XIV |Miradas|
Y lo miré, a ese chico que estaba sentado a mí lado pero aún así no conocía.
Lo miré, y él me miró; y estuvimos tanto tiempo mirándonos que noté que sus ojos no eran verdes, sino de unas tonalidades que combinaban tan perfectamente que quería no dejar de mirarlo. Lo miré, y él sabía que lo miraba; yo lo sé porque en ese cruce de miradas él intentaba retener una sonrisa.
Fue una linda batalla de miradas y no sé quién ganó. Yo lo detallaba y él me analizaba, tampoco sé a qué conclusión llegó a pesar de que al final sonrió. Pero yo lo miré, y me gustó lo que miraba.
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