus gritos solo le hicieron recibir desdén de su madre, tiempo después Mal lo cubrió de tinta para convertir en un tatuaje la marca de su esclavitud.

Lo que parecía ser una buena navidad para Jay rápidamente se convirtió en algo horrible, Garfio lo atrapo robándole y si no fuera por Harry intentando probarse Jay no hubiera salido vivo, esa noche recibió el peor regalo de todos, su padre golpeo su espalda por perder un botín y lo dejó afuera en las heladas calles agonizando, los fuegos artificiales fueron ignorados esas noches.

La primera vez que Jay descubrió la existencia de santa Claus mirando un especial navideño mientras Jafar dormía ebrio deseo apoderarse de aquella bolsa mágica que escupía regalos donde pudiera encontrar algo valioso lo que fuera para hacer feliz a su padre, en secreto deseo el mejor tesoro para sí.

Cuando Evie escucho sobre el viejo regordete que conseguía regalos a niños buenos en navidad emocionada pidió un hermoso príncipe que la hiciera feliz, Mal a su lado rodo los ojos recordándole que solo los buenos chicos de Auradon podían recibir un presente rompiendo su ilusión, en secreto Mal pedía una simple cosa todas las navidades, Libertad.

Alimentado por aquellos programas especiales en la tv, por cada película con personas sonrientes y deseos cumplidos Carlos anhelo un regalo, solo uno, no quería oro, joyas o miles de juguetes como los niños en la tv exigían, mientras el veía a todas esas familias con enormes obsequios bajo el árbol Carlos solo deseaba uno, amor, estaba tan cansado y ansioso de amor que era para lo único que vivía, solía pasar cada navidad mirando al cielo esperando ver el trineo de santa para suplicar solo un poco, una pisca de amor.

Nueve años exactamente después de descubrir por qué en esas fechas la basura que enviaban de Auradon era mucho más lujosa y abundante, de mirar los fuegos artificiales por tv y descubrir cada aspecto de la navidad, Carlos tenía el plan perfecto para atrapar a Santa Claus, había construido un enorme telescopio con el que podría vigilar en las cercanías de Auradon y descubrirlo, mejorado su aparato para abrir la barrera e incluso derribarlo, no lo había probado para evitar que explotara como la última vez por lo que solo tendría una oportunidad.

La noche llego y cuando se dio cuenta su casita del árbol no era suficientemente alta para poder usar su telescopio, tras vacilar mucho lo llevo a la guarida de Mal, ella lo había ofrecido la última vez, bueno algo así, era parte de su pandilla por lo que no pensó que le molestaría que lo usara además no es como si estuviera ocupada esa noche.

Cuando Cruella se durmió mientras el rey y la reina de Auradon daban inicio a la misa nocturna tradicional de todos los años televisada Carlos corrió a llevar sus cosas, justo cuando acababa de montar todo ahí Mal apareció de la nada dándole un susto de muerte tuvo que explicarle todo y si no fuera por el apoyo de Jay quien también apareció de la nada comentando lo genial que sería poseer la valiosa bolsa de regalos de Santa él hubiera sido echado, entonces Evie llego más tarde con un pastel de manzana recién horneado y juntos vigilaron toda la noche ideando planes de contingencia para derribar al viejo gordo carmín, su primera navidad juntos, oficialmente como amigos un que ellos no lo supieran, cuando el viejo televisor anuncio el comienzo de los fuegos artificiales Jay soltó su trozo de pastel y corrió a acaparar el telescopio, hasta que Mal lo empujo para ver primero.

Y mientras Carlos terminaba su porción del delicioso pastel el cielo se ilumino de colores, el casi deja caer su comida sorprendido, incluso Evie que no paraba de verse en un espejo miro por la ventana, esa noche los fuegos artificiales eran más grandes y luminosos que nunca.

Uno a uno los estallidos de pólvora formaron hermosas flores de colores en el cielo negro, formas y figuras magníficas vistas por primera vez desde su creación en la isla, miles de niños y adultos salieron de sus casas aquella fría noche, los callejones se iluminaron y todos sonrientes miraron al cielo, un chico rubio cuyo alrededor había muchos niños más miraron maravillados el cielo nocturno por un segundo olvido ser echado de casa esa noche, detrás de unas tiendas una chica de cabellos azules detuvo su andar llevando una pesada bolsa de basura para ver un enorme copo de nieve formado en el cielo con luces azules, ella sonrió sin poder evitarlo, en un viejo barco pirata un chico pensativo no dejaba de mirar su mano con odio, deseando un gancho como su padre cuando el cielo se ilumino por docenas de estrellas doradas, una mano se posó en su hombro entonces y su hermana le sonrió golpeando su hombro cariñosamente, ellos miraron juntos el espectáculo, en un viejo salón de belleza una pequeña niña barría preparándose para abrir el negocio de media noche de su abuela cuando el cielo iluminó con bellas figuras de colores, ella sonrió emocionada ante tal belleza.

Carlos finalmente empujo el paste por su garganta para no desperdiciar, dejo caer la manta que Evie había dejado en el sillón una vez y se acercó a los demás chicos que maravillados observaban el cielo con una enorme sonrisa en el rostro, aquello fue maravilloso, espectacular, un extraño sentimiento le lleno entonces cálido, ansioso, emocionante, uno que fue superado fácilmente cuando Jay paso un brazo por su hombro y volvió a sonreírle con su brillante sonrisa y como si fuese la coincidencia más hermosa del mundo el cielo se ilumino nuevamente en ese momento causándole un remolino de felicidad que explotaba en su interior, y fue perfecto.

Por primera vez en mucho tiempo, aquellos habitantes volvieron a creer en algo mucho más poderoso que la magia, ellos tuvieron esperanza.

A kilómetros de ahí, en el castillo real un Rey aun parecía no muy convencido acerca de aquella gran idea de su primogénito, fuegos artificiales para la isla de los perdidos, era una locura, las luces brillantes, los festejos eran para su pueblo, sus ciudadanos que respetaban la ley, "Ellos también son nuestro pueblo" había dicho su hijo y el rey se rindió pues todos incluso los más viles merecen algo de esa luz, la esperanza de un futuro mejor.

Esa noche los chicos no atraparon a santa, el aparato no funciono aun que se quedaron dormidos frente al ventanal la noche no fue un total desperdicio, pues una pisca de felicidad fue devuelta a ellos.

No fue hasta un año más tarde que ellos descubrieron que efectivamente Santa cumplió sus deseos.

Mal obtuvo libertad, eligiendo su destino por primera vez.

Evie obtuvo un "príncipe" que la amaba más que a nada.

Carlos fue amado por tantas personas que no paro de llorar cuando lo descubrió.

Y Jay el definitivamente encontró el tesoro más grande de todos, estaba cada día al escuchar a Mal bromear, al sentir a Evie abrazarlo, al ver a Carlos reír.

Tardo un poco pero cada chico de la isla, cada pequeño niño consiguió un poco de aquella felicidad, los fuegos artificiales para la isla se convirtieron en una tradición, un símbolo.

La esperanza de algo mejor.

Notas:

No pensaba escribir algo de navidad, tengo tantos atrasos que simplemente no iba pero entonces     lo pidió y    JaylosForever le hizo segunda así que pensé algo que representara los festejos y recordé como me emocionaban los fuegos artificiales, tal vez crean que es tonto pero cuando eres pequeño y las cosas no están bien enormes luces en el cielo iluminándolo todo te hacen olvidar lo cruel que es la vida, por un segundo la magia es real.

No me gustan los cuetes por lo ruidosos que son pero no voy a negar que los fuegos artificiales son únicos y quien diga que las luces de Bengala son inofensivos bueno díganselo a mi hermano y la navidad que quemo la piñata con una.

Feliz navidad!!!!!