No espero palabras de aliento,

No espero tus caricias de velo.

Desesperanza y anhelo,

Fundidas en un sueño.

Aquellos momentos de amor y deseo, 

acabaron poco a poco muriendo.

Ya no hay espera, no hay ilusión,

nuestro dulce cuento, lastimó mi corazón.

Ayer ya pasó y mañana no espera,

así me he vuelto yo, vivo sin entrega.

Aprendí que el tiempo pasa,

si no te adaptas, te arrastra. 

No aferrarse a un pasado vivido,

no esperar nada a cambio  te digo.

No espero que me alientes ni sueñes conmigo,

No espero ya que compartas tu destino.

Esperar fue morir en silencio, solo viendo pasar el tiempo.

Mientras tu tan egoísta y frío, vivías ignorando lo que siento.

Las palabras se las lleva el viento, al igual que tus falsos sentimientos.

Nunca te importé ni si quiera por agradecimiento.

Estuve para ti en cada momento, estuve ahí en tu lamento.

Las cosas cambian, los papeles se invierten y cuando yo lo viví, 

no fuiste capaz de ahorrarme un segundo de sufrimiento.

Ya no espero por ti, ya no espero bondad;

Eso por fin, me ha dado libertad.

Para dejarte ir como polvo al viento

y ver mis alas de triunfo abriendo.

Ahora vuelo, no tengo miedo, 

Cada palabra que anclaste en mi,

Cada prejuicio de enredo

Se fue desapareciendo. 

Soy libre al fin, de ver por mi, 

de encontrar el propósito, 

por el que nací y ser feliz.