La mañana surgió más radiante que otros días, o eso pensó Shuichi al ver los rayos del sol chocar con los brillantes cabellos violetas y la reluciente piel blanca de Kokichi. Una imagen muy bonita si agregamos el detalle de que el contrario estaba dormido.

⁽⁠⁽—¿Mmm?.—⁾⁠⁾

   Bueno, casi dormido.

⁽⁠⁽—Buenos días, Ouma-kun.—⁾⁠⁾ le saludó el de mirada dorada

⁽⁠⁽—¿Esto es un sueño?.—⁾⁠⁾ preguntó él tallando sus ojos

⁽⁠⁽—No.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Entonces solo voy a saludarte.—⁾⁠⁾

   Shuichi elevó una ceja.

⁽⁠⁽—¿Qué ibas a ser si era un sueño?.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—¿Quieres saber?.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Si.—⁾⁠⁾

   El más bajo se acercó a su rostro quedando a unos centímetros del otro.

⁽⁠⁽—¿En serio quieres saber?.—⁾⁠⁾

   El de pestañas largas parpadeó varias veces antes de asentir ansioso.

⁽⁠⁽—Okey~ no te arrepientas luego.—⁾⁠⁾ soltó antes de tomarle el rostro

   Unió sus labios con los del detective y pronto él comenzó a corresponderle, a los minutos el de cabellos azules se encontraba acostado mientras el otro estaba sentado sobre su regazo sin dejar de besarse. Y así pasaron el rato.

   Con caricias inocentes, mordidas juguetonas, risitas entre ellos, y un sentimiento palpitando fervientemente.

⁽⁠⁽—Es bueno despertar así.—⁾⁠⁾ comentó el mayor sonriente

⁽⁠⁽—Pienso igual,—⁾⁠⁾ Shuichi le devolvió el gesto ⁽⁽—Y me gustaría que esto sea para siempre.—⁾⁠⁾ declaró nervioso

⁽⁠⁽—Eso se puede solucionar fácilmente~ pero necesito que me dejes cambiar de ropa, ¡no quiero pedirte ser mi novio con mi pijama de conejos!.—⁾⁠⁾

   El bajito estiró su cuerpo y tiró toda pereza por la ventana para levantarse de la cama con la idea de buscar su mejor ropa y preparar el mejor desayuno, pero unos brazos rodeando su cintura detuvieron sus expectativas.

⁽⁠⁽—¿Saihara-chan?.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Siempre diste los primeros pasos... Quiero dar el más importante.—⁾⁠⁾ permitió que el contrario se volteara a verle y pronunció: ⁽⁠⁽—Ouma-kun, ¿quisieras ser mi pareja?.—⁾⁠⁾

   Al nombrado le brillaron los ojos como si fuera una constelación, y entonces saltó para abrazar a Shuichi mientras le llenaba el rostro de besos.

⁽⁠⁽—¡Claro que si~ me encantaría ser tu pareja Saihara-chan!.—⁾⁠⁾ le respondió mostrando su mejor sonrisa

   Y así volvieron con otra ronda de besos pero con más pasión.

( ✿ ∆ ✿⁠ )

⁽⁠⁽—¡Ay Saipajas, no pierdes tiempo~!.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Pues tú desperdiciaste mucho para terminar con Rantaro, Kaede.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Wow wow wow~ ¿el amor te pone así de confianzudo?, aunque debo decir que me gusta esta nueva faceta tuya.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—¿Ah, si?.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Si, te ves más feliz que nunca, y con una actitud más segura.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Digo lo mismo.—⁾⁠⁾

   En eso, un muchacho de alborotados cabellos verdes apareció en escena para besar la mejilla de la chica y sentarse a su lado abrazándola por los hombros.

⁽⁠⁽—¿De qué hablaban?.—⁾⁠⁾ preguntó Amami terminando de bostezar

⁽⁠⁽—Nada, solo del notición que acaba de decir Shuichi.—⁾⁠⁾ contestó la rubio para regresarle el beso

⁽⁠⁽—Te lo dije antes, pero debo decirlo de nuevo... ¡Eres mi ídolo amigo!.—⁾⁠⁾ exclamó aplaudiendo sarcástico

⁽⁠⁽—No exageres.—⁾⁠⁾ dijo el de pestañas largas rodando los ojos

⁽⁠⁽—Dejando atrás las bromas, me hace súper feliz verte así, lo digo en serio.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Muchas gracias,—⁾⁠⁾ dijo Shuichi soltando una risa avergonzado ⁽⁠⁽—De verdad que les debo mucho, ustedes siempre estuvieron ahí para apoyarme e insistirme.—⁾⁠⁾ alzó los brazos y exclamó: ⁽⁠⁽—¡Vengan aquí!.—⁾⁠⁾

   Así el trío de amigos se unió en un abrazo que resultó empalagoso y hasta cursi, pero no por eso se separaron hasta escuchar una exclamación ajena a su burbuja viendo que se trataba de uno de los dueños de la casa.

⁽⁠⁽—¡Tus amigos son tan tiernos!.—⁾⁠⁾ soltó la pelirroja apretando sus mejillas

⁽⁠⁽—Himiko, déjalos en su momento y ayúdame con el desayuno.—⁾⁠⁾ dijo el mayor de los presentes con una espátula en la mano

⁽⁠⁽—Ta bien~ ta bien,—⁾⁠⁾ respondió para acercarse a su cuñado ⁽⁠⁽—Pareces ser buen tipo pero Ouma es mi hermano así que portate lindo o te juro qu-!.—⁾⁠⁾ iba a seguir pero una mano la arrastró hacia la cocina

⁽⁠⁽—Perdóname, se junta mucho con Tenko y se le pega lo feminazi.—⁾⁠⁾ le susurró Kokichi inflando sus mejillas

   Shuichi respondió con una sonrisa de relucientes dientes blancos, lo que provocó un sonrojo en su –ahora–, pareja. Rantaro rió y Kaede celebró.

⁽⁠⁽—¡Ustedes son los tiernos!.—⁾⁠⁾ expresó la rubia con sus ojos brillantes

⁽⁠⁽—Amami-kun y Kaede-chan también lo son...—⁾⁠⁾ dijo el de ojos violetas cruzado de brazos

⁽⁠⁽—No, no es cierto, nosotros somos geniales.—⁾⁠⁾ replicó el de piercings sonriendo de lado

   Akamatsu, como respuesta, besó sus labios sorpresivamente causando que sus mejillas se tiñeran de rosa y que le atacara con cosquillas juguetonas.

⁽⁠⁽—Mi corazoncito de melocotón.—⁾⁠⁾ soltó el de cabellos verdes meloso

⁽⁠⁽—Mi cuchurrumi hermoso.—⁾⁠⁾ le siguió la de ojos violetas igual de cursi

⁽⁠⁽—Caramelito de miel.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Pastelito dulce.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Mi preciosa amatista encontrada.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Mi esmeralda reluciente.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Hermos-!.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—No, ustedes si son geniales, ¡casi hasta me hacen cruzar de calle para esquivarlos!.—⁾⁠⁾ interrumpió Shuichi con póker face

⁽⁠⁽—Saihara-chan, no interrumpa mi momento Amamatsu.—⁾⁠⁾ se quejó Kokichi tapándole la boca

   Y así, pasaron una mañana feliz acompañada por una divertida tarde.

( ✿ ∆ ✿⁠ )

⁽⁠⁽—No lo puedo creer, Kaito, ¡dijiste que lo habías dejado!.—⁾⁠⁾

   El nombrado suspiró cansado y se tiró al sofá sucio de su departamento.

⁽⁠⁽—Estabas sobrio por tres semanas, ¡TRES SEMANAS!,—⁾⁠⁾ volvió a gritarle la muchacha de coletas castañas ⁽⁠⁽—¡¡TU ESFUERZO Y DINERO TIRADOS A LA BASURA!!, ¿¡NO TE DA VERGÜENZA MENTIRME ACASO!?.—⁾⁠⁾ le enfrentó mirándole con fiereza

⁽⁠⁽—¿No dicen por ahí... Hip~ «que se vive feliz en la ignorancia»?, bueno.. Así lo hip~ hice.—⁾⁠⁾ respondió evitando sus ojos rojos llenos de ira

⁽⁠⁽—¡Te he dicho millones de veces que prefiero saber la horrible verdad que vivir en una nube de colores!, y lo peor de todo...—⁾⁠⁾ tomó un bocado de aire y pronunció: ⁽⁠⁽—Prometiste que cambiarías, que me dirías la verdad siempre, ¡yo confíe en ti y vuelves a engañarme con tu enfermedad y yo que me sentía en paz por tu mejoría!, ¡¡PURAS MENTIRAS!!.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Maki~ no grites más, por fa-hip-vor... Me duele la cabeza.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—¡Pues bien, que te parta la cabeza como si fuera un rayo!,—⁾⁠⁾ se cruzó de brazos molesta ⁽⁠⁽—Así sabrás cómo me siento cada vez que me preocupo por ti, ¡cansada y adolorida!.—⁾⁠⁾ exclamó dándole la espalda

   El de vello en su barbilla se asustó ante esta acción, se levantó como pudo y entre tambaleos se acercó a ella.

⁽⁠⁽—No hagas eso, Maki...—⁾⁠⁾ le tomó de un brazo y la zamarreó para decirle: ⁽⁠⁽—Sé
que me escuchas, ¿bien?, y yo te escucho, no hagas como si no estuviera aquí... Entiendo que estés así...—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—No parece.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Esta bien, ¡lo admito!, te fallé de nuevo, fui débil y me dejé derrotar por esto,—⁾⁠⁾ confesó sosteniendo el agarre con temor ⁽⁠⁽—Pero quiero decirte que realmente no quise caer en esto, y que mucho menos estoy feliz por eso.—⁾⁠⁾ dijo con la mirada perdida

⁽⁠⁽—¿Se supone que te crea ahora?.—⁾⁠⁾ la castaña giró a verle y volvió a hablarle: ⁽⁠⁽—No importa si quisiste o no, tuviste una caída y me mentiste de nuevo, ¿qué tienes que decir a eso?.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Fue un error.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—Claro, un error... Así como el volver a molestar a Ouma desde que te lo encontraste.—⁾⁠⁾ le miró con impotencia y siguió: ⁽⁠⁽—También fue un error el pagarle a un niño para que te comprara el alcohol estos días y te lo traiga, y hacer que te despidieran porque no tenías la madurez para aceptar reglas y actuar como adulto, ¿o pensabas que no noté que la mayoría de tus muebles ya no están pero bebes igual?.—⁾⁠⁾

   El de cabellera sucia y morada no respondió antes eso. Esa fue la gota que derramó el vaso.

⁽⁠⁽—Y volviste a errar al decirme que estabas en tu trabajo cuando te ibas con el drogadicto de Hagakure para perderte en la borrachera.—⁾⁠⁾

⁽⁠⁽—No, eso no fue un error, ¡OBVIO QUE ESO NO FUE UN ERROR!.—⁾⁠⁾

   El rostro de irritación del muchacho se marcó en demasía despertando un sentimiento que la joven Harukawa nunca pensó sentir por él: MIEDO.

⁽⁠⁽—Estaba frustrado y enojado por cosas que ya no tienen importancia ahora, pero lo fueron antes, tanto que me hicieron explotar y querer alejarme de
todos... No soporté las tonterías de mi
jefe y si, hice de todo para me despidiera, luego.. No sé, no supe manejar las cosas e hice lo peor en orden alfabético.—⁾⁠⁾ tomó los hombros de la chica con tranquilidad y suplicó: ⁽⁠⁽—Te
pido solo una cosa y es que no me abandones, si no estás a mi lado todo se vuelve oscuro y feo... Maki, sé que sin ti no puedo salir de este agujero.—⁾⁠⁾

   Un silencio profundo se prolongó por un tiempo a la par que lágrimas salieron de los ojos rubíes y rodonitas intensos, el dolor de ser dañado era más fuerte que el temor de ser dejado a la suerte.

⁽⁠⁽—Te necesito...—⁾⁠⁾ exclamó el chico con dolor en su pecho

⁽⁠⁽—No puedo Kaito...—⁾⁠⁾ contestó la muchacha separándose del nombrado

   Este intentó acercarse pero al verla cruzar la puerta hizo que sus fuerzas se debilitaran hasta hacerlo caer, que sus lágrimas formaran cataratas hasta altas horas de la madrugada, y que la combinación de la frustración con la furia destruyera todo a su paso.

   No todos tenemos una vida feliz...