La joven que amo
Es aquella persona a la que saludé la culpable de mi desgracia...
Todo empezó cuando la conocí, por casualidad, caminando por la ciudad. Esa persona tan extraña pero amigable estaba sola, igual que yo pero ella brillaba a diferencia de los demás, desbordaba felicidad, se veía radiante y ella me notó, ella con su suave andar caminó hasta estar a poca distancia de mí, entré en pánico por alguna razón, creí que solo era mi imaginación.
Me saludó, quedé como un tonto mirándola un momento, tartamudee al saludarla pero ella sonrió, es la sonrisa más linda que he visto, trate de caminar después de ese saludo pero ella siguió mi camino en silencio, paso a paso, junto a mi.
Llegue al lugar al que me dirigía y ella solo se detuvo después de mí, hice lo que debía hacer y regresé por el mismo camino, unos pasos antes de donde nos habíamos saludado, ella se adelanto a mi y me freno, volvió a sonreír y solo dijo -Adiós- eso me dolió mas que cualquier cosa, ver como simplemente se fue al lugar donde la vi, sin voltear, sin una palabra más, fue ahí cuando lo decidí, la buscaría cada día, en el mismo lugar, ese sería nuestro lugar.
Estaba tan seguro de que la volvería a ver que al día siguiente salí a la misma hora, al mismo paso, y al voltear, la vi, tan linda como ayer pero, por alguna razón esta vez no se acercó a mi a pesar de haberme visto ahí, parado en el mismo lugar, ella solo se dio media vuelta, ya no me miró, así que esta vez yo debía ir hacía ella, caminé un poco más rápido que de costumbre, llegué a ella y me miró, de abajo a arriba y sonrió, esa sonrisa que me hipnotiza.
-Hola- fue lo único que le pude decir
-hola- ella me contesto, sentí su calidez, me embriagué con su aliento, ella tenía algo que me hacía feliz
-Puedo saber su nombre?- logré decir, debería sonreír, ser más amable pero, yo no solía ser así, ni siquiera socializaba pero con ella algo cambia, quiero ser gentil, ser feliz y hacerla feliz
-No debe saber mi nombre, pero puede decirme el suyo- Su respuesta fue tan extraña pero me llenó de satisfacción suponer que podría escuchar mi nombre con su dulce voz, sin embargo no me parece justo que ella sepa mi nombre.
-Disculpe usted pero, no se lo diré así que podrá decirme como guste- Esa sonrisa de nuevo, ella debe saber lo que me provoca al sonreír así.
-Bien, joven, deberá irse por ahora si no va a pasar, este es mi trabajo y debo regresar- Por lo menos se en que y donde trabaja, me conformaré con saber eso y venir a verla diario.
-Muy bien señorita, espero verla después, por ahora me retiro, Adiós- , -Adiós- fue su respuesta, una corta sonrisa y nuevamente tan cortante con antes, solo se volteo y ya no me miró, solo regresé a mi hogar y tan desesperado miré el reloj para tratar de que el tiempo pasara más rápido pero obviamente no tuve éxito.
Al día siguiente también la visité, no hubo plática, ella estaba ocupada, solo unas sonrisas y regrese. Así pasamos algunos días solo la miraba y ahora sí le sonreía pero, justo hoy que volví a ir ella no estaba ahí, entre al local y no esta, camine al rededor y después de un rato volví a su trabajo, pregunte por ella y solo me dijeron -ella se a retirado, su ahora esposo se la a llevado- esas palabras me desgarraron, creí que ella había sentido lo mismo que yo, no, estaba seguro de que era así por lo que no lo podía creer, regresé a casa y los siguientes días la busque, espere verla caminar por algún lugar pero no fue así, volví algunas veces a aquel local en donde la conocí pero ella ya no estaba ahí. Mi amor, mi intento por ser mejor no fueron notados, mi corazón ahora totalmente cerrado duele tanto, pero no quiero darme por vencido, así tarde años, se que podré volverla a ver y su sonrisa me llenara de emoción, pero por ahora solo soy un simple cascaron que camina por las calles buscando a la persona que lo destruyó. Ella es la culpable de que me hubiese enamorado y al final solo me dejó, ella es la persona mas cruel pero no puedo evitar querer volver a verla y que me sonría como aquella primera vez.
-Bj.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro