Capítulo 6
Narra Aria.
- ¿Y la nena?
Preguntó Juan mientras se sentaba al lado mio.
- Quedó en casa Con Papá. Me dijo que él a quería tenerla así que no me opuse.
Sonrió.
- Le compre esto...
Me dio una cajita. La abrí y sonreí. Era una vincha blanca y brillante con forma de corona.
- Es muy bonito... Gracias.
Guarde la cajita en mi bolso.
- Ella es una Pequeña Princesa y todas las princesas tienen una corona...
- Si... Lo se... Ah, por cierto, tengo que hablar con tu mamá y tu hermana
- ¿Por?
- Tienen que conocer personalmente a Cielo... Imagino que han visto fotos.
Sonrió.
- Manuela ha visto fotos... Mi mamá todavía no...
- Ya hablaré para que la conozcan...
Asintió y tomó su café.
- ¿Encontraste la billetera?
- Si, se me cayó en la escalera...
Se quedó viéndome. Evite su mirada, pero era insoportable. Voltee a verlo.
- ¿Que tengo que me miras tanto?
Dejó la taza con café sobre la pequeña mesa.
- Ya no aguanto mas.
Me agarró de la cintura y me besó. Le segui el beso y lo abracé. Sostuvo una de mis mejillas y me empujó un poco mas, profundizando el beso.
- Te amo... Te amo mucho Aria. Ya no soportaba estar sin besarte.
- Tambien te amo -Respondí agitada- Te amo demasiado. Y te extraño.
Volvió a besarme.
- Te necesito tanto Nena...
Subió mi blusa Un poco y acarició mi piel.
- Juan... Así no se arreglan las cosas.
Reí tratando de alejarlo.
- Ya lo se Amor. Pero te extraño...
Me besó otra vez.
- Tengo que ir con Cielo...
- ¿No la cuida tu papá?
Besó mi cuello despacio.
- Si... Y Mariana ahí. No me da mucha confianza dejarla con ella. Es mi hermana pero desconfío de ella.
- ¿Quieres ir a buscarla?
Dejó sus besos y me miró.
- ¿Me dices de ir a buscarla y volver?
- Si... Se quedan esta noche... Claro, si quieres.
Suspire.
- Bien... Vamos.
Acomodé mi ropa y me levanté.
- Esto... Queda pendiente.
Sonrió. Mordí mi labio.
- Ok... Eso se podrá arreglar.
- Pero esto, no.
Apuntó hacia abajo. Preferí no mirar y reirme.
- No seas asqueroso Juan Luis.
- Me duele y lo sabes. Como si no hubieses visto lo que es.
- ¡Ya Basta!
- Y tu boca... Mami...
Me acerque y le di un rodillazo en el estomago.
- Auch...
- Por cerdo asqueroso. Ahora vamos, quiero buscar a Mi hija.
Se levantó y rió.
- Ya, Vamos.
Agarró las llaves del auto y nos fuimos.
Narra Juan.
- Hola Beba...
Agarré a Cielo y sonrei.
- Ah... Ap... Nah.
Reí por como balbucea. Acaricie su pequeña mejilla y mire sus ojos. Tal cual como su mamá, hermosos ojitos marrones.
- ¿Lista?
Aria asintió cargándose dos bolsos, el de ella y el de la bebé.
- Dame esos bolsos que yo te doy la beba. Es pesado.
Agarré los bolsos y ella agarró a Cielo.
- Listo, vamos.
Salió ella y yo atrás.
Juro que le apretaría las nalgas, con tantas ganas que quedaría marcada. Pero tiene a la bebé en brazos, así que eso tendrá que esperar.
- ¿Puedo saber donde van?
- Juan y yo tenemos que hablar, y vamos a salir. -Respondió- ¿Por qué?
- Solo pregunto.
El papá de Aria me miró mal.
- Procura no volver llorando.
Ahora yo lo mire mal.
- Papá, deja de hablar estupideces. Juan, vamos.
Agarró mi mano y me arrastró con ella
- No tenias porqué arrastrarme.
- Si no la hacia eso se armaba una batalla campal.
Reí dejando las cosas de la Beba en el auto. Aria y yo subimos y empecé a manejar.
- ¿No viste a Cielo?
Mire a Aria por el espejo retrovisor y seguí en el camino
- No ¿Que tiene?
Frené en un semáforo y mire a Cielo. Tenia la vincha que le compré hoy.
- Le queda hermosa.
Sonreí.
- Si... Ella es hermosa.
- Así como su mamá.
Aria se sonrojó.
- Tampoco tanto. Ella es mas linda.
- Las dos son hermosas.
Sonreí y seguí manejando.
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