Una pirueta, un jete y otra cantidad de pasos más, tan fluidos y perfectos. Observé a la bailarina encima del escenario, con su vestido de gasa y sus zapatillas de punta. Dio otra pirueta seguida de otra hermosa cantidad de pasos. Pero solo podía observar, desear e imaginarme encima del escenario bailando como esa bailarina, pero con una diferencia, la pasión. Volcaría cada sentimiento, cada gota de pasión y esfuerzo en bailar, en crear ese maravilloso arte.

Dejándome llevar por la música cerré los ojos y me imaginé bailando esa dulce melodía. Imaginé el movimiento de mis pies, el vuelo del salto y mis manos acompañando mi cuerpo.

Cuando todos se fueron de la sala y me tocaba limpiar, subí al escenario y me puse en el centro. Imaginé una melodía mientras me sacaba los zapatos y los dejaba de lado. Me prepare y me dejé llevar por mi melodía imaginaria, dejé que los sentimientos fluyeran y tan solo me dejé llevar por la pasión de la expresión.

Los pasos fluían solos, como si bailar fuera lo más natural del mundo. Un salto, un giro,un movimiento y una pose final. Mi melodía había acabado y yo solo podía oír cada parte de mi cuerpo ser llenado con el regocijo de la danza que había creado.

"Bailar no es solo seguir una determinada cantidad de pasos, bailar es sentir, oír y llenar de pasión el cuerpo. Es dejarse llevar por los sentimientos que la música y que tu mismo brindan en el momento. Bailar es sentir y amar..."