Día 04. Cambio De Cuerpo
Lo último que Hanako recordaba fue haber caído al suelo, inconsciente, cuando toda su vista se puso negra y la respiración agitada llegó hasta su rostro. De ahí en fuera se perdió, despertando más tarde, al abrir sus enormes ojos azules ante el tacto mentiroso que se le presentaba y poniéndose de pie al instante. Sus pupilas se dilataron, y empezó a mirar a todos lados para buscar al causante de todo: no encontró al extraño nuevo rumor que fue «ayudado» por Tsukasa con un deseo raro, a cambio del poder de lograr que la gente cambiara de cuerpo; sin embargo, los resultados no habían sido desastrosos, comprobado por el mismo Hanako cuando Yashiro había llegado corriendo hasta él unos días atrás, con la premisa de que había sido víctima de un cambio de cuerpo junto con su novia Aoi, mientras platicaban tranquilamente en el descanso de las escaleras que llevaban a la azotea.
Eso hizo saber al fantasma que no había del todo un problema con ese rumor débil (todavía), tomando en cuenta que sólo duraba un día y al día siguiente ya todo estaría normal. Por eso no se alarmó en ningún momento, y no pudo importarle menos el encontrarse en el cuerpo de Kou, después de haber despertado y ver tirado un poco más lejos de él, a quince centímetros, su propio cuerpo con la conciencia del joven exorcista.
Sólo tenía que esperar al día siguiente y todo se arreglaría, no había mucho problema... o casi. Lo único que quedaba había sido lo frustrante que fue todo eso: ¡¿por qué demonios se había puesto a discutir con Kou a mitad de la pelea?! Y lo peor es que ni siquiera había sido por una mala coordinación o porque ambos eran el peor dúo posible, fue por una conversación trivial que no tenía nada que ver: ¡cuántas donas te puedes comer, Hanako! ¿Es en serio?
Hanako soltó un largo suspiró, arrastrándose con ciertos movimientos torpes al estar en un cuerpo vivo después de varios años, y llegó hasta donde estaba Kou. Lo observó (¿o se observó a sí mismo?), con un gesto serio y dubitativo, y poco a poco, estiró con timidez una de sus manos, llegando a rozar los cabellos azabaches del chico, dando suaves caricias y tratando de no sentirse incómodo: ¿se estaba acariciando a él mismo o a Kou? ¡Qué raras sensaciones! A pesar de todo, no dudo en morder sus labios, apretando todo y dando un golpe seco al percatarse de que había mordido los labios de Kou. Se quedó quieto, y estático; pronto, el color rojizo llegó hasta su rostro: ¡había mordido los labios de Kou! ¿Eso significaba que inconscientemente lo había besado, o eso no contaba como un beso? Dejó escapar un gritó ahogado, colocó sus dos manos sobre los cabellos rubios ajenos y empezó a sacudirlos con violencia.
—¡No es justo, niño! ¡Como venganza voy a correr desnudo por los pasillos! —dijo para sí mismo el fantasma, mientras dibujaba una sonrisa juguetona en sus labios. Se puso de pie, tan rápido como le fue posible, y, como un pequeño gesto de misericordia ante lo que iba a pasar, arrastró a Kou en su cuerpo hasta poder recargarlo en la pared, y taparlo con la camisa azulada del uniforme de la academia que usaba el chico. Nuevamente se sintió extraño ante lo que hacía, volviendo a acariciar los cabellos ajenos del chico y pasando su mano sobre su mejilla—. Perdón, niño —susurró, listo para divertirse.
Se alejó de él, sonrió ganador y empezó por el cinturón ajustado que usaba Minamoto, siendo acompañado por una extraña sensación de hormigueo que recorrió su columna vertebral hasta su abdomen bajo. Ahí todo dejó de tener sentido, y Hanako empezó a temblar, sabiendo de sobra lo que tenía que hacer a continuación.
—Q-quiero ir al baño. —Se alertó él solo, enrojeciendo con fuerza al darse cuenta de que sí le ponía un poco nervioso la idea de simplemente ir hasta allá, a un cubículo, bajar sus pantalones, y ver lo que no debía ver. De improviso empezó a temblar.
A pesar de todo, supo que ya no había vuelta atrás, y por eso ingresó a regañadientes al baño, y se prometió a él mismo que no vería de más por respeto a su querido niño Kou.
¿Pensaron que sería algo dramático?
Pues no, no lo fue, fue más comedia y una cosa rara que escribí antes que otra cosa. A pesar de todo, espero y les haya gustado, aunque sea un poco.
La verdad es que no tengo ideas concisas de lo que quiero escribir en esta Week, quería también meter un poco a Kou y como éste reaccionaría ante Hanako y la necesidad básica de ir al baño, pero al final ya no lo puse.
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