Narra Juan.

- Juan Luis...

Aria tironeo mi cabello. La empuje a mi y seguí en lo mío.

- Quiero mas lento...

La miré.

- Solo hazlo... Quiero disfrutarlo, quiero sentirte.

Hice lo que pidió. Ella me besó y luego se pegó completamente a mi cuerpo. Sus uñas se clavaban en mi espalda, la rasguñaba a su manera y besaba y mordia mi hombro. Yo solo me dejaba llevar, e intentaba contener los gritos. Pero no podía, jamás podría hacerlo con ella sin soltar mínimo un grito. Me sacaba todo de mi, aunque sea un polvo rápido. Lo que quería de mi, lo tenía. En todos sentidos.

No se que ocurre con ella. Hace tiempo insinúa cosas como si se muriera en el momento. Desde esa revisión hace meses, ella ha estado rara. Y cada semana por la tarde, se va dos horas y vuelve. Dice que sale a caminar para relajarse, pero no puedo creerle eso. La Conozco y se que algo me está ocultando. No puedo decir si me es infiel, porque se cuanto odia eso y que jamas seria capaz de hacer algo así. Tampoco puedo decir que comete delitos, porque también lo odia y no soportaría ocultarlo. Pero no se, su comportamiento es extraño.

Al día siguiente, decidí ver qué le pasaba. Yo preguntaba, pero no respondía. Se hacia la tonta.
Revisé sus cosas. Se que está mal hacerlo, pero necesito saber que pasa.
En un momento, encontré papeles de la clínica donde se atendió aquella vez. Y al leer, me quedé helado.

Tratamiento para la cura del cáncer de páncreas.
Sesión: 7/?
Fecha: 21/06/2017
Paciente: Aria Jhonson.
Mejoras: Ninguna.
Síntomas: Caída del cabello, cansancio, dolores articulares, fiebre, depresión, vómitos y náuseas.
Fecha fin.: Indefinido.

Guardé los papeles. Fui a buscar a Aria. Ella estaba en la cocina, llorando. No me acerqué, quería escuchar lo que pasaba y si era cierto.

- No puedo mas Megan, no puedo -Sollozó. Me di cuenta que hablaba por teléfono- No puedo decirle a Juan que tengo cáncer. Es mas fuerte que yo... Si, lo se, pero no tengo valor para decirle esto... Prefiero morir, y que se lo diga otra persona... Okey... Hablamos luego.

Cortó la llamada.
Me acerqué y la abracé sin decir nada.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué, qué?

- ¿Por qué lloras?

Sequé sus lágrimas.

- Yo... Me siento muy mal. Tengo dolor en el cuerpo, mucho. Es inaguantable.

- Oh... ¿Tomaste algo?

- Si, ya está, solo es dolor. Ya pasará, solo quiero descansar.

La besé.

- No llores mi amor, ya se irá el dolor.

Sonrió. Se qué ese no era el motivo para que  llore así, pero ahora se que le cuesta que me diga entonces no hago nada. Ya lo se, y se que puedo perderla pronto. Es lo que mas me duele, saber que en cualquier momento puede irse. El cáncer es así, puedes morir de a poco, como rápido. Puede tener una muerte súbita, como una muy lenta.

- ¿Quieres que Descansemos juntos?

Guiño su ojo. Reí.

- Vamos. Ya que Cielo no está... Podríamos descansar en otra forma...

La bese. La levante de las piernas y Apoyé en el refri. Ella sonrió, acariciando mis brazos.

- Te amo, no lo olvides.

- No lo haré mi amor. Y también te amo.

Besé su cuello. Y ahí se descontroló todo.

Menos mal que las cortinas estaban cerradas y no se veía desde afuera.

Ah, y tengo que comprar mas platos. Los destruí contra el suelo.

- Limpia eso por dios.

Dijo Aria mientras se vestía. Reí buscando la escoba y la pala para juntar los restos de vidrio. Una vez que lo hice, fui a darme una ducha.

Al salir, fui a buscar a Aria. Ella no estaba. Sino una nota arriba de la cama.

Amor.

Fui a caminar. Vuelvo en un rato.
Te amo.
Ari.

Suspire y mis ojos se Llenaron de lágrimas.

No quiero perderla, no quiero saber nada con eso. Solo quiero aprovechar cada momento a su lado. Cada segundo, vale oro junto a ella, y ahora mas.

Tengo miedo.