¿Cuántos años han pasado desde el sueño aquel? ¿desde el efímero beso de tu desdén?

Mientras sueño, sigo la brisa del viento que me atrajo hasta aquí. 

Sigo, camino y respiro el mismo sentimiento que flotaba en primavera,

yaciendo bajo un encanto embelesedor, 

montando figuras entre mis dedos al paso del polvo brillante bajo la luz del sol que se refleja entre los árboles.

Sueño de ensueño, vivo y respiro; cantando y vagando por senderos imaginarios. 

Cuento ¿o suspiro? Tan vivaz sentimiento es palpable ya al viento.

Me he quedado ahí, en ese lugar, en el cual te espero. 

Con los ojos cerrados te he visto llegar,

 sintiendo el roce de tus labios y tu voz al susurrar, 

que gritan en silencio " te amo", y que ya no aguanto más.

 Entonces despierto, me pierdo en la soledad; 

te concibo en mis sueños pero tu ya no estás.

 No intentas consolarme, no hay otro respirar, 

volteo a la mesa y no puedo dormir más.

Despierto, me siento y no encuentro otro cuerpo.

Cristales de dentro que caen por mi faz, 

más no hay daño alguno, no hay un quejar.

Solo agua en ayuno que no deja en paz;

después me concentro, cierro mis ojos y escucho al viento

Aquel amigo y compañero que siempre llega a tiempo,

me saluda con llanto, ventanas golpeando, llamado de aliento.

Me alejo del nido y emprendo ya el vuelo,

mas ahora no puedo dejar atrás el velo

Aún quedan estragos del encantamiento, 

aún muchos estorbos golpean contraviento.

Camino y respiro, mas ya no me siento,

he dejado atrás huellas de pavimento

y aunque las puedo mirar 

mis pasos son cada vez más lentos.

Aún no sé que pasa, ya conozco éste lugar,

pero no sé a donde voy, no sé con quién estoy

Si estaré feliz o no, si caerán las hojas hoy.

No sé cuantos pasos he dado, ni los que daré;

no sé si cantando algún día le habré de saber

Y así, como en una fiesta en palacio, voy bailando al caminar

voy hablando y sumiendo mi pensar, 

poco a poco, cada vez más; 

me atrapa de nuevo y vuelve a empezar.

Los sueños de ensueño de mi al caminar

son tantos misterios, son tantos soñar;

que un día de estos te viere llegar.

Comienzo sintiendo, quiero bostezar.

La ya ingrata noche me viene a cobrar,

fatiga y cansancio de tanto volar

de tantas pisadas reales y trilladas

tan cotidianas, me quieren besar;

ardiente y amada de la oscuridad,

ahora me besa y me quiere cantar.

Con voces de anhelo, descanso encontrar

y busco mi velo, busco mi verdad

recuerdo la danza, recuerdo el cantar;

tomando las fuerzas para mi voz entonar

De nuevo ahí está, la dulce y preciosa

la luz de verdad.

La luz redentora en la eternidad,

que siempre dispuesta me quiere ayudar;

entonces despierto y no hay marcha atrás

ahora le veo, ahora festejo, ahora sin más.

El llanto no cesa, el viento no para

las flores ya secas, caminos preparan

dejando su casa, dejando su vara,

despiden la lágrima que deja colgada

No sé que será, no sé a donde irán

mas frágiles y hermosas valientes ya van

No saben su camino ni del mundo atroz

pero su único destino es la inspiración.

Entonces recuerdo que aún queda más, 

entonces me acuerdo de la realidad;

entonces de un grito y de un gran tirón

me encuentro, me asfixio, regreso a mi yo.

El tiempo ha pasado, la hora cambió

mirando el espejo, confiado y sagaz

queriendo respeto, se ríe del disfraz

máscara que has puesto y que no puede llorar

destaca el aliento y corro al llegar.

Encuentro que es tarde para comenzar,

encuentro que es tarde para regresar.

No todo es un hecho ni es un pesar

la gente aledaña me lo hace pensar,

me río y estremezco del habla vanal.

Conozco pretextos para sollozar

que miran discretos;

un descuido, un deslizar,

esperan ansiosos,  quieren reclamar,

el aullido perdido de la oscuridad.

Dispuestas, traviesas quieren trabajar,

dejando de lado la felicidad

quitando el aliento, te quieren llevar

pero ahora no puedo, ahora no es más.

Ahora no es hoy, es el soplar del viento

que dentro de mi pensamiento, 

no sabe si miente que yo estoy viviendo;

me dejo llevar, 

que estando y sintiendo

me hace palpitar. 

Me ayuda y recuerda la fragilidad

de las bellas flores que sin vacilar

se encuentran dispuestas al mundo explorar.

Caminan en fila y sin desvariar,

sin tener en cuenta la futilidad

Siendo valientes para destacar

y siendo hermosas para motivar;

mas no por hermosas, más vitalidad,

que siendo ya secas, rebosan de amar.

Pasa la mañana, me dejan estar

veo por la ventana y te veo pasar.

La brisa es la misma, ya no hay tempestad.

Mi corazón, ahora en paz,

sonríe sin parar, mis ojos no lloran,

mis labios no hablan;

cordura en mi mente

y más en mi alma.

Te miro y te miro y ya no suspiro

se alejan las sombras de noche en mi mente

ahora unos labios sonríen dulcemente, 

adornan mi cara sin yaga y valiente.

Te veo, te alejas, te esfumas entre la gente

no dejas atrás ni el olor de tu frente,

el color de tus ojos o un sonido estridente.

Es medio día, la noche es latente

pero el sol aun reclama, tiene sed ardiente;

te atrapa, te esquiva; te suelta y retiene.

Pero aún es de día y la vida paciente.