Capítulo 4
Narra Juan.
- Hola bebé.
Levante a la pequeña en brazos. Ella sonrió, y yo no evite hacerlo también.
- Soy tu papá ¿Sabes? -Murmuré acariciándole la mejilla- Y soy un estupido, te adelanto.
Rió. Empecé a moverme despacio.
- Eres tan hermosa... Igual a tu mamá.
Reí por los gestos que hacia. Es una princesa hermosa...
Una Pequeña Princesa.
- Como quisiera volver el tiempo y haberte visto nacer, beba... Pasaron unas horas y ya me enamoré de ti... -Sonreí- No me imagino si te hubiese visto desde el principio...
Escuche pasos, así que sabia que Aria estaba tras de mi.
- Perdoname por haberlas dejado... -Sentí a Aria al lado mio- Al menos con tener una sonrisa tuya, se que me perdonaste...
En ese momento, la pequeña sonrió y puso una de sus pequeñas manos sobre mi rostro. Reí.
- Ok, ya lo se entonces...
Voltee a ver a Aria, ella solo sonreía.
- Subí porque pensé que pasaba algo...
- Esta bien... Apenas entré se despertó.
Se acercó y miró a la beba.
- ¿Desde cuando sonries tanto?
Rió y la beba también.
- Creo que es hora de que nos vayamos...
Agarró a la pequeña en sus brazos.
- ¿No quieres quedarte a comer?
- No, otro día... Cenaré con papá y Mariana...
- Ah... Ok.
La pequeña me estiró los brazos. Aria y yo intercambiamos miradas.
- ¿Puedo tenerla un poco mas?
- Si... De paso acomodo sus cosas.
La agarré de nuevo.
- Ahora te llevo...
- Tomaré un taxi.
- Dije que te llevo.
Rodó los ojos y salió de la habitación.
- Tu mamá esta loca.
- ¡Te escuché!
Reí.
- Si, esta loca.
Cielo rió y puso otra de sus manos en mi rostro.
- También te quiero Nena, pero ya pasó.
Volvió a Reír y sacó su mano. Acaricie su pelo mientras salía del cuarto y me iba abajo.
- ¿Ya estas lista?
Aria asintió.
- Damela y la llevo.
- ¿Pesa mucho lo que tienes?
- No... ¿Quieres llevarla tú?
- Si...
Abrí la puerta y salí detrás de Aria.
Narra Aria.
- Gracias Juan...
Dejó a Cielo acostada en su cuna.
- De nada... No me costaba nada ayudarte.
Sonrió y se acercó a mi.
- Piensa en lo que te dije...
- Si... Lo haré.
Se acercó a mis labios, pero se desvió y besó mi mejilla.
- Si quieres... Podríamos salir y me dices lo que decides.
- Si... Hablamos por mensaje.
Asintió y me soltó. Ya que se estaba agarrando de mi cintura.
- Adiós...
- Adiós... Cuidense...
Sonrió y se fue. Suspire, acercándome a la cuna. Cielo dormía tranquila. Creo que nunca durmió tan tranquila. Así como Juan la acostó, así se quedó.
- Ya me cuentas que pasó.
Mariana me entró a la habitación de nuevo. Me iba para la cocina, pero no pude.
- ¿Que pasó con qué?
- No te hagas. Con Juan Luis.
- Solamente hablamos... Por lo pasado y lo de Cielo... Nada mas.
- Ajá ¿Y?
- Nada... Quedé en pensar si lo perdono o no...
Me abrazó y sonrió.
- Fíjate lo que vas a hacer... Lloraste mucho por él.
- Lo se... Pero todavía lo sigo queriendo. Y mucho...
- Mmm... -Suspiró- Mejor vamos a comer... Papá nos espera.
(...)
- Shh...
Caminaba de lado a lado. Manteniendo la poca paciencia que me queda. Cielo no dejaba de llorar. Hace una hora está así.
- Ya pequeña... Ya pasó...
Así estuve por una hora mas. No se que le pasaba, y si seguía así iba a llorar yo también. Terminé por marcarle a Juan Luis. No se si esté o no despierto, pero creo que es el único que puede calmarla.
- ¿Juan?
- Si Aria. ¿Que pasó?
Se lo escuchaba agitado.
- ¿Te desperté? ¿Interrumpi algo?
- Vete, ahora -Escuche una voz de mujer seguido de lo de él.- Disculpa... No, no interrumpiste nada y no me despertaste. ¿Que sucede?
Palmee la espalda de Cielo suavemente y active el altavoz.
- ¿Que le pasa a la pequeña?
- No se -Respondí con voz quebradiza- Hace dos horas no deja de llorar a los gritos. No se que hacer ya. Probé de todo.
- ¿Masajeaste su pancita? Quizás le duela.
- Hice todo y no la puedo calmar. Te llame para ver si tu podrías hacerlo.
- Bien. Activa el altavoz para que me escuche...
- Ya está.
- Beba... Nena escuchame... No llores, estas poniendo mal a mamá...
Automáticamente dejó de llorar.
- Eso es... Ahora tienes que dormir... Es muy tarde señorita y no puede llorar así a esta hora. Despertará a media España mija
Cielo rió, y yo igual.
- Acuestate Nena y cierra los ojitos... Te voy a cantar un poquito.
Agarre el chupete y se lo di. Es con lo único que duerme.
Después de que Juan le cantara, se durmió nuevamente. Tan tranquila como hoy.
- ¿Se durmió?
- Si... Gracias. Estaba desesperada.
- De nada... Cuando sea así, no importa la hora, solo llámame y yo la calmo.
- Esta bien... Te dejo dormir. Y gracias nuevamente.
- De nada Bonita... Descansa, y dejale un beso a la beba de mi parte.
- Se llama Cielo...
- Lo se, pero yo le dijo Beba como a ti te digo Bonita... -Rió- Descansa Aria.
- Descansa Juan...
Corte la llamada y suspire. Me acomode en la cama de nuevo y no tardé en dormirme.
Fue un día muy largo.
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