Capitulo 25
Narra Aria.
- ¡Ay! Hijo de mil...
Juan rió y beso mi hombro.
- Bien que te gustan las nalgadas.
Me golpeo de nuevo, lo mire mal. Estalló en risas.
- Basta.
- Lo siento Bonita, no resistí.
- A ver... No tengo nalgas, no tengo pechos. Estoy pobre.
Me abrazó.
- Así, planita, me encantas.
- Gracias por el apoyo.
Rió.
- En serio. No me importa si tienes o no, te amo así y así me gustas. Te lo dije la primera vez que lo hicimos. ¿Lo recuerdas?
Suspire.
- Como para olvidarme eso..
Besó mi hombro de nuevo.
- Iré a cocinar algo.
- Okey...
Terminé de vestirme y suspire.
Ya habíamos llegado a Colombia. Estábamos en la casa de Juan. Ya nos habíamos duchado, por separado, obviamente. Y ahora estaba acomodando mi ropa, y terminando de vestirme cuando Juan me dio una nalgada.
Creo que enloquecí al decirle eso. No se porqué lo hice tampoco. Está todo mal y se escapó de todo para venir conmigo.
- Linda... Ya esta la comida lista.
- Ya bajo.
Me sonrió y se fue.
Que culo Papi.
Uy dios... Lo que este chico me hace pensar.
PAPUUUH.
Estoy loca, ya lo se.
Baje a la cocina y me senté a comer.
Comimos hablando de todo un poco, menos de esta salida que hicimos. Fue rápido y loco, pero, como siempre digo, cuando algo no se planea, todo sale mejor.
- ¿Que quieres hacer?
- No se... Se largo a llover...
Mire afuera. Había una tormenta terrible.
- Quizás podríamos ir a un centro comercial. Al cine, dar una vuelta. Lo que quieras.
- En realidad me cansó el viaje... Si quieres veamos películas aquí.
Asintió.
- Elige la película mientras yo hago palomitas y llevo los refrescos.
Asentí y me fui a buscar una película.
- ¿Donde la veremos?
- Si Quiere en la habitación, tengo Netflix.
- Okey...
Subí a la habitación y entre al Netflix. Busqué una película de romance, y hubo una que me llamo la atención.
"Pequeño Manhattan". Se veía interesante, así que quedo esa.
Con Juan nos pasamos el día mirando películas. Una atrás de otra.
Ahora estábamos viendo, nuevamente, "Los Juegos del Hambre". Es obvio que es nuestra película favorita. ¿No se nota?. Ah, y también estábamos abrazados.
- Deberíamos cocinar algo...
- Si... -Murmuré, así como él- ¿Si pedimos pizza?
- Me parece bien... ¿Y helado?
- También...
Me sonrió. Pausó la película y agarró su celular. Llamó a una pizzería y a una heladería.
- ¿De que quieres el helado?
- Ya sabes.
Rió.
- Bien... Uno de chocolate semiamargo... El otro de Fresa con Nutella... Otro de Limón y el último de Vainilla granizada... Gracias.
Cortó y me sonrió.
- ¿Esta bien así?
- Si... Me encanta.
Puso la película de nuevo y seguimos viéndola.
Comimos también acostados, mirando mas películas.
- Tengo sueño...
Bostece.
- Ya termina la película... Duerme si quieres.
Suspire acomodándome en la cama.
Estaba durmiéndome cuando sentí un beso en mi espalda. Mi blusa era abierta, así que podía sentir bien lo que él hacia detrás de mi.
- Te aseguro que no te arrepentirás de lo que va a pasar en este viaje... Intentaré ser el mejor para no fallarte.
Susurró. Abrí mis ojos.
- Te amo, te amo mucho.
Beso mi espalda otra vez. Me voltee y besé sus labios con desesperación. Subí sobre él, lo abrace y besé su cuello.
- Te necesito.
- Yo te necesito mas.
Sacó mi blusa y besó mi cuello.
- ¿Crees que...?
- Olvidemos lo que pasó. En este viaje nos escapamos como si fuéramos amantes. -Me besó otra vez- Te quiero hacer mía nuevamente.
Sonreí.
- Dejate llevar Amor...
Y eso fue justamente lo que hice.
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