Taehyung lo atrajo hasta el y lo abrazo fuerte. Su corazón era un huracán de tantas emociones que sentía por Hoseok, solo había pasado un par de meses, pero eso fue suficiente para ver qué le encanta ver su rostro por las mañanas.

Ver esa sonrisa cada vez que salía del hotel, ver su perfil iluminado por la pantalla del televisor cada que veían películas, cuando salían al parque a sentarse en aquel último árbol recostados relajándose con la briza pasar en sus cuerpos, ver las hojas de los árboles caer, caminar juntos, comer juntos, desvelarse hablando de cosas incoherentes pero llenas de total atención.

Y solo eso bastó para darse cuenta de que estaba enamorado de Hoseok.

El chico que le hacía dudar, de la única persona que quería escuchar todo lo que pensaba de el, Hoseok era demasiado lindo. Y aún que los dos eran totalmente diferentes, los unía el hecho que los dos podían hacer algo que nadie más podía...

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