Capitulo 28
Narra Juan.
- Descansa amor...
- Y tu, lindo.
Beso mis labios rapidamente. Sonreí.
- ¿Como le explicaras a tu papá que tienes un yeso?
- Le dire la verdad. No quiero mentirle, ya demasiado.
Acaricié su mano. Mariana me miraba raro desde el otro asiento.
- Ah, ok.
Guiñe un ojo. Ella captó mi señal y revoleo sus ojos.
- A ver, a ver -Mariana se acercó- Ya vi lo que pasa con ustedes, no se tienen que esconder conmigo.
Aria se sonrojo, yo solo reí.
- A papá mientele todo lo que quieras, pero a mi no -Señalo a Aria- Ahora los dejo. Viajen tranquilos.
Sonrió y se fue a su asiento.
Ya estábamos volviendo a España. Todo estaba bien. Mis cortes fueron superficiales, nada grave. En cuanto a Aria, ella tiene un yeso en su pierna rota, hematomas en el cuerpo y un corte en la frente. Todo esta bajo control.
Apenas llegar, Aria y yo corrimos a donde estaba Cielo. Bueno, yo corrí cargando a Aria.
- ¿Que sucedió?
- Larga historia.
Bese la mejilla de mi beba y la cargue.
Aria le contó todo a su papá. Y juro que pensé que me asesinaría, pero no lo hizo.
- Después de todo, estuviste para cuidarla.
Me miró seriamente. Asentí, mirando como Aria dormía a Cielo.
- Los días que estuvo internada yo estuve a su lado... Y además la salve de algo mas grave.
Me sonrió.
- ¿Ustedes no estaban distanciados? Digo... Esa huida de repente...
- ¡Si! -Casi grité- Solo... Quise estar con ella y bueno... Nos Escapamos.
- Ah... ¿Usaron condón?
- ¡Papá! -Gritó Aria- Y eso es privado.
- La bebé no cayó de un árbol. Hubo un procedimiento.
- Lo se, y además eso no tiene que importarte.
- Te cuido, es todo.
Preferí quedarme callado. Si decía algo, tal vez terminaría peleando con ella otra vez. Y era lo que menos quería.
- Yo... Debo irme...
Me levanté del sofá. Me acerque a Aria, bese su mejilla e hice lo mismo con Cielo. Me despedí de Mariana y Patrick, para finalmente irme.
Llegué a mi departamento. Estaba entrando, cuando quise cerrar la puerta me lo impidieron.
Era Anael.
Se tiró a besarme. La aparte.
- Ana... ¿Que pasa?
- No aguanto mas. Te necesito, como lo que fuimos.
- No...
Me aparté.
- Ya no Anael... Lo nuestro ya pasó, no era mas que polvos sin sentido alguno.
- ¿Que? ¿No significó nada para ti?
- Lamentablemente, no. -Suspire- Estaba en mal momento. Quería olvidar a la mamá de mi hija, lo cual fue imposible. Y por eso fui tras de ti. Ana, me gustó lo que pasó, pero fue un error y no significó nada para mi.
Ella bufo molesta.
- Cuida bien a tu bebé, no vaya a ser cosa que le pase algo.
Me miró mal y se fue.
Llamé a Aria enseguida. Tenía que estar informada de esto.
- Si Amor...
- Hola... ¿Estas sola?
- Si... Papá y Mariana salieron y yo estoy acostada con Cielo.
- Bien, a partir de ahora voy a estar contigo y con ella.
- ¿Que pasa?
- Anael me amenazó. Me dijo que cuide bien a mi bebé... Y es mejor prevenir que lamentar...
- ¡Es una...! -Gritó- ¿Me voy a vivir contigo otra vez o tu vas a venir a vivir conmigo?
- Creo que es mejor que yo vaya allá. Hablare con tu papá para que...
- ¡No! Hablare yo con él y ya. Te tiene que aceptar, y si no yo iré contigo. Por cierto, debo dejarte, Cielo se está durmiendo.
- Bien... Cuidense mucho... Dejale un beso a Cielo de mi parte, y un beso para ti Amor.
Podría jurar que estaba sonrojada y sonriendo.
- Okey... Te quiero.
- Y yo...
Corté la llamada.
Fui a ducharme y a dormir. El viaje fue agotador... Mi dia ha sido agotador
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