Me quedé embarazada a los 15 años. Mi novio cuando se enteró se fue, y no supe a dónde se fue. 

El día que tuve a mi hijo, que se íba a llamar Marcos, me lo robaron. Y nunca lo volví a ver. 

Dieciséis años después me encontraba caminando por las calles cuando vi a un chico muy guapo sentado en un banco. Me fijé en su muñeca, tenía una mancha negra. Era de nacimiento, como la mía. Con los ojos llorosos me acerqué a él y me puse enfrente suya. Él me dedicó unaa mirada confusa. 

-Hijo, cariño... Por fin te encontré...-dije mostrándole la macha. Él se miró su muñeca. Y saltó de alegría. 

-¡Mami! Te estuve buscando toda la vida, no te separes jamás de mí-habló abrazándome. Fueron las mejores palabras de mi vida...

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Por favor, sí os quedáis embarazadas, hacer lo mejor que creaís para vuestro bebé. Pero jamás le abandonéis, intentar que tenga una vida feliz. Porque ellos no tienen la culpa de nada. Yo no lo sé realmente, pero hay muchas madres que tratan mal a sus hijos porqué fueron un accidente. Pero recordar que jamás tuvieron la culpa. Sí no queréis tener hijos, usad la cabeza, sed responsables, para que no haya accidentes. 

*Gine*