Capitulo 14
Narra Juan.
Auch... Eso dolió.
Me sacudí la tierra que tenia encima y mire el lugar. Habían varias personas mirando pantallas, otras hablando, algunas caminando Tranquilamente, y otros como yo que caían de algún lado.
¿Donde estoy? ¿Donde está mamá? ¿Donde están Aria y Cielo?
Quería hablar y mi voz no salia. Gritaba al cielo para salir de este horrible lugar, pero nada.
Tocaba a la gente para que me de respuestas del porqué yo estaba aquí... Pero las traspasaba.
- ¿Juan?
Mire a mi lado. Nick y Titi.
- Por fin alguien que me escucha -Rei- Hola. ¿Que hacemos aquí?
Tití suspiró.
- Por lo que tengo entendido y he escuchado, Estamos en coma.
Solté una carcajada.
- Nah ¿Es broma cierto?
- ¿Piensas que yo bromeo con algo así? Idiota, estamos en coma. Seguramente nuestros cuerpos en una camilla, destrozados, pero nosotros estamos aquí.
- ¿Y cuando salimos?
- No hay un tiempo determinado. Podemos estar dos días como cuarenta años. El coma es la pequeña linea que hay entre la vida y la muerte. Puede que volvamos a despertar como también quedar dormidos para siempre.
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
- Eso puede decir que no veré a mi hija crecer. ¿Cierto?
- No lo se... Quizás si.
Asentí mirando al cielo. Tenía un lindo color azul...
Azul Cielo...
Las lágrimas cayeron solas. Necesito a mi hija y a la chica que amo.
- Quiero irme.
- Yo igual... Necesito a Emi y Yahiret...
Nick palmeó mi espalda.
- Y yo a Cielo... Y a Aria.
Lo mire y volví a ver el cielo.
- Espera... ¿La oyes?
Sonrió. Lo mire.
- ¿A quien?
- A Yahiret.
Negué con la cabeza...
- Te dejaré oírla... Daré una vuelta.
Camine por el lugar donde estaba. Pensando en lo que me dijo Tití.
Necesito a mi hija.
Narra Aria.
Desde que Juan entró en coma, muchas cosas cambiaron.
Pasaron algunos meses.
Yo no me despegue de él. Me tuve que alquilar una habitación de hotel, paso todo el tiempo aquí en el hospital, pero Mariana se queda en el hotel con Cielo.
Papá y Marlli están en otro hotel, más alejado que el mío. Manuela también viajó y esta con ellos.
Ahora estaba esperando a Cielo. Mariana la iba a traer para que viera a su papá.
Ahora habla un poco mas. Ya se le entienden algunas palabras.
Yo estoy igual que siempre. Baje Un poco de peso, nada alarmante. Aunque tengo unas ojeras horribles.
- Hola hija.
Bese su mejilla.
- Mami...
Me abrazó. Está gigante. Los meses pasaron en un vuelo para ella.
- Vamos a ver a tu papá.
Sonrió. Entramos a la habitación y nos acercamos a él.
Ya no tiene tantas máquinas, los golpes mejoraron. Pero él no despierta. Ni él, ni Nick. Titi su amigo estuvo solo un mes en coma, ya se recuperó y viene cada día a verlo.
- Hola Juan... Han venido a verte.
Senté a Cielo en un espacio de La camilla. Ella, como tiene costumbre, puso su manito en el rostro.
- Cuentale... Quien es él.
Cielo me miró y miró a Juan.
- Noni...
Reí
- Si, está durmiendo... Dime ¿Quien es?
Lo miró otra vez.
- Pa... Pap... Pa... Papá.
Sonreí. Hace días está diciendo así.
- ¿Quien?
- Papá.
En una fracción de segundo, él abrió sus ojos y miró a Cielo. Inmediatamente salí corriendo a buscar al médico. Obvio, Con Cielo en brazos.
- ¿Que paso?
Preguntó Mariana.
- Juan despertó.
Sonrió.
- ¡Genial!
Suspire aliviada.
Pensar que querían desconectarlo. Hijos de mil...
- Señorita Jhonson... Puede pasar de nuevo... Evite llevar a la pequeña, al menos ahora.
Asentí yendo con el médico.
Entramos a la habitación. Juan tenia su vista perdida.
- Recuerde... No lo atormente con preguntas, le costará asimilar algunas cosas.
Asentí y me acerque a él.
- Hola...
- Hola...
Sonrió débil. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
- Extrañaba tu sonrisa.
Sonrió un poco mas.
- Yo a ti... Mucho...
Acaricie su mano, para finalmente entrelazarla con la mía.
- Escuche todo lo que decías... Desde que fuiste a perdonarme hasta lo de Cielo... Absolutamente todo.
Mis mejillas se enrojecieron...
- Creí que no...
- Si -Apretó un poco mi mano- Ahora quiero saber si... ¿Me perdonaste?
Suspire.
- Si... Aunque tu debes perdonarme a mi. Tendría que haberte escuchado.
- Oh, eso ya no importa.
Me acerque y lo abracé despacio.
- Gracias por haber estado para mi... Siempre.
- Siempre lo estaré...
Se acercó y dejo un corto beso en mis labios.
- Te amo.
Susurré.
- Te amo. Mucho.
Esta vez me beso mas fuerte.
- Di que me siento tan mal y me duele todo, porqué sino te haría el amor aquí mismo.
- No cambiaste nada.
Golpee su hombro suavemente. Sentía que mi rostro era fuego.
- Ya... Por cierto, quiero ver a mi pequeña... Estaba atontado apenas desperté.
Sonreí.
- Iré a ver si me dejan entrarla.
Me dio un beso y me fui.
Lo necesitaba...
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