Narra Aria.

Ya no quedan mas lágrimas que derramar...
  Ya tire todo a la basura...
    Ya lo perdí, para siempre...
       Ya mi corazón, está roto.

Lloré dos días enteros.
No he salido de mi habitación.
Mariana se está encargando de Cielo. Ya que no estoy en mínimas condiciones para cuidarla.

Él ha venido a verla. Pero a mi no me ha visto. Según Mariana, está con el rostro hecho pedazos de tanto llorar. No lo culpo, yo estoy igual.

No hice mas que estar acostada llorando y durmiendo. Siquiera comí, nada, pero aquí estoy. Deprimida, con la frazada hasta el cuello, y mi celular en la mano. Vi que Juan había subido una foto. Y no me resistí a verla.

Maluma.

Y es así...
~ Me duele amarte. Sabiendo que ya te perdí. Y solo quedará la lluvia mojando mi llanto y me hablará de ti.

Me duele amar. Los sueños que eran para ti. Se pierden con cada palabra, con cada momento que esperé vivir.

Me duele mas imaginar, que tú te vas y dejaras detrás de ti, la ausencia en mis brazos.
Me duele tanto sospechar, que ni tu sombra volverá. Para abrigar, mi alma en pedazos.

Me duele amarte así, hasta morir, lanzandome a la nada, viéndote partir.
Me duele aquel Abril, cuando te vi por vez primera y dije que eras para mi.

Me duele amarte tanto... ~
Buen día... 💕

Otra vez llorando como Idiota.
Me levante, me puse mi bata de seda y bajé. Necesitaba comer algo. Ya tenia la presión por el piso lo que no comía hace dos días.

Ahí estaba él, jugando con Cielo. Papá adelante de él, con los ojos llorosos.

- ¿Paso algo?

Pregunte. Juan Luis siquiera volteo, y lo entiendo.

¿Asi se sentía romperle el corazón a alguien?

Aunque yo también lo tengo hecho pedazos.

- Oh, Hija. -Sonrió papá abrazándome- No, nada. ¿Por?

- Por tus ojos.

- Solo una basurita, Jeje...

Esto era mas falso que las nalgas de Taylor Swift...

- Ah... Iré a comer algo. Me siento mal.

- Si, no comes nada hace días...

Juan me miró sorprendido.

- Estaré en la cocina...

Le di una ultima mirada y empecé a caminar a la cocina. Rompí en llanto y caí de rodillas. El mareo que me dio fue demasiado fuerte.

- ¡Aria!

Escuche que se levantó Corriendo. Tenía la vista nublada.

- Estoy bien.

Me levante. Camine a la cocina y busque algo para que me levante la presión. Mariana estaba ahí, así que me ayudo a calmarme un poco.

- Ari... No puedes seguir así.

La mire raro.

- No te diré que no llores, ni te sientas mal, ni que una ruptura no duele porque se que si duele... Estas en tu derecho al llorar, es tu forma de desahogarte. Me refiero a que no puedes seguir sin comer, fíjate lo que pasó.

- Lo se... Ya estoy bien de todas formas.

- Mira... Se que cuesta... Pero creo que es mejor que descanses un poco de él y de todo esto.

- ¿A que te refieres?

- Que podrías hacer un viaje... Te relajas y vuelves. Un viaje sola, Cielo queda con papá y conmigo. Es solo para que descanses bien. Se que te reconfortará.

No era mala idea.

- Si... Tal vez haga eso.

- Tal vez no, haz eso. Será lo mejor.

Asentí sonriendo. Al menos eso me hizo sonreír.

Haré ese viaje