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Four 🐭

Gerard Way no cabía en su felicidad, no podía creer lo fácil que había Sido conseguir al chico que realmente quería para el, su sonrisa era inmensa mientras caminaba junto el pelinegro tomados de las manos.

Luego de que las dos primeras horas de clases terminarán había decidido ir a la cafetería juntos por algo de comer, Frank prometió explicarle mejor el juego ya que hasta ahora Gerard solo sabía lo "teórico" pero aún así quería entenderlo por completo.

—Oye, no creí fueras tan meloso, Fosforito —Dijo Frank cuando sintió el cuerpo del contrario apegarse a su cuerpo mientras hacía pequeños sonidos de felicidad.

Frank se detuvo en medio del pasillo analizando la expresión brillosa del contrario.

Mientras que Gerard parecía el hombre más feliz del mundo, Frank parecía un poco agobiado, el no era del estilo romántico en lo absoluto aunque por tratarse de su pequeño Gerard tampoco se quejaría pero de igual forma no estaba acostumbrado a esos tratos en general.

—¿A qué te refieres Frank? —Le preguntó sin perder su sonrisa.

Frank suspiro, para ser honestos con todo el mundo el nunca creyó que estaría en una situación como está, cuando vio por primera vez a Gerard, le pareció un chico inocente y tímido que no le interesaba perder su tiempo con un chico como él.

En el trascurso del tiempo lo supo, Frank supo leer la personalidad de Gerard y sabía que no podría tener oportunidad de el, por eso nunca intento nada.

Pero parece que se equivocó en varias cosas referentes al pelirrojo, ya no creía del todo que era un ser inocente y tímido como antes y menos cuando lo atrapó observando el lado sur y frontal de su anatomía en varias ocasiones.

—Pues, me parecias un chico tímido antes pero... —Se detuvo cuando los brazos de Gerard rodearon su cintura su cuerpo se tensó por la mirada profunda del pelirrojo.

—Puedo ser lo que tú quieras Frankie —Le dijo de manera melosa mientras se acercaba para dejar un suave beso en la barbilla del pelinegro.

Frank parpadeo repetidas veces sin poder creer aún la actitud de Gerard pero no se atrevió a decir nada más por miedo a cómo Gerard respondería.

—De acuerdo, de acuerdo —Dijo mientras llevaba las manos a los hombros ajenos— Lo tomaré en cuenta pero por ahora ya puedes soltarme.

La cara de Gerard se transformó ante las palabras del pelinegro, Frank se arrepintió al instante de haberlas dejado ir al ver la expresión del pelirrojo.

—Yo no soy Jamia, a mí no me digas que me alejé —Dijo Gerard con seriedad mientras apretaba sus manos en la espalda de Frank.

—No te enfades Fosforito, es solo que no estoy acostumbrado a este tipo de situaciones, usualmente las evado por completo pero nunca lo haría contigo, solo tengo que trabajar en ello —Dijo atropelladamente Frank mientras tomaba los cachetes de Gerard con ambas manos.

Gerard hizo un puchero poco convencido ante sus palabras pero decidió dejarlo pasar, sintió el dedo pulgar de Frank acariciar con lentitud su mejilla y su puchero se transformó en una sonrisa tímida.

El ambiente entre ambos cambio cuando Frank acarició cerca de sus labios hasta rozar el inferior, Gerard agradecía en esos momentos el haber tomado uno de los pasillos solitarios de la escuela.

Frank tuvo que luchar por concentrarse y recordar que no podía acelerar las cosas, se le había dado la oportunidad de estar con el chico que le gusta y no planeaba arruinar con sus estúpidos impulsos.

Pero parecía que Gerard pensaba diferente a él, sus labios se abrieron con sorpresa y jadeó cuando la lengua del pelirrojo tocó su dedo para después sentir como lentamente lo chupaba.

Frank se apartó chillando para nada masculino sin poder creer lo que acababa de pasar, su trasero chico contra el duro suelo cuando tropezó con sus propios pies.

Gerard lo observo divertido y Frank tragó saliva cuando vio un brillo malicioso de Gerard.

—¿Qué pasó Frankie? —Pregunto inocente Gerard viendo cómo de manera dificultosa Frank se levantaba del suelo.

—¿A mí? ¿Qué pasa contigo? —Preguntó aún afectado pero antes de que Gerard respondiera Frank negó frenéticamente —Olvídalo, olvídalo sigamos caminando.

Tomó su mano y lo arrastró ignorando su risita, lograron caminar un poco mas cerca de la cafeteria pero fueron detenidos por un cuerpo femenino

—Alto ahi los dos. - dijo la chica de pelo largo alzando una mano frente a Frank. —A ustedes los estaba buscando. 

No ahora por favor... 

Penso Gerard mirando mal a su casi ya no tan querida amiga.

—Helena - le dijo de manera amenazadora Gerard pero como se lo imagino la chica lo ignoro.

—Soy una de las organizadoras del juego del pepero y vengo a ser de intermediaria. - dijo cruzandose de brazos

—¿Excuse me?- chilló Gerard en un pesimo ingles que hizo reir un poco a Frank.

—Gerard, tienes una caja de peperos, si no los vas a usar entregamelos, se los daré a alguien más

—¿Y quién dice que no vamos a jugar? - preguntó Frank a la defensiva.

—Pues, ya es el segundo día y no veo acción por aquí. - dijo como si fuera obvio Helena mientras rodaba los ojos

Gerard rápidamente sacó su cajita mostrándoselo a la chica que lo veía divertida.

—Frankie, juguemos ahora. - le dijo Gerard decidido.

Frank bufó y sin más le arranco la caja de las manos y de manera rápida sacó uno de los Pockys, en menos de lo que se esperaba Frank ya había colocado el palito de chocolate en los labios de Gerard mientras comenzaba a comer. 

Helena chilló emocionada al ver a su shipp de shipps en esa situación, como toda fangirl sacó su celular para grabar la escena y tal vez, tal vez, mostrárselo a Gerard luego.

Mientras más comía Frank más cerca se encontraban, Gerard tembló ante el agarre de Frank en sus caderas y jadeó cuando sintió su aliento a chocolate, podía ver al pepero encogerse cada vez más y más y cuando por fin sintió sus labios rozar un poco, Gerard no pudo evitar acercarse para besarle pero casi al instante Frank se aparto.

El pelinegro a penas y pudo evitar que el diminuto pedazo de chocolate cayera al suelo, casi al instante fue arrebatado de su mano y observo como Helena lo colocaba en una especie de bandeja que no lo había visto hasta ese momento.

—Si, muy bien, esta en el rango necesario para ganar. - murmuro Helena mientras metía el pedazo de chocolate en una pequeña bolsa mientras anotaba algo en un papel.—Sigan así chicos, tal vez ganen.

Desapareció casi al instante en el que termino de hablar, para Frank no paso desapercibida la expresión malévola reflejada en todo su rostro.

—Oye Gerard, tu amiga da mie... ¿Por que me ves así? - pregunto Frank viendo como Gerard apretaba los labios.

—¿Por que no me besaste? - le reprocho Gerard a lo que Frank se dedico a solo rodar los ojos.

Tomo su rostro entre sus manos para atraerlo al suyo y besarlo pausadamente, pudo escuchar un jadeo feliz ante el beso repentino y Gerard no tardo; nada en envolverse alrededor del cuerpo de Frank.

Puedo acostumbrarme... 

Penso decidido Frank, después de todo sabia que se venían muchas cosas por descubrir por parte del pelirrojo.

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