¿A qué o a quién esperas para marcharte de una vez?

Jamás creí que al saber que tu presencia me hace daño, tú simplemente hicieras caso omiso y me tortures con tu insistencia.

¿Por qué no buscas otra tonta que acepte lo poco que ofreces y te ofrezca lo mucho que tomas?

No tengo ya nada más que darte, soy un ser humano vacío, un cascarón andante, un alma con eco...

¿Qué más piensas obtener de mí? ¿Acaso piensas arrancarme la poca voluntad para sobrevivir que me queda después de tu holocausto?

¿Quieres quitarme la fuerza de voluntad que me obliga a respirar, trabajar, comer y a veces sonreír?

Explícate, dime lo que esperas claramente, pero espero tener la fuerza necesaria para decir que no, una vez más.