Florian, prestaba atención atentamente.
El anciano sigue contando.
Faltan dos años, para que cumplas las dos décadas de muerto, sabías?
El 30 de junio del año 2000, a los 30 años de vida la maquina que llevamos en el interior empezo a fallarte, y no había nada que volviera arreglarlo, dejastes a tu familia y a tu gran amor.
Nunca lo aceptastes, te hicistes la idea de que volvistes a nacer, y empezastes a recordar toda tu vida nuevamente, pero, sólo eran recuerdos de tus primeros 18 años.
Florian, no lo podia creer, no queria aceptarlo, se negaba entre nostalgía.
Proseguía el anciano:
Es hora que lo aceptes, y no sigas recordando todo, al final, en tus recuerdos también morirás.
El libro que te regalé, representa la vida en la que estás viviendo, todo está en blanco, nada existe, sólo en tu memoría, también por eso aquellos sueños que tenias, eran pequeños fragmentos de recuerdos que se adelantaban en tus recuerdo.
Florian, sin palabra, le tocaba reconocer que su alma andaba en pena, sin aceptar que estaba en otra dimensión, le toco aceptar que no volveria ver a su familia, y en especial a Carolina, su amada, no aceptaba no volver a verla, besarla, tocarla, amarla, respetarla. Sólo le quedaba esperarla en su nueva vida, ya que su promesa seguia firme, de seguir amandola en otra vida.
Mientras la amaría en la penumbra de su psique.