✿ 32 ✿
⁽⁽—Linda casa, Ouma.—⁾⁾ halagó Kaede observando su alrededor
⁽⁽—Gracias Kaede-chan, ponganse cómodos, haré café.—⁾⁾ los invitó a sentarse en el sofá antes ir a la cocina
La pareja esperó por el muchacho de peculiares cabellos violetas; la joven de largos cabellos rubios se sentó en el sillón blanco con diseños de rosas, y el chico de cabellos y ojos compartiendo un tono verde caminaba lento por la sala.
⁽⁽—Sigue igual de impecable que cuando vinimos.—⁾⁾ soltó Rantaro observando los muebles brillando de limpieza
⁽⁽—¿Ah, si?.—⁾⁾ le preguntó quitándose la mochila blanca de su espalda
⁽⁽—Si, solo que esa vez estaba un poco desordenado por muchos juguetes, cuidaba a dos niños.—⁾⁾ dijo sin despegar la vista de los cuadros colgados
⁽⁽—Guapo, tierno, carismático, trabajador y bueno con los niños... Mierda, es más que perfecto.—⁾⁾ comentó la chica frunciendo el ceño
⁽⁽—Bendito el de arriba por crear al segundo ser más genial del mundo.—⁾⁾ dijo el joven con piercings
⁽⁽—¿Y el primero?.—⁾⁾ le preguntó curiosa
⁽⁽—Chard Norris.—⁾⁾ ambos rieron, y el chico suspiró para luego decir: ⁽⁽—Es obvio que eres tú, preciosa.—⁾⁾ le guiñó un ojo y la muchacha se sonrojó
⁽⁽—Ca-Callate tonto..—⁾⁾ le regañó Kaede con una voz baja
El mayor de los Amami rio y siguió observando la casa, sus ojos se quedaron pegados en una foto encuadrada en un estante; una muchacha de largos cabellos rojizos, ojos marrones y una piel muy blanca, vistiendo un traje de graduado y mostrando con orgullo su diploma.
Al lado de esta se encontraba otro individuo de cuerpo completo; un hombre de piel bronce y ojos rojos con un tono gris que posaba firme y serio con su mano haciendo una señal de respeto a la altura de su frente, y usaba un uniforme de soldado junto a unas botas negras y un gorro del mismo color marrón.
⁽⁽—Esos son mis padres.—⁾⁾
Los invitados se asustaron por la repentina aparición de otra habitante del hogar; cabello corto y rojo con una diadema dorada y una piedra azul en el centro, ojos rojos que también se fusionaban con un gris claro, y piel blanca como porcelana.
⁽⁽—Ehhh... Hola..—⁾⁾ le saludó Rantaro sin salirse de su asombro
⁽⁽—Hola, soy Himiko Yumeno.—⁾⁾ se presentó la muchacha mostrando su mano en un gesto gentil
⁽⁽—Mi nombre es Rantaro Amami, amigo de Ouma.—⁾⁾ correspondió al agarre
⁽⁽—Y el mío es Kaede Akamatsu, un gusto en conocerla.—⁾⁾ habló la rubia levantándose del sillón y camino hacia ambos presentes
⁽⁽—El gusto es todo mío.—⁾⁾ reverenció educada para luego observar de pies a cabeza a Kaede, y dijo: ⁽⁽—Es una chica muy bonita, Akamatsu-chan.—⁾⁾ sonrió amigable con los ojos cerrados
⁽⁽—Gracias Yumeno-chan, pero puedes decirme Kaede, no me molesta.—⁾⁾ respondió con un leve sonrojo
⁽⁽—Y tú me puedes llamar Himiko, ahora... Tengo una pregunta.—⁾⁾
⁽⁽—¿Si?.—⁾⁾
⁽⁽—¿Eres novia de Kokichi?.—⁾⁾
La joven Akamatsu palideció ante la pregunta y no hizo ni un movimiento, solo reaccionó cuando vio a su pareja con los ojos cerrados teniendo un tic nervioso en la ceja cortada, remarcando una falsa sonrisa.
⁽⁽—No, solo somos amigos.—⁾⁾ respondió sin titubear en ningún momento
⁽⁽—Nye~ me lo imaginaba, mi hermano es más gay que Michael Jason.—⁾⁾ bromeó Himiko arreglando su diadema
⁽⁽—¿Perdón?.—⁾⁾ dijo Kaede confundida
⁽⁽—Es Michael Jackson, estúpida.—⁾⁾
Todos voltearon hacia la entrada de la cocina donde se encontraba Kokichi parado con una bandeja en mano que contenía tres tazas con café caliente.
⁽⁽—¿¡Nyaaa!?, ¿así se llamaba?.—⁾⁾ le preguntó la pelirroja sorprendida
⁽⁽—Esta generación sin cultura.—⁾⁾ soltó el pelivioleta rodando los ojos
⁽⁽—Como sea, debo irme, Tenko está por venir.—⁾⁾ avisó la muchacha caminando hacia la entrada y se colocó su calzado
⁽⁽—¿¡Con Tenko!?, ya te dije que esa mujer no me cae bien.—⁾⁾ le reprochó el de ojos violetas dejando la bandeja en la mesa
⁽⁽—¿Por qué es feminista?.—⁾⁾
⁽⁽—Porque es una anarquista psicópata que piensa que los hombres son el mal del mundo, ¿de dónde cree que nació?, ¿¡del Espíritu Santo!?.—⁾⁾
⁽⁽—No es tan mala, no te odia.—⁾⁾
⁽⁽—Porque soy tu hermano, sino me haría un moño con mis bolas.—⁾⁾
⁽⁽—¡N-Nyeee!, ¡¡Kokichi!!.—⁾⁾
La pareja escuchaba en silencio la conversación entre los hermanos. En eso, se escuchó golpes en la puerta.
⁽⁽—Adiós chicos, me alegró conocerlos al fin.—⁾⁾ dijo Himiko caminando hacia la puerta
⁽⁽—No le abras, por favor.—⁾⁾ le susurró Kokichi, al no ser obedecido corrió hacia ella y volvió a susurrar: ⁽⁽—Te dije que-!... Hola~ amada Tenko.—⁾⁾ sonrió dulce
La nombrada estaba parada en la entrada, cabellos negros con trenzas y ojos verdes que miraban a Kokichi.
⁽⁽—Hola Ouma.—⁾⁾ le respondió la chica seria, se dirigió a la pelirroja y le sonrió: ⁽⁽—Hola Himiko, ¿estás lista para practicar conmigo?.—⁾⁾ dijo animada
⁽⁽—Claro, ya me voy Kichi.—⁾⁾ avisó Himiko sonriente
⁽⁽—Es un placer que te vayas.—⁾⁾ soltó el chico sin dejar de sonreír
Los presentes se descolocaron ante las palabras del chico. Himiko cerró la puerta tras ella y el pelivioleta suspiró, giró hacia sus amigos y dijo:
⁽⁽—¿Crema y azúcar?.—⁾⁾
(✿ ∆ ✿)
⁽⁽—Lindas tazas, Ouma.—⁾⁾ soltó Kaede sonriendo amigable
⁽⁽—Nishishi~ a mi madre le gusta el estilo clásico de su época.—⁾⁾ respondió Kokichi entre risas
⁽⁽—Me hizo recordar a mi abuela.—⁾⁾ comentó Rantaro
⁽⁽—¿Ah si, Amami-kun?.—⁾⁾
⁽⁽—Si, cuando la ibamos a visitar nos daba leche caliente y galletas en vajilla como estas.—⁾⁾ relató nostálgico
⁽⁽—Que linda.—⁾⁾ dijo el pelivioleta tomando de su taza
⁽⁽—Bueno, a las abuelas les encantan consertir a sus nietos, la mía siempre me daba dinero a escondidas de mi papá.—⁾⁾ contó Kaede riendo baja
⁽⁽—¿Ah, si?.—⁾⁾
⁽⁽—Si... ¿Tu abuela no?.—⁾⁾ le preguntó la chica extrañada
⁽⁽—¡Claro que si!, me dio a mi mamá.—⁾⁾
El silencio en la sala reinó por varios minutos; los invitados no supieron que decir para remontar el momento.
⁽⁽—Ok, es una mentira, no conocí a ninguno de mis abuelos.—⁾⁾ confesó el de cabellos violetas con reproche
⁽⁽—Oh... No te preocupes Ouma, la mayoría no llega a conocerlos.—⁾⁾ dijo Rantaro en consuelo
⁽⁽—Si, yo conocí a mi abuelita pero no a su esposo.—⁾⁾ reveló Kaede tomando la mano de Kokichi
Este los miró y sonrió en respuesta.
⁽⁽—Gracias chicos, pero cambiemos de tema antes de que suelte una lagrimita bien fea.—⁾⁾ dijo el de ojos amatistas, se dirigió a la chica y rió: ⁽⁽—Kaede-chan.—⁾⁾ le llamó en un susurro
⁽⁽—¿Si Ouma?.—⁾⁾
⁽⁽—¿Podrías soltarme?, me agradas pero quiero evitar que tu novio me reviente la cara por tomarnos de las manos.—⁾⁾
Aquella petición provocó otro silencio en el ambiente; la muchacha de largos cabellos rubios calló sorprendida y el chico de ojos y cabellos compartiendo un tono verde se sonrojó de vergüenza.
⁽⁽—Es decir, puedo defenderme si es que pasa, pero ya estoy viejo para peleas.—⁾⁾
dijo antes de levantarse de su lugar y avisarles: ⁽⁽—Iré por las galletas de fresa que hice con mi madre, no es por presumir, pero nos quedó deliciosas.—⁾⁾
Pasó por al lado de Rantaro y entró a la cocina dejando a la pareja hundirse en la silenciosa sala, el de ceja cortada se cubría el rostro rojo con una mano mientras trataba de evitar los ojos de su novia.
Inesperadamente, sintió unos labios tibios posarse en su mejilla izquierda por unos segundos. Giró hacia esa dirección y vio a Kaede sonriendo de lado alzando una ceja.
⁽⁽—Celosita mi fresita, ¿eh?.—⁾⁾ bromeó acariciando los cabellos de su novio
⁽⁽—Callate to-tonta..—⁾⁾
Ambos rieron antes de darse un castro beso entre ellos.
⁽⁽—¡Awww~ son tan lindos!.—⁾⁾ halagó Kokichi con una mano posando en su mejilla y la otra teniendo unas galletas
⁽⁽—¡¡O-OUMA!!.—⁾⁾ gritaron ambos avergonzados y sonrojados
⁽⁽—Nishishi.—⁾⁾
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