En las zonas más cercanas al módulo de aterrizaje. Dos bellas desmanteladoras estaban acurrucadas en el suelo, luciendo una amplias ojeras de cansancio y líneas de estrés. Ojos caídos y adormecidos. La matriarca revisó la hora en su HUD. [5:30]

"Ugh... Quedan 30 minutos para el amanecer. Más le vale al tonto llegar a tiempo." Hablo amargamente la doncella de las coletas. Esta angelical asesina está descansando contra el módulo de aterrizaje. Sus alas están desplegadas, cubriendo su cuerpo a modo de protección, sus piernas estás recogidas y lo único visible era su enfurecida cabeza mirando hacia la entrada de la aguja.

La otra, por su parte, solo emitió un gemido de molestia. A diferencia de J, V solo tenía una de sus alas desplegadas, ella estaba descansando de costado contra el suelo. Esta aleta estaba cubriendo su cuerpo y descansaba inerte contra el frío y áspero suelo.

Ambas mujeres reflejaban unas miradas de preocupación, sin tratar de esconderlas. Total, ya llevaban oficiales 4 años de pareja, por qué sentirán vergüenza por qué su marido no esté en su hogar y posiblemente le haya sucedido algo.

A pesar del gélido clima, de los fuertes vientos propios de Copper-9, de las miradas de algunos acechadores, los cuales rápidamente liquidaban, ya que si su pareja se enteraba de lo que hacían se enfadaría con ella. Simplemente descansan fuera de la calidez de su hogar para esperar a su marido. Aunque tampoco es que viniesen muchas tostadoras últimamente. Extrañamente, el macho del grupo, el cual era conocido por su bondad y tranquilidad, se había vuelto extrañamente agresivo, siendo que cuando una simple tostadora andase solo a 10 km de su nido, él se lanzaba a matarlo frenéticamente.

Además, últimamente, N dedicaba más tiempo a las cacerías. Algo que, quizás, J hubiese agradecido si su marido lo hubiera hecho antes de que se casaran, cuando aún lo odiaba. Pero ahora, ella siente una mayor necesidad de estar cerca de su esposo, ella odia cuando él se marcha durante horas, agradece que venga con comida, pero le enfurece que él no esté para ellos. La mirada de J se centró en una pequeña zona cercada que el propio N construyó hace 6 meses. Unas bonitas vallas coloridas hechas con brazos de workers, unos pequeños columpios hechos del mismo material. Un lindo sonrojo cubrió los ojos de J y con uno de sus dedos, ella empezó a jugar con uno de sus mechones, mientras desviaba la mirada avergonzada. Suspiro avergonzada y derrotada. Si algo le sucede a mi tonto-bot, ¿Qué hare? ... y... ¿y si ha sido herido? ... ¿Si le han atacado? ... no... eso no es posible... deja de pensar en eso J, él está bien... Siempre lo está, incluso cuando le pegabas él sonreía.

J vagaba en sus pensamientos, recordando todas las veces que fue mala y abusiva con N, el mismo N que siempre la ayudó y estuvo ahí por y para ella. Incluso cuando las empresa les abandonó, incluso cuando casi muere por sobrecalentamiento, incluso tras haberle golpeado e insultado, recriminandole, a él, la culpa de que JcJenson les dejasen varados en un planeta sin vida. Y aún así, él siempre estuvo para ella, sonriendo, dándole elogios y ayudándola a comer. No puede perderlo, no puede simplemente perderlo. Él es todo para ella. Un pequeño llanto y gimoteo de miedo, tristeza y soledad salió de su boca, escondió su cabeza en sus alas con incertidumbre. Desde hace 6 meses que está así, siempre que N se va, ella está muy sensible.

V, por otro lado, también estaba preocupada. Aunque lograba mantener mejor su cara de poker, depende bastante de su cónyuge. Además de su creciente apetito, que gracias a N logra saciar, también le dedica más tiempo al descanso y relajación, a parte de ser más territorial. Como casi arrancarle un brazo a J por agarrar uno de los peluches que N le regaló, menos mal que este logró detener la confrontación de sus mujeres. Aunque también ha estado más solitaria, prefiriendo pasar tiempo sola, pero siempre acaba llorando al recordar su vida. Como mato a N, o cuando lo dejaba solo siempre, o cuando lo ignoraba, lo menospreciaba, lo abandonaba, y eso siempre le lleva a recordar cuando N desapareció durante 2 meses enteros, haciéndola creer que N se hartó de ella y la abandonó, como ella lo hacía.

Pensando en su triste soledad, sacó de debajo de su ala un peluche de golden retriever, el regalo que N le dio, algo que atesora con su vida misma. Ella adora este pequeño peluche que N le tejió a mano, y siempre lo abraza para tranquilizarse. Pero, paradójicamente, al igual que deseaba la soledad para afrontar su tristeza, también desea estar con N, que él la mime y la sonría siempre, que le bañe la cara en besos y la abrace. Algo que también ha estado haciendo V, es limpiar la aguja, desechando las partes peligrosas de cadáveres de workers, todas las que sean puntiagudas o puedan hacer resbalar a alguien, todas las ha desechado, cada mínimo resto de basura que sea mínimamente arriesgado.

Mientras seguían en sus perjudiciales pensamientos sobre su esposo, sobre dónde se habrá metido, sobre si se habrá hartado de ellas. Una figura demoníaca descendió suavemente del cielo y con una voz alegre y juguetona anunció: "Chicas, he vuelto con la cena. Supongo que estáis ansiosas por comer algo." A lo que las dos mujeres alzaron la mirada entusiasmadas por poder ver a su afectuoso amorcito. No como antes que se escondían bajo máscaras de estoicismo, indiferencia, odio o asco, ahora solo lo miran con amor y cariño, deseosas de cruzarse con sus alegres ojos y ver su lindo aspecto. "¿Qué os dije sobre esperarme afuera? Sabéis que es perjudicial para vosotras."

Ambas chicas se avergonzaron debido a lo sobreprotector que es su N. "Agh, no os pongáis así, sabéis que me es difícil enfadarme con vosotras." Dijo sonriendo dulcemente a sus esposas. Algo de lo que no se habían percatado las chicas era que N llevaba cuatro cuerpos ensartados en sus garras.

A medida que N se acercaba a ellas. V lentamente levantó con suavidad su ala dejando ver su precioso cuerpo a su pareja, y mucho más importante, una barriga redonda de 6 meses de embarazo. Poniéndose a cuatro patas, la mujer fatal se fue acercando lentamente hacia N.

J separó sus dos alas de su cuerpo dejando ver también su perfecto cuerpo reluciente con su traje empresarial un poco más estirado y una barriga de embarazada de 6 meses, y haciendo lo mismo que V, separó la espalda del módulo y se acercó cuadrúpedamente hacia su esposo.

Una vez que las dos ya estaban delante de su esposo, ambas empezaron a emitir un suave y gentil ronroneo hacia él, y sus pantallas se cubrían de un débil sonrojo. La primera en hablar fue la coletuda del grupo. "Bueno... sabemos que no te gusta que estemos fuera, pero a nosotras no nos gusta estar sin ti, tonto." A pesar del pequeño insulto, N sonrió juguetonamente y dejó lentamente dos cuerpos delante de sus amantes, las cuales miraron inquisitivamente estas tostadoras.

Dos workers entraron en pánico al ver, que no solo acababan de ser secuestrados por un engendro alado, sino que ahora estaban justamente delante de otras dos. Rápidamente, los ojos de las chicas fueron sustituidos por las singulares cruces de la muerte y tan rápido como sucedió esto, J y V se abalanzaron contra su respectiva tostadora. Creando un escenario macabro de vísceras y órganos desmembrados.

Esto era algo que agradecen mucho ellas, N siempre procura traerles workers vivos para que puedan saciar su afán asesino que debido a su estado en cinta no se podían permitir salir a cazar, y más con un dulce dron sobreprotector como consorte. También, algo de lo que se daban el lujo, era cortarles las cabezas a sus víctimas y dárselas a N, más que nada por su extraña afición de devorarlas.

Aunque lo que más las molesta es como siempre N trae comida solo para ellas, olvidándose él de comer, o comer muy poco. Pero, porque son juguetonas son capaces de darle de comer al agarrar trozos de carne entre sus dientes y acercar sus hocicos al de N, ofreciéndole comida.

Una vez que terminaron de comer, las chicas estaban hechas un desastre, con manchas de aceite en la ropa y pelo, y las bocas manchadas. Pero cuando N las agarro a ambas y sujetandolas entre sus brazos, ambas emitieron un hipido de sorpresa, pero se aferraron a su pareja, la cual lentamente se sumergió en la oscuridad de la nave.

El chico los acercó a una esquina del nao y se acomodaron contra la pared. Las doncellas se acurrucaron contra el pecho de su marido y emitían un bisbiseo de amor y relajación, mientras que N extendía sus largas alas y las doblaba alrededor de sus esposas, cubriendolas de todo peligro.