—"Ok Foxy... Ahí vas... Tranquilo.. No pasará nada... No creo que.. No, no..ella no es así.. ¿no?.."- Pensaba cierto pelirrojo mientras caminaba en dirección a la casa de la chica, de la cual, está enamorado desde hace años.
Al llegar, miró directo a la puerta, con nerviosismo, aún no entraba y estaba más rojo que un tomate. Aún con nervios, tocó el timbre, y sonó el típico "Ding Dong".
— Ahí voy... - Escuchó una voz angelical desde adentro, era su amada rubiesita. Suspiró con nerviosismo, escuchó pasos acercandose, y enseguida la puerta se abrió dejando ver a la ojivioleta con un vestido hasta la rodilla, color salmón, simple pero a la vez hermoso.
— Te ves bien... - Se le escapó al pelirrojo, la sangre se le subió a las mejillas a ambos — ¡No! ¡No!.. No quise decir eso.. - Vió la cara de decepción de Chica- ¡No! ¡Si queria pero a la vez no! Eh... Aish, ya no importa- La rubia soltó una leve risita.
— Que gracioso eres, Foxy - Le seguía sonriendo — ¡Pasá! ¡Siéntete como en casa! - exclamaba, haciéndose a un lado para que él pueda pasar.
— Gracias.. - susurró él, entrando en la casa de la ojivioleta.
—Vayamos a mi cuarto, ahí podremos trabajar mejor...
— ¿T-Tú... C-Cu-a-ar-t-to?
—Claro, ¡Vámos!
Ambos subieron al cuarto de la chica, mientras ella agarraba la muñeca del pelirrojo, que estaba totalmente sonrojado.
— ¡Bien!, ¡Comencemos! - Dijo con gran entusiasmo, cosa que hacía que el corazón de nuestro protagonista, lata a mil por segundo.
—Claro... - Habló el ojiámbar - Empecemos por esto.. - sacó su cuaderno y se pusieron a hacer el trabajo.
[…]
— ¡Terminamos! - festejó la rubia mientras se paraba de su asiento — Hum.... ¡Juguemos algo!, ¡estámos solos!..
— ¿Q-Qué?..- Preguntó el pelirrojo con las mejillas totalmente rojas, mientras malpensaba las palabras dichas por su contraria.
— ¿Ah?... Oh... ¡¡PERVERTIDO DE MIER**!! ¡¡NO ESE TIPO DE JUEGOS!! - Estaba más roja que un tomate, le lanzó un almohada al más alto mientras seguía enojada.
— ¡N-No e-es m-mi c-cu-cul-p-pa!.
— ¡¿Entonces de quién?!.
— ¡Tuya!, ¡por decir eso!.
— ¡Pero me refería a otra cosa! - le tiró otra almohada.
— ¡Hey! - Le devolvió la almohada, tirándosela directo a su cara.
— ¡Ahora si ya valiste! - exclamó la ojivioleta, agarrando la almohada y tirándosela al pelirrojo, formando una pequeña pelea de almohadas entre ellos dos.
[…]
Ambos estaban echados en la cama de la rubia, exhaustos por aquella pelea que tuvieron, suspiraban agitados.
— .... Me.... Divertí..... Jaja... Cof cof... - decía la menor.
— ... Igual... Pero... Lamentablemente... Me.... Tengo... Que... Ir... - Hablaba el ojiámbar mirando su reloj, desilusionado y preocupado al mismo tiempo. Desilusionado porque no se quería ir, quería quedarse con su amada por siempre. Y preocupado porque era tarde y su hermana lo agarraría a putazos cuando llegué.
—..... Que.... Pena.... En... Verdad... Pero... Entiendo... Nos vemos- le abrazó, con fuerza, haciendo sonrojar a ambos.
— ... Eh.... - estaba demasiado nervioso como para contestar.
Ambos jóvenes se pararon de la cama de la menor, se dirigieron a la puerta de la casa de esta y se despidieron, con un beso en la mejilla, y como sabrán, cierto pelrrojo estába más que sonrojado.
Ya algo lejos el mayor comenzó a festejar, ¡Pasó casí un día entero junto a la chica de la cual está enamorado!, recordaba esos momentos y se sonrojaba, ¡era perfecta!, en tan poco tiempo agarraron un montón de confianza, ¡Eso es nuevo!.
Finalmente llegó a su casa, entró feliz, ignorando todos los gritos que le brindaba su hermana por llegar a esas horas.
•••••••••••••
¡Hola!
¿Como están?
¡Yo muy mal :'D!
Estoy con un montón de trabajos, ¡no puedo hacer casí nada!, la universidad te atrapa y no te suelta :'v.
Pero bueno... Tal vez, actualice otro capítulo :D, solo tal vez, no se ilusionen >:'v.
Ahora si uwu, ¡Nos leemos luego!
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