Estas fiestas las pasaría sola. Mis padres estaban de viaje y Yukiko, mi amiga y con quien vivía, se fue de viaje a casa de sus padres. Al menos había sobrevivido Navidad comiendo turrón y mirando películas, Año Nuevo lo pasaría de fiesta. Me encontraba caminando por el parque tranquilamente, sin mirar por donde iba. Ya no nevaba, solo hacía algo de frío del cual ya estaba acostumbrada. Mis botas hundiéndose en la nieve me parecían interesantes y las huellas que dejaban al pasar eran algo cómicas. Seguro parecía una chiquilla descubriendo la nieve, pero mi cara infantil se vio interrumpida por una caída. Ver tus pies mientras caminas no es buena idea, por suerte la persona con quien choqué me había agarrado en un abrazo dejándome de puntitas. Abrí mis ojos y quedé maravillada ante la mirada de un chico de pelo blanco y ojos oscuros. Un sonrojo se apoderó de mi rostro al ver lo cerca que estaba mi rostro del ajeno.

-L...lo siento.-tartamudeé separándome del chico, que era considerablemente más alto que yo.

-No pasa nada.-dijo mostrando una sonrisa.- ¿A estas horas no deberías estar en tu casa con tu familia?

-No... yo estas fiestas la pasaré sola.-dije sonriendo tímidamente, su pregunta me tomó por sorpresa.

-No eres la única.-dijo el chico mirando a otro lado.

-Soy Sachi.

-Un gusto, soy Haru.

-Así que pasas solo.-dije mirando a la nieve.-Y ¿Si salimos juntos esta noche? Digo, para hacernos compañía.

-Que buena idea.

Miré a Haru un momento antes de sonreírle. Me parecía realmente conocido, Haru. ese nombre lo había escuchado y su rostro ya lo  había visto.

FlashBack

-¡Sachi! Tienes que conocer al amigo de Hatashi.

-Calma Yukiko, sabes que no me vas a presentar a nadie con esas intenciones, estoy bien soltera.

-Al menos deja que termine.-dijo mi mejor amiga con un puchero.-Él es Haru y es algo frío con las chicas. Pero mira lo guapo que es, eso arregla todo.-dijo Yukiko mostrándome una foto de un chico peliblanco, ojos oscuros y algo más alto que Hatashi.

-Ya déjalo Yukiko. Ya te dijo Haru que no le interesa salir con nadie.-dijo Hatashi mientras yo rodaba los ojos.

Fin del FlashBack.

-¡Tú eres Haru el amigo de Hatashi!-exclamé dando un pequeño brinco.

-¿Eh?

-Yo soy la amiga de Yukiko, que es la novia de Hatashi.-dije parándome más cerca.

-Ah, tu eres Sachi, si claro ahora lo recuerdo. En ese caso, como somos más de confianza ven a comer a casa.-me sonroje un poco.

-A... a tu casa.

-Si, mi casa.- asentí con la cabeza y emprendimos la caminata hacia su casa. 

Mi sonrojo se disminuyo al rato y se intercambió por un fuerte nerviosismo. ¿No era frío con las chicas según Yukiko? Pero, era my dulce comparado con lo que me decía Yukiko de él.

(...)

-Siéntete cómoda, prenderé la calefacción.-dijo cuando entramos al apartamento. 

Me saqué la chaqueta, los guantes, las orejeras y los guardé. Me senté en un sillón muy cómodo y ya que estaba sin las botas, me permití subir los pies y hacerme una bolita. Era más cómodo que mi propia cama. Sentí a Haru acercarse y me senté mejor.

-¿Me ayudarías con la cena? Será rápido.

-Claro.

Ya en la cocina Haru me indicó que picara algunas cosas. Había un silencio bastante cómodo y ver a un chico cocinando tan tranquilamente me relajaba. Solo faltaba verle leer y lo declararía sexy. Tengo que admitir mi debilidad hacia los chicos que leen.

-Y ¿Porqué pasas estas fiestas sola?-su pregunta me tomo por sorpresa.

-Ah... Esto... Mis padres están de viaje y Yukiko se fue a la casa de sus padres.-dije mientras le pasaba la verdura picada.-¿Y tu?

-Bueno, a tu amiga se le ocurrió llevarse a mi acompañante y mis padres por desgracia fallecieron el año pasado.-dijo natural, se ve que lo de sus padres no fue tan grave.

-Así que podemos culpar a Yukiko de esto ¿verdad?-dije divertida.

-Claro, es culpa de Yukiko.-dijo soltando una pequeña risa.

Terminamos de preparar la cena y comimos mientras reíamos y hablábamos cosas triviales. Comimos un postre riquísimo de chocolate y nos fuimos al living a terminar la conversación.

-Sabes que según Yukiko eras frío y muy seco.-dije tomando un poco de mi vino tinto.

-Eso dijo Yukiko.-respondió y se quedó pensativo con la copa en mano.-Bueno, hay que aclarar que cuando Yukiko me conoció, hace tres semanas, había terminado recientemente con mi pareja.

-Oh, ¿Puedo preguntar por qué?-dije delicadamente mientras posaba la copa en la mesa y miraba a Haru.

-Bueno. Me engañaba con otro hombre.-dijo sin más bajando la vista a la copa.

-Que idiota.-Haru levantó la mirada sorprendido.-Quiero decir... tu ex, con lo poco que nos conocemos se que no eres un mal tipo, me desagradan las personas que le mienten a su pareja así. Es irritante.-terminé recostándome en el sillón.

Se hizo el silencio, ninguno hablaba y yo tenía mi mirada en en el techo. Por el rabillo del ojo vi a Haru dejar la copa y levantarse. Me incorporé y vi la hora. Eran la 1:23 de la mañana, hora de partir. Me levanté y fui a agarrar mi bolso.

-Me debo ir.-dije mirando mi celular.-Ya es tarde.

Haru solo se acercó a mi. Su mirada seria era imposible de descifrar y lo cerca que se quedo me hizo sonrojarme un poco. Su mano agarró un mechón de mi largo pelo castaño y mi sonrojo aumentó. Deslizó su mano ami barbilla y la levantó suavemente. Su mirada ahora era dulce al igual que su sonrisa. Me sentía nerviosa y mi cara hervía, mi pulso se acelero cuando su rostro se acercó al mio, rozando levemente mis labios.

-Yo quería que te quedaras.-susurró, haciendo que nuevamente su boca roce la mía.

Mordí mi labio inferior con nerviosismo, mientras mi mirada bajaba desde sus ojos hasta sus labios. Terminé la corta distancia que teníamos para fundirnos en un beso. Mi bolso cayó al suelo mientras mi brazos subían y se aferraban a su cuello. El beso sabía a vino y chocolate. Sus manos en mi cintura me acercaron aún más a él. Nos separamos lentamente, estaba agitada y quería más, algo se había despertado en mi. No le dí mucho tiempo a respirar y estampé mis labios en los suyos. Caminamos unos pasos mientras nos besábamos. El beso se hacía más apasionado y yo me sentía con más calor. Su lengua rozó mis labios, pidiendo sutilmente el paso hacia mi boca, el cual obvio permití mi, terminando en un baile con la mía.

Nos separamos nuevamente y le miré a sus ojos oscuros, que tenían sus pupilas dilatadas. Sonreí de lado mientras me ponía nuevamente de puntitas y me acercaba a su oído.

-¿Y si... culpamos a Yukiko de lo que pase ahora en adelante?-dije rozando mis labios en su oreja.

Su agarre en mi cintura se apretó un poco. Una risa ronca salió de sus labios, joder su risa era demasiado sensual para mis oídos. Le miré a los ojos de nuevo y lo volví a besar. Una de sus manos bajó hasta mi muslo, levantándolo a la altura de su cadera, entendiendo lo que quería enganché mis piernas a su caderas mientras él me sostenía. Y sin parar de besarnos, nos llevó a su cuarto, a su cama. Me depositó en ella con cuidado y bajó sus labios a mi cuello mientras daba pequeños chupetones. Un pequeño gemido salió de mis labios, moví mi cabeza a un lado para darle acceso. Sus manos traviesas delinearon mi figura y a la altura de la falda se metieron por debajo de mi blusa. Sus labios volvieron a los míos un poco más demandantes y un poco más salvajes.

Al cabo de un minuto mi blusa se hallaba en el piso al igual que la de Haru, sus labios en mi clavícula causaban escalofríos y sus manos acariciaban mis senos por encima del sostén. Se separó de mi y con la mirada pedía permiso, asentí. Haru desprendió el sostén negro y lo retiro suavemente, admirando la vista. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Me volvió a besar pero más suavemente, bajó por mi cuello, mi clavícula y cuando llegó a mis senos o primero que hizo fue dar un chupetón...

(...)

Una cálida sensación hizo que abriera mis ojos. La luz entraba por la ventana, una caricia en mi espalda hizo que me diera vuelta. Haru me miraba sonriente, con el pelo despeinado y una  sábana apenas tapándolo se me hizo una buena imagen al despertar.

-Feliz año nuevo Sachi.-dijo con su vos suave para después besarme.

El mejor comienzo de año, ahora hay que ver que pasa en el transcurso de este.