"Hay muchos modos de demostrar afecto, rara es nuestra manera de hacerlo"

–¡Finalmente libertad! —se estiró, aún en su asiento, frente a la laptop.

Se acomodó en el escritorio, agarró el celular mientras comenzaba a revisar los mensajes recibidos.

Había algunos "gracias" y otros que no le importó leer.

Acababa de salir de un examen, eso implicaba libertad para él, y otros a los que ayudó.

–Creo que ya iré a dormir... —daba un último vistazo al chat que tenía con un amigo.

•••

Me voy a dormir.
Leído; 3:46 p. m.

Yo iré a hacer la tarea para hoy. La de geometría, ¿Recuerdas?
Leído; 3:46 p. m.

Sisi, ya la haré en la noche, suerte para ti.
Leído; 3:46 p. m.

Que duermas bien, ya sabes, si necesitas ayuda me avisas.
Leído; 3:46 p. m.

Tranquilo, y gracias por ofrecerte en ayudar a este pobre diablo.
Leído; 3:46 p. m.

Sueñas con los angelitos, te lo mereces, te mereces más que el cielo.
Leído; 3:47 p. m.

•••

–¿Eh? —un rubor comenzó a resaltar en su rostro, pues era algo pálido. —¿En serio dijiste eso?

Su cabeza comenzó a formar un lío tremendo, suerte que estaba solo en casa y podía gritar a gusto.

Comenzó a jugar con sus castaños cabellos, "¿Era en serio?" No paraba de repetir en su mente.

Su vista quedó clavada en su teléfono, hasta sintió que se le iba el sueño.

Sus lentes iluminados ante aquella pantalla que mostraba un simple mensaje... Un simple mensaje que le hizo pensar más que todo el bendito examen.

–No puedo solo no... —comenzó a titubear, sentía el calor en sus mejillas aumentar con cada segundo pasar. —No puedo solo no responderle... —aún con los nervios a flor de piel, siguió respondiendo.

•••

Sueñas con los angelitos, te lo mereces, te mereces más que el cielo.
Leído; 3:47 p. m.

Mi amigo, no diga eso, que me pongo en modo de necesitar afecto.
Leído; 3:48 p. m.

Necesitas cariño.
Leído; 3:48 p. m.

Vamos, no haga eso, que lloro.
Leído; 3:49 p. m.

¿Por qué llorarías?
Leído; 3:49

•••

Efectivamente, lágrimas amenazaban con salir, no tenía idea del por qué, pero así era cuando recibía afecto.

–No deberías preguntar ciertas cosas... —dijo más para sí mismo, pues no había nadie en aquella casa.

Trató de retener las lágrimas, y siguió contestando.

•••

¿Por qué llorarías?
Leído; 3:49

Es extraño para mí recibir afecto, no sé, solo no me acostumbro.
Leído; 3:50 p. m.

Da ganas de gritar "ayuda"
Leído; 3:50 p. m.

¿Por qué?
Leído; 3:51 p. m.

No sé.
Leído; 3:52 p. m.

Soy como un Creeper, puedo explotar en cualquier momento si te acercas demasiado¿
Leído; 3:53 p. m.

Toncs yo seré un zombie para abrazarte sin que explotes.
Leído; 3:53 p. m.

:D
Leído; 3:53 p. m.

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Decidió dejarlo ahí. Era mucho para él, ¿mucho qué? No sabía exactamente.

–Eres un chico muy raro... —se permitió soltar una ligera risa, no de burla, sino, una más de tristeza, se oía triste. —Cuando yo ya no te sea útil, te irás, como todos.

Miles de pensamientos pesimistas y recuerdos lo abrumaron en ese momento, no podía permitirse caer otra vez, ya no.

Seguiría siendo el Creeper que mantiene a todos al margen de su corazón.