Narra Juan.

- Papá...

Cielo se tiró sobre mi y me abrazó. Obvio, suave para no dañarme.

- Hola mi amor... Te extrañe.

Acaricie su cabello.

- ¿Cuanto tiene?

- Ya tiene 10 meses...

- Wow... Que rápido pasó el tiempo...

Acaricie su mejilla y le sonreí. Ella igual.

- Estaba aprendiendo a caminar... Se agarra del andador y lo lleva a donde quiere.

Reí.

- Mi beba hermosa...

Puso su mano en mi rostro, reí otra vez.

- Veo que también me extrañaste también Beba...

- Papi...

Me abrazo.

- ¿Se puede?

Mire la puerta. Titi.

- ¡Si! Ven

Entró sonriendo.

- Yo saldré... Iré a comprar algo.

- ¿Me traes una botella de agua? Porfa.

Aria asintió. Agarró a Cielo, besó mi mejilla y se fue. Titi me miraba raro.

- Miguel Angel no pienses mal.

Rió.

- Ya... Me dijeron que despertaste así que vine urgente. ¿Como estás?

- Bien... Con dolores, pero bien.

- ¿Quien es Dolores y que hace contigo?

Puso las manos en su cintura. Empecé a reírme. Tuve que dejar porque me dolía el estómago y las articulaciones.

- Bueno... Ya...

- Jaja... Oye... ¿Aria y tu han vuelto?

- No se... Me perdonó, pero no se nada aún. Cuando vuelva a España quizás le pida que estemos juntos otra vez.

Sonrió.

- Ella vale la pena en serio... Cada día estuvo aquí a tu lado. Se iba solo a dormir, y lo hacia una hora, a ducharse y a comer algo... Durmió aquí incluso, sin alejarse un milímetro de tu cuerpo.

Suspire.

- Pasó de todo... Y ella siempre estuvo ahí, para mi... Ella es.. El amor de mi vida.

Titi sonrió.

- Y pensar que si no fuera por tu papá ni la conocías.

Reí asintiendo.

- Si... Mi angelito me ayudo mucho...

Flashback.

- ¿Que pasa hijo?

Mire a mi papá y suspire.

- Creo que me enamoré.

Rió y se sentó al lado mio.

- ¿Aria verdad?

Asentí.

- Ella es... Todo para mi. Es genial. Perfecta.

- Si... Vale oro. Ella va en serio con los muchachos, a veces tiene arranques infantiles como todo el mundo, pero es una chica seria. Te aconsejo que no la lastimes, porque si la pierdes te puedo asegurar que no la recuperarás jamás.

- Lo se pa... Es única.

Lo abrace.

- Y no se... Pero creo que también le gustas...

Fin del Flashback.

- Juan... Permiso.

Aria entró y sonrió. Me dio la botella de agua.

- Gracias Bonita.

Le guiñe un ojo. Ella rió. Tratando de esconder sus sonrojadas mejillas.

- Saldré así hablan...

- No, descuida, yo iré a ver a Nick...

Chocó los puños conmigo y se fue.

Mire a Aria. Ella estaba jugando con sus manos y su vista baja.

- Acercate...

Ella vino al lado mío. Le dije que se agachara, al hacerlo, la besé.

Ese beso estuvo cargado de sentimientos inexplicables. Fue el mejor de toda mi vida.

- Te amo.

Susurré al finalizar el beso. Aún con nuestros labios cerca.

- También te amo.

Narra Aria.

- ¿Como te sientes?

Juan sonrió

- Bien. Quiero irme ya.

Acaricie su pelo y sonreí un poco.

- ¿Crees subir a un avión de nuevo?

- No se... Creo que sí. No ahora, pero aún así tendre que seguir viajando en avión.

Me miró y acarició mi Mano.

- Quizás mañana ya salgas de aquí.

- Eso espero... Quiero volver a España con mi familia, estar allá y seguir trabajando.

- Pero no por ahora... El trabajo lo deberás suspender.

- Lo se. Pero ya quiero mi vida normal.

Bese su mano despacio, sonrió.

- ¿Y nosotros qué somos?

Pregunté.

- No lo se -Rió- Pero me encanta.

Los dos sonreímos.

- ¿Y si empezamos de cero?

- Mmm... Puede ser.

Besé su mejilla

- Aunque cuando volvamos quiero hacerlo formal...

Asentí.

- Amm... Por cierto... Papá ya no tiene rencor...

Me miró raro.

- Se dio cuenta lo mucho que me importabas cuando yo me quedaba al lado tuyo... Así que dejó todo atrás y creo que ya no te odia.

Rió suave. Me miró, suspiró y acarició mi mejilla.

- A mi no me importa lo que digan, solo estar a tu lado y que nos amemos...

Acercó mi rostro al suyo y dejo un suave beso en mis labios. Sonreí.

- Te amo.

- Yo también te amo Bonita.

Reí.

- Jamás me cambiaste el apodo. Desde que nos conocemos me dices así.

- Cierto... Es que me gusta. -Rió- Además si te digo otras cosas. Pero Bonita es lo único que te queda perfecto.

Mis mejillas eran un incendio forestal.

- Ya... Pretty.

- Jaja, te amo.

Volvió a besarme.

- Extraño a mi Beba. ¿Vendra hoy?

- Le tengo que decir a papá que la traiga.

- ¡Si! Llamalo. Porfa.

Reí.

- ¿Tienes 4 años o 23 años?

- No maduré, lo se. ¡Entiendeme!

Solté una carcajada.

- Ya, ya lo llamo.

Salí de la habitacion de Juan para llamar a mi papá. Choqué con alguien. Apenas levanté la vista, me quede quieta como estatua.

José...